Por Jaime Leygonier.
26 de mayo de 2007
La Habana - bitacoracubana - El turismo floreció en Cuba desde los años
90 para apuntalar a su régimen con divisas manchadas por la marginación
a los cubanos con métodos que tipifican legalmente como delito de apartheid.
Cadenas hoteleras internacionales, principalmente españolas, cayeron en
Cuba como buitres sobre un cadáver, para lucrar hombro con hombro con el
estado cubano gracias a ese sistema de marginación a los nacionales.
El Dr. Darsi Ferrer Ramírez, del Centro de Salud y derechos Humanos
¨Juan Bruno Zayas¨ en su informe ¨ BASTA DE APARTHEID EN CUBA, CAMPAÑA
POR LA DIGNIDAD DE LOS CUBANOS ¨ analizó apenas un mínimo de este flagelo.
En su informe acerca del apartheid en Cuba el médico disidente se quedó
corto. El Dr. Ferrer teme no ser creído en el extranjero por lo absurda
que es la realidad.
Es incalculable la degradación impuesta a la sociedad por la práctica
del Estado -- en complicidad con inversionistas extranjeros – de
prohibir a los nacionales los servicios hoteleros , playas selectas ,
transportes , la propiedad o alquiler de automóviles y apartamentos,
servicios de telefonía celular , Internet y los mejores servicios
hospitalarios .
El Estado niega esto a los cubanos por el sólo hecho de ser cubanos. En
¨ la sociedad más justa y solidaria del mundo ¨, el gobierno -- que
blasona de patriota – prohíbe a los nacionales hospedarse en hoteles,
hospedar a extranjeros o relacionarse con ellos , poseer teléfono
celular , acceso a Internet o comprar un apartamento.
Como afirma el informe del Dr. Ferrer: ¨ Miles de jóvenes e incluso
niños, sufren o han cumplido prisión por el mero hecho de frecuentar
zonas turistas. Entablar conversación con extranjeros con frecuencia
deviene en una sanción penal de peligrosidad por ¨ asedio a turistas ¨.
Los cubanos -- que sufren trabajos increíbles por el abandono estatal
del transporte público -- ven pasar ómnibus vacíos reservados
exclusivamente para turistas extranjeros.
Caminan kilómetros y – con sed – ven a los turistas consumir bebidas que
los cubanos no pueden comprar por carecer de divisas o – si las tienen –
porque en esas mesas no sirven a los cubanos, sino sólo a los huéspedes
extranjeros.
Más perjudicial resulta cuando los pacientes quedan con su tratamiento
interrumpido o una intervención quirúrgica pospuesta indefinidamente
porque los médicos que los trataban fueron trasladados para atender a
extranjeros en hospitales reservados a estos -- o enviados a tierras
extrañas.
Con frecuencia no hay sustitutos para estos médicos – o los sustitutos
son menos calificados o sobrecargados con sus pacientes y los ajenos
brindan una atención forzosamente inferior.
Entre los nacionales el Estado decretó marginaciones y atiza odios
regionales: Las provincias funcionan como ¨ bantustanes ¨ a los que
están atados por nacimiento los habitantes de Cuba.
La inmigración interna -- especialmente a La Habana – está regulada con
prohibiciones que limitan la libertad de movimiento y quienes huyen de
la miseria de su provincia natal son perseguidos y deportados de La
Habana por ¨ residentes ilegales ¨ con maltratos que no existen ni para
el africano que deportan de Europa ni para el haitiano o mexicano
deportado de los EE.UU.
Si usted hospeda a un pariente de Sancti Spíritu o convive
extramaritalmente con una guantanamera, la policía puede tocar a su
puerta para arrestar, fichar , multar y deportar en tren a su provincia
a ese ¨ residente ilegal ¨ – con advertencia de penas de prisión si regresa
Eso -- y más -- hacen las mismas autoridades que llaman a La Habana ¨ la
capital de todos los cubanos ¨ y que justifican sus décadas de
intervención militar en África como noble cruzada para acabar con el
apartheid – que importaron y adecuaron a Cuba.
El informe del Dr. Ferrer demuestra que la política de marginación que
el Estado cubano practica contra los cubanos tipifica legalmente como
apartheid, pero la definición internacional de apartheid fue redactada
pensando en raza o grupos minoritarios, no en la monstruosidad de que un
Gobierno marginara en masa a sus propios súbditos.
¿Algún defensor de la ¨ revolución cubana ¨ dirá que en Cuba no hay
apartheid porque el Estado margina a todas las razas y grupos sociales
por igual, tan sólo por su condición de cubanos?
Cierto, excepto en discriminaciones por causa política, religiosa,
V.I.H., raza, homosexualidad, etc., la injusticia es igual para todos
los cubanos, salvo para los de la cúpula y sus familiares cercanos.
Los jerarcas y sus hijos de papá si disfrutan de los servicios
reservados a extranjeros.
Al gobierno – fecundo en ardides – no se le ha ocurrido la defensa de
que margina por igual a todos. En discursos de los años 90, Castro
explicó como causa de la discriminación el que los cubanos carecen de
dólares y no es rentable permitirles acceso a los servicios turísticos.
A la objeción natural de que el cubano con dólares podría acceder a esos
servicios, el Comandante respondía que ¨ eso sería un privilegio ¨.
Según Castro, las divisas recaudadas beneficiarían a toda la sociedad
por concepto de atención médica y educación gratuitas y de subsidios a
ciertos alimentos.
¡Cuán caro cuestan las mercedes ¨ gratuitas ¨ del paternal estado cubano¡
El mismo gobierno que destruyó el valor del peso cubano y arruinó la
economía con medidas que supuestamente la iban a sacar del
subdesarrollo, ahora -- sediento de divisas para perpetuarse en el poder
-- margina a los nacionales a quienes desposeyó de toda capacidad
económica para ser clientes
Y si por excepción tuvieran esa capacidad económica, los margina ¡lo
mismo¡ por voluntad política de aislar al cubano del extranjero y al
extranjero del cubano. Para tergiversarles a ambos la realidad de Cuba y
del Mundo.
Las marginaciones y los abusos que permiten se generalizan en cadena,
unos dentro de otra como las muñecas ¨ matriuskas ¨:
Los inversionistas generan empleo, pero también en condiciones de
discriminación. Pocos son los cubanos de raza negra o mestizos en estos
hoteles. El sindicalismo y los derechos laborales – sobrado ficticios en
Cuba, pero reconocidos por las leyes cubanas ( y por la Declaración
Universal de los Derechos del Hombre ) -- no existen en estos hoteles.
El inversionista se garantiza unas condiciones de pago y empleo dignas
del capitalismo del siglo XIX -- Incluida la atmósfera de acoso sexual a
las empleadas desprotegidas legalmente, cuya admisión o permanencia en
el empleo con frecuencia es condicionado a aceptar exigencias inmorales
de gerentes y jefes.
El fingimiento de fidelidad política es condición para trabajar allí. La
discriminación por causa religiosa está presente. Un médico que aspiraba
a trabajar en el sanatorio para extranjeros ¨ Las praderas ¨, después de
aceptado, fue rechazado por militar en la masonería.
La gerencia del Meliá Cohíba violó contrato y prohibió al embajador
checo celebrar la fiesta nacional de este país en el salón del hotel
arrendado para ese fin. Sol Meliá alegó que cancelaba su compromiso : ¨
Porque se trataba de un acto contrarrevolucionario con
contrarrevolucionarios – opositores pacíficos – invitados ¨ .
Pero en la discriminación por motivos políticos la explicación del
rechazo es excepción. El aspirante a empleado ¨no confiable
políticamente ¨ es rechazado sin que le expliquen la causa.
La Habana se derrumba y el estado que monopoliza los materiales de
construcción los empleó en construir nuevos hoteles que se yerguen sobre
un paisaje de ruinas de vidas humanas y de edificios de valor cultural.
De paso, las nuevas construcciones son unos adefesios impostados en un
paisaje urbano caracterizado por joyas arquitectónicas que se arruinan.
En el litoral habanero de Miramar – Monte Barreto – construyeron hoteles
en fila, uno junto al otro y los mantienen casi vacíos todo el año.
En las calles Neptuno y Prado , la firma española NH construyó un hotel
sobre las ruinas de viviendas de valor histórico que el Estado dejó
derrumbarse pese al reclamo de reparación de sus habitantes – hoy sin
sus viviendas.
La firma más voraz es Sol Meliá, uno de sus hoteles , el Cohíba puede
ser fotografiado desde las ruinas de edificios vecinos, como el
majestuoso Hotel Trocha, destruidos por abandono del mismo Estado que
facilita recursos y obreros a los inversionistas.
Los hoteles que el gobierno no construyó, sino que confiscó a antiguas
firmas hoteleras, están arrendados por los nuevos inversionistas. El
antiguo Habana Hilton, rebautizado patrióticamente Habana Libre , fue
Habana Libre ¨ Guitar ¨ y cuando al español Guitar le salió mal su
aventura , el hotel pasó a ser el Habana Libre Tryp, explotado por Sol
Meliá – Pero ´ la Libertad ´ por delante .
Las ganancias van a la cúpula parásita, intermediaria que cobra a las
firmas por los empleados cubanos y paga a estos con migajas.
No obstante su super explotación, los empleados se sienten privilegiados
sobre sus compatriotas sirviendo a los ¨ sahibs ¨ extranjeros,
solucionan la penuria familiar con regalías y sobras de alimentos y son
políticamente fidelísimos – hasta que logran emigrar.
El Dr. Ferrer explica: ¨No existen en Cuba precedentes de esta
marginación de los nacionales. Hubo discriminación de la raza negra y de
sectores sociales, pero jamás el cubano por ser cubano fue un paria en
su propia patria ¨. Continúa la discriminación racial, y la
discriminación regional es ¨ un logro auténtico de la revolución ¨. ¡Es
absurdo y criminal¡ En el caso de Sudáfrica había leyes que implantaban
el apartheid y el mundo entero lo condenó, pero en Cuba las leyes y la
constitución vigente condenan estos actos que el Estado comete a diario
mientras en el mundo nadie se da por enterado – salvo para beneficiarse
invirtiendo en estas condiciones degradantes. Es una inmoralidad y,
sobre todo una ilegalidad por violación del derecho nacional e
internacional, los inversionistas no pueden excusarse con que cumplen
las leyes del país, porque las leyes del país condenan la
discriminación. Autoridades e inversionistas cometen un delito contra la
humanidad: El delito de apartheid ¨
Parece que es cómodo vivir en un país democrático, protegido por
derechos, tribunales y policías e invertir donde un régimen garantiza
con represión una falta de derechos que permite a los inversionistas
chuparle la sangre al pueblo y humillarlo.
Luego sus políticos ¨ democráticos ¨ como el canciller español Moratinos
aparecen para respaldar al régimen del apartheid en Cuba.
La Habana, 28 de abril del 2007.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=4814
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