Monday, July 17, 2006

El secreto del quinto pleno

POLITICA
El secreto del quinto pleno

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba - Julio (www.cubanet.org) - El cosmos sectario, secreto
y conspirativo de las estructuras comunistas cubanas, se ha expresado
nuevamente con la celebración de su Quinto Pleno del Comité Central, el
pasado primero de julio.

El colmo de la discreción radica en que del más importante evento de la
organización comunista, después del congreso, la opinión publica
nacional e internacional no haya conocido previamente ni el más ligero
de sus datos. Además, se demoraron en informar sobre el evento más de
tres días.

La tradición indica que el cubano nunca conoció con antelación sobre la
realización de este tipo de reuniones, y mucho menos sobre las agendas
de discusión; pero en las especiales circunstancias en que se celebró el
Quinto Pleno, lo clandestino de la reunión encierra más enigmas que
respuestas. Sobre todo, ante los retos que enfrenta la nación y el mismo
Partido Comunista, de cara a la construcción democrática que está en el
horizonte visible.

La ausencia de un congreso que defina estratégicamente políticas para el
futuro de la isla, los cambios de varios ministros y primeros
secretarios del partido en provincia, la reincorporación y aumento del
aparato burocrático de la organización, la ausencia de nombramiento de
dos ministros, la expulsión y encarcelamiento de uno de los miembros del
Buró Político en los últimos días, los constantes enfrentamientos
verbales ante los medios de prensa entre los hermanos Castro, relativos
a quién será el sucesor, son sólo algunos puntos de vista sobre la
importancia del cónclave, del cual la prensa sólo presentó una muy breve
reseña oficial.

El resumen estaba dedicado a subrayar dos puntos del discurso del
ministro de las Fuerzas Armadas el 14 de junio pasado durante una
ceremonia militar.

Raúl Castro y sus seguidores, reza el primer punto, conformados por los
altos mandos militares que comandan tropas y el grupo de generales y
coroneles que desde hace varios años asumen la dirección de importantes
empresas y ministerios, en unión de la burocracia del partido dirigida
por los conservadores que preside Machado Ventura, son los que deben
instalarse en la dirección del gobierno cuando el Comandante "se haya
ido del parque".

El segundo punto recuerda que se mantendrán la represión contra los
demócratas, liberales y otras fuerzas del cambio en todos los estratos
de la sociedad. El fin es el de mantener el diseño de sucesión, sin
transición, que todavía aparece inexacto a los analistas, investigadores
y al sencillo ciudadano. Ante todo, por el grupo de fuerzas que de
manera clandestina se mueven a la sombra del poder en el escenario
político nacional.

Sin embargo, más allá de esa lectura lineal y coloreada en tonos pastel
que describe la nota oficial, se esconden interrogantes definitorias,
donde el reabierto secretariado del Comité Central, liderado por dos
duros como Machado Ventura y Esteban Lazo, está arropado por una
generación de políticos más jóvenes (todos mayores de cuarenta y cinco
años) que provienen del más rancio abolengo burocrático.

Lazo Hernández es el cuarto hombre en la estructura jerárquica del
secretariado, miembro, además, del Buró Político. En los últimos tiempos
está ocupado en su nuevo papel de canciller del partido y no asistió al
pleno por encontrarse de gira por varios países asiáticos.

Con la salvedad de Lazo Hernández, los cubanos negros están en franca
desventaja en el "buró", luego que Juan Carlos Robinson Agramonte fuera
expulsado de todas las instancias comunistas, sometido a juicio sumario
y condenado a doce años de privación de libertad, sin que se diera a
conocer ni antes ni después el delito en el que incurrió ni quiénes
participaron en el denominado "tráfico de influencias".

En el tipo de fechoría del que se acusó a Robinson Agramonte participa
por lo general más de un individuo, y es improbable que la culpa caiga
en una sola persona, por lo que la solución que se le dio al conflicto
legal fue ideal, sobre todo porque no se quiere llegar ni a la verdad ni
a la justicia.

Partiendo de ese criterio, no es desechable la idea de que Machado
Ventura sacrificó uno de sus peones con tal de obtener un silencioso
control del secretariado, que como reza el Granma, será el encargado de
organizar y asegurar la ejecución y cumplimiento de sus acuerdos; pero
además, y esto es lo más importante, será el encargado de aplicar la
política de cuadros (renovación de lideres) tanto en el partido como en
la sociedad.

Esto último se puede entender como el control de las promociones y
rechazos de los dirigentes dentro del partido y del gobierno. A todas
luces una plaza muy codiciada en las organizaciones totalitarias.

Con este dominio sobre el aparato burocrático del segmento conservador
del Partido Comunista es probable que se rompa el equilibrio que impedía
el nombramiento de los suplentes de los ministros muertos el año pasado,
y permita otros reajustes de fuerza dentro de la élite del gobierno.

La contienda es tan profunda y el poder de los conservadores es tan
sólido que los militares se quedaron sin participar en el reparto del
secretariado, organización donde habían estado antes. Y además, en una
clara concesión a Raúl Castro, le fue perdonada la vida política al ex
ministro de la Industria Básica Marcos Portal, al que se le permitió
mantenerse como miembro del Comité Central y como diputado.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/jul06/17a6.htm

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