REPRESION
Infierno cubano
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - También Cuba tiene cárceles
sin ley donde más de una veintena de presos políticos permanecen
secuestrados durante meses y años sin derecho a juicio. Citemos por
ejemplo al periodista independiente Lic. Oscar Mario González Pérez, al
abogado René Gómez Manzano, al Pope ortodoxo Ricardo Medina Salabarría,
y a René Montes de Oca, líder del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba.
En Cuba 334 presos políticos permanecen encerrados como bestias
peligrosas sólo por querer democracia y libertad para Cuba. Ninguno es
terrorista, mucho menos delincuente o bandido. Ninguno ha portado armas.
Son simplemente opositores pacíficos, periodistas independientes,
bibliotecarios, médicos, abogados. Es el gulag cubano en tiempos de
cólera castrista. Una parodia judicial en las famosas cárceles de la
isla caribeña.
Los delfines y los peces del Acuario Nacional gozan de un mejor habitad,
compuesto de agua dulce o salada, temperaturas adecuadas, buen trato y
la alimentación que requiere cada especie.
Los presos cubanos, en cambio, cuentan con una alimentación muy
deficiente, escasez de agua, de medicamentos y sufren los traumas
propios del confinamiento solitario, pues muchos permanecen en celdas
especiales de máxima seguridad.
El ex gobernante cubano Fidel Castro le teme a los opositores pacíficos
como en el mundo libre le temen a los terroristas que ponen bombas para
que mueran civiles inocentes. Para no quedarse atrás, también Cuba
cuenta con secuestrados hace más de cuatro años, justamente -¡qué
coincidencia¡- cuando tras la guerra de Afganistán fueron enviados
cientos de peligrosos terroristas a la Base Naval de Guantánamo.
En las cárceles cubanas la prensa extranjera no puede hacer fotos ni
grabaciones. Ni siquiera la relatora de los Derechos Humanos de la ONU
puede visitar las celdas de la Isla. El gobierno cubano se lo tiene
prohibido. Se trata de prisiones particulares, todas con un solo dueño.
Sin el permiso de ese dueño, nadie jamás podrá visitarla. La primera vez
que la Cruz Roja Internacional pudo conocer determinadas prisiones
cubanas fue en 1989. Nunca más lo ha logrado. ¿Por qué, me pregunto, si
el canciller cubano Felipe Pérez Roque se ha referido en varias
ocasiones a las buenas condiciones carcelarias cubanas, a los derechos
con que cuentan los detenidos?
Tener un gran número de presos ha gustado al castrismo desde sus mismos
inicios. Según testimonios del propio Fidel Castro, durante la etapa
insurreccional hicieron más de mil prisioneros, y otros quinientos
durante la ofensiva de agosto en 1958.
Luego, ya en el gobierno, la herramienta principal del régimen castrista
para que no peligre su poder absoluto fue encarcelar a los opositores, a
los que aún califica de contrarrevolucionarios. Cuba es la nación con
mayor número de presos de conciencia aprobados por Amnistía
Internacional. En 1959, cuando triunfa el movimiento guerrillero
liderado por Fidel Castro, Cuba sólo poseía doce prisiones y una sola
instalación carcelaria de máxima seguridad. En la actualidad hay más de
doscientas prisiones, y cincuenta de máximo rigor para unos cien mil
prisioneros, en su gran mayoría pertenecientes a la raza negra.
Conozco las prisiones de Fidel Castro. En dos de ellas, donde permanecí
más de un año, pude ver la dependencia que tienen las prisioneras de
Manto Negro a los estupefacientes y al alcohol, donde se convierten
fácilmente en homosexuales o corruptas.
Por experiencia conozco las torturas sicológicas de que son víctimas las
opositoras pacíficas en las jaulas de Seguridad del Estado, donde
amenazan con el fusilamiento y la pérdida de los hijos. En carne propia
sufrí esas y otras torturas.
En meses pasados la prensa nacional hizo mención a que en la ciudad
alemana de Essen las penas de cárcel ya podían cumplirse en
penitenciarías privadas pertenecientes al grupo británico Serco Group,
así como la venta de un terreno para una futura prisión privada en
Nancy, Francia. Además, con mucha frecuencia publica las cifras de los
presos de Estados Unidos y de los países europeos.
Sin embargo, la prensa nacional de Cuba jamás ha mencionado la
existencia de cien mil presos en la Isla. Tampoco que las cárceles,
todas, tienen un solo dueño. Mucho menos ha publicado propiedad de quién
son los presos políticos, el mismo que da la orden de encarcelarlos o
liberarlos del infierno, según caprichos y conveniencias.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/nov06/01a7.htm
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