Guillermo Fariñas Hernández – Cubanacán Press
13 de agosto de 2007
Santa Clara, Cuba – Era una fría mañana en el mes de diciembre, del hoy
algo lejano 1995, los apresurados transeúntes que atravesaban el parque
"Leoncio Vidal" de Santa Clara, les era inexplicable, pero sentían que
flotaba una atmósfera tensa, el contexto estaba cargado, sin embargo no
se veía ni un solo policía uniformado por allí.
Una ruta de ómnibus con la número 3 entró a aquel gran espacio abierto,
por la calle de la iglesia "Buen Viaje". Cerca de unas 50 personas de
apariencia y vestimenta civil se pusieron en guardia, eran los conocidos
agentes de la Seguridad del Estado, encabezados por el mayor Raúl
Fernández y los capitanes Boris Luís Arrivas junto a Eduardo Castellón.
Así mismo otra veintena de hombres y mujeres, dieron sendos respingos en
sus correspondientes asientos parquesinos, cuando vieron descender del
medio de transporte, a un hombre de tez blanca, con pelo muy negro, de
complexión corporal delgada. El sujeto escondía su nerviosismo tras una
estudiada coraza de indiferencia. Todos ellos eran los disidentes
pacíficos al Castrismo.
El que bajó del bus era Librado Linares García, Secretario General del
Movimiento Cubano Reflexión. Un ex–militante del Partido Comunista de
Cuba, a quien casi apalearon, en el lugar donde trabajaba, el central
azucarero del municipio Camajuaní "Batalla de Santa Clara", por
atreverse a proponer, una apertura económica con los países
capitalistas, al turismo y la despenalización del dólar. Su error
hacerlo antes que el propio Comandante Fidel Castro Ruz lo hiciese.
Los grupos de la oposición no-violenta y pública en el trío de nuevas
provincias, que conformaron la antigua provincia de Las Villas, no
habían podido efectuar la elección del Delegado y Vice-delegado de la
Comisión # 11 de la concertación unitaria "Concilio Cubano", pues las
dos reuniones anteriores fueron saboteadas por la represiva y los
agentes infiltrados en la disidencia.
Pugnaban por prevalecer un par de tendencias eleccionarias dentro de los
demócratas villareños, una respaldaba la continuación en los mencionados
cargos de Librado y Omar Ruiz Hernández, mientras que la otra pretendía
elegir a Juan Francisco Fernández Gómez apodado "Júnior" o a Oscar
Madruga y tal vez a Luís Ramón Hernández Rodríguez en esas
responsabilidades.
Linares García citó a todos los que estaban al frente de alguna
organización contestataria en la región central de la isla y se dijo
para si mismo el refrán popular: "A la tercera va la vencida". Con
antelación comunicó por igual, tanto a los que intuía eran informantes,
así como a los auténticos antitotalitarios. La trampa fue, que tenía una
casa cercana al citadino parque, para realizar los ya engorrosos comicios.
Los autosuficientes oficiales de la contrainteligencia Fidelista,
esperaron con un gran operativo montado en los alrededores del parque de
marras, que abarcaba hasta cinco cuadras a la redonda. No querían
intervenir con premura, porque deseaban saber la vivienda, en la cual se
efectuaría la votación. A la triada Fernández – Arrivas - Castellón por
sobre otros, "se les hacia la boca agua", en lo que harían al dueño de
la residencia, cuando ellos lo detuvieran.
Con una ecuanimidad que hasta a él mismo le asombró, Librado fue
caminando por todo el parque más céntrico de la ciudad de Marta Abreu,
pidiéndoles a sus hermanos de ideas democráticas, que por favor lo
siguieran, pues al instante irían para el sitio, donde se ejercería el
sufragio, todos le acompañaron ante las propias narices del G-2, que
supuestamente, "Lo sabe todo".
Y como quien no quiere las cosas, el hombre del Movimiento Cubano
Reflexión, se dirigió hacia el lateral este del parque Vidal,
introduciéndose de pronto en compañía de los otros opositores en la
antigua sede de la gobernatura de Las Villas, donde hoy se asienta la
Biblioteca Provincial "José Martí". Los sorprendidos disidentes a pedido
de Librado se sentaron en una de las mesas para la lectura.
El hijo de Camajuaní confeccionadas todas las boletas electorales en sus
bolsillos, también trajo consigo bolígrafos, lápices y hasta gomas de
borrar. Allí mismo y sin darle tiempo a los delatores que aparentaban
ser oponentes de prevenir a los represores, se efectuó sin contratiempos
la elección, quedando ratificado Librado Ricardo Linares García como
delegado territorial de Concilio Cubano.
Ya han pasado 12 años y fueron quitadas algunas mascaras públicamente,
por ejemplo Juan Francisco Fernández Gómez y el difunto Oscar Madruga
López, los destaparon en 1999 como los agentes "Félix" y "Julito" de la
Policía Política respectivamente. Mientras varios antifaces están medio
caídos y otros de los involucrados sospechosamente han regresado del exilio.
Quien un día fuera más inteligente que la Seguridad del Estado, el
Ingeniero en Control Automático Librado Linares García, lo están dejando
ciego por venganza, en la prisión "Ariza", provincia de Cienfuegos. En
unos reconfortantes diálogos por teléfono, Librado anima a los
opositores en aparente libertad, con la frase: "Si me dejan ciego,
continuaré la lucha, para serle útil a la Patria".
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=5344
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