Viva la revolución energética
Oscar Sánchez Madan
Bitácora Cubana, 4 de junio de 2006 - Matanzas
La población matancera, con razón, se queja por las afectaciones que ha
sufrido derivadas de la implementación de la llamada revolución
energética, estrategia sui generis con la que el gobierno castrista
pretende, luego de 47 años de derroche colosal, disminuir el despilfarro
de energía en el país.
Si bien es cierto que en los últimos meses se redujeron los cortes de
servicios eléctricos en el territorio y las autoridades distribuyeron
nuevos equipos electrodomésticos, en substitución de los viejos,
presuntamente menos ahorradores, también es evidente que los ciudadanos
se sienten estafados por las consecuencias de esta dudosa política.
Es fácil entender por qué la gente critica los altos precios de las
ollas y los fogones eléctricos vendidos por la nomenclatura. Los
miserables salarios de los trabajadores no alcanzan siquiera para una
alimentación decorosa.
Duele saber que el estado ha comercializado miles de equipos defectuosos
en un territorio donde no siempre existen las condiciones adecuadas para
cambiarlos o repararlos. Tal es el caso de los pequeños fogones
eléctricos que resultaron ser un desastre, algo que una colega de la
prensa oficial calificó como cuestiones aún por resolver.
Los nuevos refrigeradores chinos que por estos días se distribuyen, mas
allá de sus elevados precios, de hasta 6 000 pesos, cuando el salario
promedio mensual de los trabajadores es de alrededor de 300 pesos, ya
empiezan a causar dolores de cabeza a sus propietarios. Muchos no
congelan bien y generan una considerable humedad en su interior que nos
hacen dudar de su anunciada calidad.
Por otra parte, una interrogante se repite de boca en boca: ¿Por qué si
el gobierno tenía previsto vender nuevos refrigeradores a la población,
le vendió semanas antes termostatos y juntas para ser instaladas en los
viejos equipos? La respuesta no puede ser otra: por la falta de
responsabilidad de los dirigentes y funcionarios estatales.
Los matanceros están bien molestos, no sólo porque aún se producen
apagones de hasta más de 5 horas de duración en algunas localidades,
sino también porque han visto como las maquinas de los refrigeradores de
uso que el Todopoderoso Estado les está obligando entregar,
gratuitamente, se están comercializando a 400 pesos, moneda nacional, en
el mercado subterráneo, muy a pesar de la archiconocida batalla oficial
contra la corrupción.
Llama la atención el hecho de que los cientos de ómnibus chinos de
pasajeros, marca Yutón, que han arribado a la isla presuntamente para
ser utilizados por el gobierno en el mejoramiento del transporte
público, sector que enfrenta un notable deterioro desde hace más de 15
años, y en el ahorro de combustible, gracias a la supuesta calidad de
los mismos, se están empleando fundamentalmente en el traslado de
ciudadanos extranjeros que estudian o reciben atención médica en el país
y en la transportación de los llamados trabajadores sociales,
contingentes paramilitares que prestan servicios en las labores
oficiales de la denominada batalla de ideas y en los actos de repudios
que se efectúan contra la oposición interna bajo la anuencia del
oficialismo, mientras que la población enfrente las vicisitudes propias
de la deficiente gestión gubernamental y administrativa.
La gente esta irritada, ya que las autoridades desde hace tiempo hablan
de acondicionadores de aire, de televisores y de otros artículos
electrodomésticos, que supuestamente les van a vender a precios
exorbitantes, los cuales brillan por su ausencia. Asimismo, han puesto
el grito en el cielo, ya que luego del arbitrario e injusto incremento
de las tarifas eléctricas, ahora pagan un impuesto, que en muchos casos,
se han cuadruplicados.
Por lo pronto, muchos matanceros, entre ellos, este comunicador, con
cierta dosis de sana ironía, en las gargantas gritan, para que todo el
mundo les oiga: “Viva la revolución energética”.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=2207
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