Posted on Sun, Jan. 22, 2006
Washington rechaza acusación de Castro
EFE
LA HABANA
El jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA), Michael Parmly, rechazó ayer las acusaciones del gobernante cubano, Fidel Castro, sobre supuestos planes de Washington para romper los acuerdos migratorios bilaterales.
''No es algo que hayamos pensado'', dijo Parmly a un grupo de corresponsales extranjeros en su residencia de La Habana.
Parmly explicó que funcionarios cubanos y estadounidenses mantienen conversaciones periódicamente sobre el tema migratorio porque es un ''hecho complejo'' entre Cuba y Estados Unidos, aunque reconoció que ``eso no quiere decir que sean conversaciones formales''.
Castro acusó anoche a Washington de planear romper el acuerdo migratorio vigente entre ambos países, firmado en 1994, tras la llamada ``crisis de los balseros''.
El acuerdo, ampliado en 1995, establece la entrega de un mínimo de 20,000 visados anuales por parte de EEUU a ciudadanos cubanos y la repatriación de los inmigrantes interceptados en el mar.
Según Parmly, EEUU hace un seguimiento del acuerdo migratorio con Cuba porque ''para nosotros, es muy importante una migración ordenada y segura, que la gente no se lance a la fortuna en el estrecho'' de Florida.
''Es normal, es habitual mantener conversaciones con autoridades cubanas sobre este tema, no hay ninguna novedad en esto'', insistió.
El diplomático estadounidense rechazó también que la instalación de un panel informativo con mensajes sobre artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos en la sede de la SINA en La Habana constituya una ``provocación''.
''Consideramos que es un esfuerzo de diálogo con el pueblo cubano, de comprender lo que quiere el pueblo cubano'', apuntó Parmly.
Washington rechaza acusación de Castro
EFE
LA HABANA
El jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA), Michael Parmly, rechazó ayer las acusaciones del gobernante cubano, Fidel Castro, sobre supuestos planes de Washington para romper los acuerdos migratorios bilaterales.
''No es algo que hayamos pensado'', dijo Parmly a un grupo de corresponsales extranjeros en su residencia de La Habana.
Parmly explicó que funcionarios cubanos y estadounidenses mantienen conversaciones periódicamente sobre el tema migratorio porque es un ''hecho complejo'' entre Cuba y Estados Unidos, aunque reconoció que ``eso no quiere decir que sean conversaciones formales''.
Castro acusó anoche a Washington de planear romper el acuerdo migratorio vigente entre ambos países, firmado en 1994, tras la llamada ``crisis de los balseros''.
El acuerdo, ampliado en 1995, establece la entrega de un mínimo de 20,000 visados anuales por parte de EEUU a ciudadanos cubanos y la repatriación de los inmigrantes interceptados en el mar.
Según Parmly, EEUU hace un seguimiento del acuerdo migratorio con Cuba porque ''para nosotros, es muy importante una migración ordenada y segura, que la gente no se lance a la fortuna en el estrecho'' de Florida.
''Es normal, es habitual mantener conversaciones con autoridades cubanas sobre este tema, no hay ninguna novedad en esto'', insistió.
El diplomático estadounidense rechazó también que la instalación de un panel informativo con mensajes sobre artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos en la sede de la SINA en La Habana constituya una ``provocación''.
''Consideramos que es un esfuerzo de diálogo con el pueblo cubano, de comprender lo que quiere el pueblo cubano'', apuntó Parmly.
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