Tuesday, June 23, 2009

Difícil de creer

Difícil de creer
Oscar Mario González

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Un reportaje periodístico
publicado en el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba a
principios del pasado mes de abril, da cuenta de un hecho tan insólito
que para la inmensa mayoría de la población resulta bien difícil de creer.

El suceso tuvo lugar en la provincia Las Tunas, 694 kilómetros al este
de la capital. Se trata de un vecino del lugar dedicado a la limpieza de
calles que, mientras trabajaba, encontró una billetera con una
considerable cantidad de dinero e inmediatamente la entregó a las
autoridades de la ciudad.

La cantidad en cuestión representa una verdadera fortuna para cualquier
ciudadano: 630 pesos convertibles, 355 euros y 400 pesos mexicanos. La
cifra arroja unos 28 mil pesos cubanos luego de la conversión. El
equivalente a algo más de 8 años de trabajo de acuerdo al salario
promedio actual.

Pero si resulta difícil de creerlo dado el deterioro moral y la pérdida
de valores que aquejan la sociedad cubana, realidad incuestionable que
reconocen todos, incluyendo a los máximos dirigentes, el tono un tanto
melodramático del reportaje y otras circunstancias alrededor del suceso
incitan a la suspicacia.

Casi todo lo que rodea al hallazgo resulta inusual. Empezando por el
nombre del protagonista, Zacarías Profeta Concepción Velásquez,
coincidente con aquel personaje bíblico dotado del don profético, que
vivió en el siglo VI antes de Cristo.

Zacarías Profeta, de cuya vida y origen apenas se habla, pese a ser el
principal protagonista del suceso, se desempeñó durante 20 años como
auxiliar de la policía de la localidad, ocupación poco propicia al
cultivo y fomento de las nobles virtudes, a juzgar por la opinión
pública que los denomina con el sustantivo "guarapitos", y asegura que
son peores que la policía. De ellos también se comenta que luego de
jubilados resultan más dañinos que cuando están en activo. Precisamente
por sus íntimos contactos con la policía, Zacarías tuvo la iniciativa de
dirigirse a la casa del capitán Mastrapa tan pronto encontró la billetera.

Como colofón del reportaje, y con el mejor tono conclusivo, los
protagonistas se consumen en apologías a la revolución y al socialismo.
Zacarías Profeta, por ejemplo, resume su actitud con la siguiente
aseveración: "Por eso al devolver la cartera me sentí lo que soy en
Cuba, millonario".

El otro protagonista, el que extravió la billetera, al parecer de
nacionalidad italiana, teniendo en cuenta sus credenciales, Arturo
Cappolino, fue mucho más allá en sus declaraciones, y haciendo el
panegírico del totalitarismo caribeño aseguró: "Por eso, si me
preguntan, preferiré siempre vivir en un país como este, aunque tenga
que comer boniato por culpa del bloqueo o vestir un pantalón roto, antes
que vivir en otros, muy ricos, llenos de restaurantes con carne que no
sabe a carne o de tiendas con trajes de última moda, donde las personas
no llevan dentro lo mismo que ustedes los cubanos, y donde no se tiene
igual seguridad".

En cuanto a la seguridad, señor Cappolino, le concedo la razón. Cada
cubano, de tanta seguridad que tiene, lleva a un agente de la Seguridad
del Estado en la mollera, parecido al que llevaban los italianos en
tiempos del Duce Mussolini. Por lo demás, le aconsejo que no salga a la
calle con una cadena de oro puesta porque puede perder la cadena y hasta
el mismo cuello.

Para terminar, querido Cappolino, ojala y nunca tenga que vivir a golpe
de boniato. Siga con sus pizzas y sus coca colas. Con su cartera repleta
de billetes viajando por el mundo como integrante que es de una sociedad
libre. Se lo dice alguien que está impedido de visitar a su hija y a su
nieto residentes en Suecia y que, luego de casi un año comiendo boniato
por culpa de los ciclones y del bloqueo interno, ahora empieza a ver los
primeros plátanos.

Difícil de creer (23 June 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/junio09/23_C_3.html

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