Elogio de los fantasmas
Gina Montaner
Los años más tenebrosos de la dictadura cubana se emborronan con el paso
del tiempo. Han transcurrido más de cinco décadas desde que los hermanos
Castro se enquistaron en el poder y en estos 53 largos años los malos
recuerdos han sido sustituidos por otros más recientes. Sin embargo, las
huellas de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) perviven.
La semana pasada se celebraron en La Casa de América, en Madrid, las
segundas Jornadas sobre "Derechos Humanos, Sociedad Civil y
Homosexualidad en Cuba" y en ellas quedó patente que nadie puede ni
quiere olvidar los crímenes que se cometieron en esos campos de trabajos
forzados que confinaron a más de 25.000 hombres entre 1965 y 1968.
Por segunda vez la iniciativa partió de la Confederación Española de
Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales ("Colegas"). Una organización
española que en todo momento ha reivindicado el derecho a la libertad de
los cubanos, todos los cubanos, sin contar con demasiadas simpatías por
parte de un sector de la izquierda que todavía defiende al régimen
castrista y prefiere obviar los atropellos contra todos aquellos que se
atreven a desobedecer las arbitrariedades de los Castro.
Durante dos días el público tuvo la oportunidad de escuchar ponencias de
escritores como Zoe Valdés, Abilio Estévez, Vicente Echerri o María
Elena Cruz Varela. Los testimonios de disidentes como Osvaldo Alfonso o
Remis Iglesias. Las impresiones de periodistas que han sido
corresponsales en la Isla. El posicionamiento sobre Cuba de distintas
fuerzas políticas españolas. Debates sobre la operación de maquillaje
que el gobierno hace por medio de la hija de Raúl, Mariela Castro, al
frente del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba. Dos días
intensos que desenterraron lo que la dictadura pretende tapar y restarle
importancia con desfiles y banderolas del arcoiris gay que distraen la
atención del problema central: la falta de libertades en una isla que es
una inmensa cárcel.
En las Jornadas de "Colegas" se invocaron los nombres de Reinaldo
Arenas, de Virgilio Piñera y de Lezama Lima. Escritores que fueron
prohibidos, perseguidos y vejados. Entre los asistentes no había nadie
que no hubiera sufrido en carne propia el escarnio o que no conociera a
alguien que fue expulsado de su centro laboral o de la universidad por
no ajustare a los parámetros de comportamiento social con los que el
régimen ha pretendido encorsetar a la sociedad cubana.
En varias ocasiones se citó un discurso que Fidel Castro pronunció a
principios de los años sesenta y es inevitable concluir que aquella
revolución nunca tuvo nada de revolucionaria porque la dirigían unos
machos anticuados y con ideas casposas. En su arenga, Castro bramó
contra los "pepillos", "hijos de burgueses" que se atrevían a vestir
"pantaloncitos demasiado estrechos". Palabras propias de una abuela que
regaña al nieto rebelde. Ciertamente era él, Fidel, quien se
escandalizaba como una beata por las "actitudes elvispreslianas" y el
"libertinaje" de una juventud que sintonizaba con los Beatles o los
Rolling Stones. Así de antiguo y estrecho nació su fracasado experimento
social.
Ha sido saludable que la Confederación "Colegas" reuniera otra vez a
disidentes y activistas a favor de los derechos de los gays porque
conviene mantener vivo en la memoria el acoso al que el Estado cubano ha
sometido a los que buscan espacios de libertad política y sexual. Lo
otro, que es caer en el olvido y la desmemoria, sería darle la razón a
la patética pantomima a la que se ha prestado Mariela Castro. La varita
mágica de una de las herederas de la dinastía no conseguirá hacer
desaparecer tantos años de sufrimiento que parecen no tener fin.
En el escrito que Abilio Estévez envió a las Jornadas para ser leído, el
novelista cubano recordó cómo al gran Virgilio Piñera lo condenaron a
una "vida de riguroso silencio" por ser homosexual. Piñera, comenta
Abilio, introdujo el verbo "fantasmar" en su obra "Dos viejos pánicos"
para describir la perversa maniobra que consistía en hacer invisibles a
las víctimas de esa caza de brujas. Finalmente, los verdugos y
cancerberos del castrismo nunca podrán librarse de sus fantasmas.
Twitter: @ginamontaner
http://www.elnuevoherald.com/2012/02/27/1135422/gina-montaner-elogio-de-los-fantasmas.html
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