2007-03-26.
Aini Martín Valero, Periodista Independiente, Cuba-Verdad
Los individuos y las sociedades pueden vivir y prosperar económicamente,
siempre que su economía tenga libertades para negociar.
Este concepto en Cuba no es aplicable, pues la economía aquí no goza de
ninguna libertad. El Gobierno manipula todos los sectores a su antojo.
Si existieran empresas privadas, aunadas a una democracia política, no
tuviéramos una economía tan devastada.
Si se hace un análisis de la situación económica y financiera del
cubano, se llegaría a la conclusión que con la venta de los equipos
electrodomésticos, los cubanos quedaríamos endeudados por más de 10
años. Nuestras fianzas no alcanzarían para nada pues entre el pago de la
luz, teléfono, agua, los equipos (vendidos a créditos) y la poca comida
que se puede adquirir, el cubano está viviendo y vivirá los momentos más
críticos de esta Revolución.
La crisis que atraviesa el cubano es por culpa de la manipulación de
bienes económicos que ha llevado el Gobierno en estos 48 años.
Si algún día hubiera una transición en Cuba, la economía fuera la mayor
beneficiada, pues ella gozaría de cambios urgentes y necesarios. Una
economía en transición se privilegiaría de la liberación de precios, la
supresión del control gubernamental sobre los mismos sería muy favorable
para la clase menos privilegiada.
La economía de mercado y la libertad del pueblo tienen una estrecha
relación, unidas con la democracia política se realizarían grandes
aperturas económicas, con oportunidades divinas para que prolifere y se
enriquezca el país.
Una economía con libertad para que sus productos y servicios compitan
entre sí, trae como beneficio que el trabajador pueda elegir un empleo,
afiliarse a un sindicato o cambiar de empleador.
Es sumamente necesario el cambio en Cuba pues este traería un poco de
prosperidad o siquiera daría seguridad económica a sus ciudadanos, que
día tras día se levantan pensando como sostener los gastos y los
ingresos en sus modestos hogares.
Con la transición de poderes de Fidel a Raúl Castro muchos cubanos
esperaban un cambio económico favorable pues según opiniones de los
propios cubanos "Raúl es más negociante y abrirá a Cuba a otros mercados
internacionales".
Estas mejorías no se observan, los sectores de la economía cubana siguen
empeorando. El transporte pésimo; en materia de salud, cada día menos
médicos; en la alimentación, mucho en las tiendas en divisa y poco en
las carnicerías y mercados; la problemática de la vivienda cada vez más
creciente.
El cubano sueña con una vida más eficiente y productiva, donde por lo
menos sus necesidades básicas estén cubiertas. Un 90% del cubano que
emigra a otros países lo hace por razones económicas. Si la economía
cubana se estabilizará y el cubano tuviera una vida prospera, muchos se
quedarían en su patria.
Necesitamos libertades económicas y políticas. Necesitamos cambios
urgentes que beneficien al pueblo. El cubano merece una vida más digna,
aquí en su tierra, sin la penosa necesidad de exiliarse, sin que las
familias se dividan por no tener simplemente un nivel económico favorable.
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