2007-12-04.
Osmani Ricardo Segura García, Periodista Independiente, Centro
Informativo La Estrella Solitaria
LA HABANA, 3 de diciembre de 2007. Cuando escuchaba hoy desde temprano
las noticias sobre la contundente victoria del No en Venezuela y la
derrota del Sí, no pude contenerme y me emocioné, a pesar de que no soy
venezolano.
Después de que las autoridades electorales de Venezuela que tuvieron la
responsabilidad de estas votaciones informaron de la victoria de los
partidarios del No, seguidamente el presidente Hugo Chávez reconocía su
derrota y a la vez la victoria de sus oponentes.
Los cubanos que amamos la libertad, y que de hecho ya somos muchos en
Cuba, nos hemos regocijado con el resultado de las recientes votaciones
en Venezuela. Y para esto digo, sin el más mínimo titubeo, que en
Venezuela ganó la libertad y salió derrotado el totalitarismo.
Es digno de reconocer la labor desempeñada durante su campaña por el No
a la oposición al mandatario autoritario Hugo Chávez, quien ha
pretendido este último, copiar al régimen dictatorial de Fidel Castro, a
quien considera el "padre de los revolucionarios", ¡vaya padre ese!, a
quien la inmensa mayoría de los venezolanos no quieren imitar, y que los
cubanos, casi todos, estamos hartos de su perenne presencia y sus
obstinadas y aburridas reflexiones.
Para los cubanos de a pie, lo acontecido en Venezuela, también es una
victoria nuestra frente a la diabólica maquinaria del régimen castrista
y a su fiel discípulo Chávez, quienes pretenden hacer de nuestra América
una gran e implacable dictadura comunista, como lo fue en el pasado,
atiendan bien, en el pasado, la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS). Y aunque la pinten como el "socialismo del siglo XI",
no es otra cosa que "comunismo totalitario" vestido con piel de oveja.
Los cubanos conocemos muy bien, más que bien, todas esas mentiras que
Hugo Chávez ha tratado de implantar en Venezuela, pues en Cuba sucedió
casi lo mismo en los primeros días del triunfo de Fidel Castro en 1959,
cuando no tardó mucho tiempo para traicionar al pueblo cubano y a los
ideales iniciales de la revolución.
Esto lo he dicho y lo digo una vez más: "la lucha revolucionaria de
aquellos jóvenes cubanos contra la dictadura batistiana nunca estuvo
basada e inspirada bajo principios marxistas ni leninistas, sino bajo
sentimientos de amor a la patria y a la libertad. No se luchó por
implantar una nueva dictadura de corte estalinista en Cuba, sino por
traer a los cubanos libertad y bienestar para todos, rescatando la
progresista Constitución de 1940."
Felicito al pueblo venezolano, en su mayoría, por su firme y digna
decisión de abrazar la libertad y el respeto a los derechos humanos. Han
dado al mundo un brillante testimonio y un digno ejemplo de lo que es el
amor a la democracia. ¡Que viva Venezuela libre y democrática!
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=12884
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