Tuesday, July 04, 2006

Testimonio del preso de conciencia Fabio Prieto Llorente

Testimonio del preso de conciencia Fabio Prieto Llorente condenado a 20
años de prisión desde la "Primavera del 2003"; actualmente cumple
sanción en la Prisión El Guayabo, en Isla de Pinos, Cuba.

DEMAGOGIA y TERROR Vs. REALIDAD

Bitácora Cubana, 4 de julio de 2006 - Prisión el Guayabo Isla de Pinos

Procedente de la prisión Kilo 8 en Camagüey me recibió en el penal "El
Guayabo" el Mayor Julio Ondares, jefe de ésta y de todas las
penitenciarias de Isla de Pinos. "Has llegado a una prisión modelo"
fueron sus palabras. En 4 meses de estancia en "El Guayabo" he
comprobado el modelo a que se refería el Mayor.

Las prisiones en Cuba si aplican las leyes, lo hacen a "ojo de buen
cubero". La arbitrariedad, el ensañamiento, el terror, unidas a la
escasez de y la dejadez, convierten cualquier prisión en un infierno,
sobre todo para aquellos que reclaman justicia y no se rinden frente a
la malignidad del sistema.

En esta prisión los presos comunes o aplican el "sálvese quien pueda"
como forma de sobrevivir, o se convierten en instrumentos del abuso
policial.

Los presos más abyectos, los que provienen de prisiones infantiles
(Escuelas de Conducta), los que solamente han visto la libertad de
pasada alguna que otra vez, y eso si han corrido con suerte, son los que
le sirven a la policía para controlar a los demás reos; son los que se
prestan para humillar y golpear a los reos, si las autoridades se lo
ordenan. Estos "hijos de la revolución", son perros sedientos de cariño
y acuden solícitos al primer llamado del amo ante cualquier beneficio
que se les prometa. Otros sienten un odio irreconciliable al sistema.

La mayor parte de los reos aguanta todo calladamente y aquellos a los
que no pueden controlar se les encierra en una celda, tapiada o no,
siempre sucia, sin bombillo, sin agua. En estas celdas apestosas duerme
el reo en un banco de cemento. Se ha dado el caso que han esposado al
prisionero a la reja, dicen que para evitar que se autoagreda.

En el menú, casi siempre servido, los platos se repiten una y otra vez.
Se sabe que los viernes toca una pasta de pollo (única carne que
suministran). Una semana toca pollo grande y la siguiente, pollo
chiquito –minúsculo-. A la cena con pollo le llaman "comida especial".

Las autoridades ofrecen como el plato fuerte más frecuente un huevo
hervido per cápita o una bolita horneada, hecha a base de harina y
subproducto animal.

En otras prisiones de Cuba los presos varían la roñosa alimentación,
gracias a las comidas cocinadas que entran a la prisión en las jabas
familiares. En "El Guayabo" tal procedimiento está terminantemente
prohibido. Las comidas deben consumirse en el salón de visita.

El suministro de agua se encuentra como uno de los peores males. Los
reclamos del autor para que mejoraran el líquido contaminado con tierra
y óxido que llegaba por una tubería dos ratos al día y otras quejas,
provocaron la ira policial y ordenaron a uno de sus presidiarios que me
golpeara.

Viniendo por mi costado derecho, en un pasillo oscuro, el presidiario me
golpeó en el ojo derecho, me abracó por la espalda y cuando logré
zafarme, se fue a correr. La policía, presente todo el tiempo, intervino
cuando traté de perseguir al agresor y dijeron que "eso pasó porque yo
les estaba poniendo malo el Destacamento".

Permanecí dos meses en aquel Destacamento, el #6, de 8 existentes en el
penal, conviviendo con más de 50 presos comunes. De allí me trasladaron
a esta celda de 3 metros de largo por 2 de ancho. Habito en esta celda
23 horas diarias. La otra hora me sacan al soleador donde hago algún
ejercicio.

Hace más de 15 días la turbina del pozo que abastece la prisión se
rompió. Ahora el agua llega en pipas y se deposita en una cisterna. El
"preciado líquido" pasó de amarillento a colorado.

Primero establecieron en las celdas la entrega de 2 litros del líquido
por persona al día, a los 5 días pude bañarme y a los 14 lavar las
sábanas. En la actualidad reparten 1 ó 2 cubetas al día a los presos
políticos Rolando Jiménez Pozada y al que suscribe. Esto por nuestras
constantes reclamaciones, pero para los demás reos se les mantiene la
distribución de agua sólo para tomar por días y días. En los
destacamentos pasa muy parecido.

Con la situación del agua también el teléfono dejó de funcionar, pues
siempre es desconectado en cuanto surge algún problema en la prisión.
Las autoridades afirman que tengo derecho a 100 minutos de llamadas
mensualmente, pero jamás se cumplen.

La correspondencia se requisa rigurosamente a toda la población penal,
las cartas deben entregarse abiertas para que los funcionarios las lean
y las envíen si aprueban el contenido.

Con los presos políticos el rigor aumenta, al punto que enviar una nota
a Jiménez Pozada, se hace prácticamente imposible. Tengo contacto diario
sólo con un reo que reparte los alimentos, distribuye el agua y muy rara
vez limpia el pasillo frente a mi celda.

Para que me pusieran un bombillo en la celda, reclamé más de un mes.
Según el Mayor Ondares, en las celdas estaba prohibido poner bombillos.
El bombillo duró 15 días y el apagón otra vez. A los presos comunes no
se le pone bombillo en las celdas, Jiménez Pozada estuvo 3 años en la
celda a oscuras.

Con la precaria alimentación, el agua sucia, sin un bombillo y sin
contacto con el mundo exterior, hablar de salud es un disparate: la
medicina va por el mismo camino. Una doctora me recetó 3 tabletas de
Alucil en desayuno, almuerzo y comida. Las enfermeras pasan frente a mi
celda 1 ó 2 veces al día y los funcionarios les prohíben entregar más de
una tableta por recorrido. Suspendí el tratamiento.

Los militares jamás reconocen sus errores. Dada la situación del agua
sucia interrogué a varios oficiales y sólo obtuve respuestas como estas:
"Es la pipa" dijo uno "En mi casa está saliendo igual", afirmó otro,"Es
la misma que tomamos nosotros" contestó el tercero. Un funcionario
explicó entre dientes " No está saliendo así en casa de nadie, la razón
es la suciedad de la cisterna y las tuberías podridas ".

Con respecto a las prisiones de Cuba, al gobierno no le interesa
invertir $1.00 en ellas. Es como aquello de que "en casa del herrero,
cuchillo de palo". Mientras el régimen de Castro critica al
"neoliberalismo" en otros países, imponen un sistema cruel y abusivo en
su propio país. "Al Guayabo" no se le da un mantenimiento desde su
construcción hace más de 25 años. No existe una sola llave para
controlar el chorro de agua sucia, ni en las celdas ni en los destacamentos.

Viví 40 años sin caer preso, si alguien me hablaba de lo que sucede en
las prisiones de Cuba pensaba: "Este está exagerando". La demagogia no
da tregua a la realidad, no sólo el mayor Ondares brilla por sus "frases
altisonantes"; a la entrada de la enfermería de la prisión un cartel que
dice en letras rojas: "Es mejor morir con Fidel, que vivir sin él". Esto
explica la mentalidad totalitaria impuesta por los funcionarios.

Sobreviviendo en el destacamento #6 las autoridades convocaron al equipo
de baseball para el tercer encuentro del campeonato de la prisión que
había comenzado hacía mes y medio. Avisaron a los peloteros a la 1:00
p.m., pero suspendieron el partido antes de sacarlos del destacamento,
muy parecido funcionan las aulas.

La razón de la convocatoria beisbolera fue para realizar un partido
contra otro destacamento en presencia de algunos representantes de la
prensa oficial. Al parecer los periodistas después de almorzar dieron el
supuesto campeonato presidiario por muy exitoso.

Durante la mañana "la prensa" visitó 6 aulas y disfrutaron del grupito
musical de la prisión, que en esos 4 meses ha actuado para los
visitantes y algunas actuaciones fuera de la prisión. No ha habido
ningún tipo de intercambio. En ese periodo no se ha realizado ningún
tipo de actividad cultural para los presos. La problemática explicada
aquí no será tema para sus artículos. En sus panfletos, que no saldrán
en la prensa nacional, sólo en Internet y otras publicaciones para
consumo internacional, contarán loas al deporte, la cultura, la
educación y la salud gratuita que gracias a la revolución disfrutan los
"alumnos" de la "escuela" "El Guayabo".

El autor de esta denuncia, mientras el Partido Comunista de Cuba canta,
estará rompiéndose la cabeza pensando si habrán desnudado a mi familia
en busca de ésta o alguna otra nota ilegal.

La crisis del agua, duró esta vez 21 días. El líquido volvió a la
normalidad, es decir, a los 2 chorros diarios. Después de fregar la
cisterna el agua llega mas clara. Con el líquido llegó el teléfono y un
poco antes, también el bombillo de mi celda.

Ahora son las plagas de los mosquitos, jejenes, hormigas, mucho calor y
otras inmundicias nuestras preocupaciones del momento.

Prisión el Guayabo Isla de Pinos

29 de mayo de 2006

http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=2385

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