Conceptos para una democracia en Cuba
MANUEL CEREIJO
Las primeras medidas fundamentales para garantizar la democracia en Cuba
deben ser la abolición de la constitución socialista de 1976 y todas sus
enmiendas, y la eliminación de todos los organismos políticos del
régimen actual, incluyendo la Asamblea Popular, el Consejo de Estado, y
el Partido Comunista. Además,
• La libertad inmediata de todos los presos políticos. En una democracia
no deben existir presos políticos, ya que la democracia es el derecho a
realizar cambios políticos en forma periódica.
• La convocatoria a elecciones generales en un periodo menor de 18
meses, a partir del establecimiento de un gobierno de transición. Hay
que esperar un tiempo prudencial para que la sociedad cubana se
estabilice y se pueda garantizar unas elecciones transparentes, honradas
y con un periodo preelectoral adecuado.
• La desintegración de la maquinaria de inteligencia y represión
nacional e internacional.
• El regreso de los exiliados, incluyendo hijos y nietos, con todos los
derechos de un ciudadano cubano.
• Eliminación del control estatal sobre los medios de comunicación.
• Promulgación de un código electoral que garantice el pluripartidismo y
permita el acceso a los medios de comunicación a todos los partidos.
• Eliminación del servicio militar obligatorio y creación de un ejército
profesional pequeño, una vez que muchos de los miembros del ejército
actual encuentren oportunidades de trabajo.
• Garantía de todos los ciudadanos a todo tipo de actividades
culturales, religiosas, artísticas, comerciales, profesionales.
Estos conceptos anteriores son sociopolíticos, para garantizar una
sociedad libre. Desde el punto de vista ecónomico, se necesitará
• Abolir todas las leyes y regulaciones que permiten la existencia única
de una economía estatal.
• El derecho de los ciudadanos, residentes y entidades legales a poseer
propiedad privada, tanto doméstica como comercial.
• Comercio libre a todos los niveles.
• Privatización de la mayoría de las propiedades o infraestructuras en
manos del gobierno. El gobierno sólo debe tener bajo su regulación
ciertas infraestructuras como recogida de basura, limpieza de calles,
acueductos, alcantarillados, así como policía y ejército.
• Declarar ilegales todas las confiscaciones hechas por el sistema actual.
• Mantenimiento, mejoría y construcción de la infraestructura básica del
país.
• Promover las inversiones extranjeras.
• Estimular y facilitar las inversiones por parte de los cubanos.
• Respetar el derecho a una educación gratis.
• Garantizar que cada ciudadano escoja libremente su profesión, oficio o
trabajo.
La sociedad debe permitir una movilidad horizontal y vertical para todos
los trabajadores, de acuerdo con su talento, relaciones, y decisiones
individuales. Todas las actividades religiosas deben ser permitidas sin
intervención gubernamental, incluyendo la construcción de nuevos templos
e iglesias. Las organizaciones religiosas deben tener el derecho a
poseer y administrar escuelas, conventos, hospitales, así como acceso o
posesión de medios de comunicación. Necesitamos garantizar justicia
social, paz y el derecho a vivir sin miedo, sin temor, persecución,
arresto arbitrario, humillación. Una sociedad libre, estable, que
permita al pueblo cubano vivir con felicidad y prosperidad.
Pero para llegar a esta democracia, tenemos que conseguir el
derrocamiento del sistema actual, tanto por el exilio como por el pueblo
cubano dentro de la isla. En el exilio tenemos que tomar iniciativas
nuevas, diferentes. Iniciativas que los desconcierten, que los coloquen
a la defensiva, que le digan al mundo y al pueblo de Cuba quiénes somos
en realidad, qué representamos y qué queremos para una Cuba futura.
Experiencias nuevas y viejas, mismos principios. Tácticas diferentes,
visionarias, arriesgadas. Sólo así lograremos nuestra victoria y se
podrá empezar de nuevo en Cuba.
No podemos permitir más que el mundo trate de entorpecer una posible
libertad y democracia en Cuba en nombre de una supuesta estabilidad. Ese
concepto de la estabilidad que proviene de los Castro es completamente
falso. Más aún, si fuera cierto, ¿no vale la pena la libertad de un
pueblo aunque esto produzca cierta inestabilidad inicial? Cuba debe
tener libertad, democracia, justicia y derecho. ¿Desean los cubanos
libertad? Claro que sí. ¿No está Cuba preparada para una democracia? Sí
lo está. Si al pueblo cubano se le da a escoger, todo el pueblo prefiere
una sociedad libre y no una sociedad oprimida. La libertad es un derecho
inalienable del pueblo cubano. Estados Unidos y América Latina estarán
más seguros con una Cuba democrática. Los grupos terroristas, amparados
por la Cuba de hoy, se verían sin apoyo.
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas_de_opinion/story/71415.html
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