Tuesday, October 14, 2008

En situación extrema

En situación extrema

Frank Correa

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Hace una semana, en Palma
Soriano, municipio de la provincia Santiago de Cuba, fue apedreada la
vivienda del jefe del gobierno por un grupo de personas que fue
catalogado como opositores.

Sin lugar a dudas que fueron opositores quienes lanzaron las piedras,
pues quien ataca al gobierno se le opone.

Luego de la agudización de la crisis alimentaria debido a los huracanes,
la pequeña economía de Palma Soriano ha llegado a niveles límites de
ahogo. Los precios de los productos en este municipio agrícola
sobrepasan a los de la capital. En las tablillas de los mercados se lee:
arroz 9 pesos la libra; malanga a 10; lo que puede ser un buen
referente de la situación en la zona oriental del país.

El gobierno de Palma Soriano dio la orden de multar a todos los
vendedores por cuenta propia que llevaran sus productos a las
tradicionales ferias del domingo de las calle 26 y Paquito Borrero,
solamente se les permite vender en los establecimientos del Estado. El
domingo 28 de septiembre la policía detuvo a todos los particulares que
osaban incumplir con esta orden y, a los que no pudieron escapar, les
confiscó los productos.

Tampoco apareció por la feria ningún camión de alguna cooperativa
estatal con viandas y vegetales.

El malestar en Palma Soriano es general. El opositor Pedro Figueredo
opinó al respecto que el fin del sistema puede estar cerca, y ese
malestar tal vez sea un síntoma generalizado.

En todos los centros de trabajo del municipio, los trabajadores fueron
convocados a reuniones extraordinarias. Marino Antomachín Rivero y Pedro
Figueredo Guerra relataron que en las reuniones de la Empresa de
Refrigeración Municipal y del INDER, se habló del dinero que estaba
enviando los Estados Unidos a los opositores para colocar carteles
contrarrevolucionarios y subvertir el orden. Los directivos pidieron a
los trabajadores que estuvieran alertas contra esos individuos, y si
había que romper alguna cabeza que no se preocuparan, dándoles total
impunidad.

Marino y Pedro afirmaron que el ánimo de sus compañeros de trabajo no es
atacar a los que protestan por sus mismos derechos, y no existe
motivación alguna para golpear a un vecino o a un opositor por quejarse
de la escasez y el desorden imperantes.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/oct08/14_C_1.html

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