Saturday, May 26, 2007

POR LA SOLIDARIDAD DE ESPAÑA CON CUBA

POR LA SOLIDARIDAD DE ESPAÑA CON CUBA
2007-05-26. www.abc.es, 20070526, Opinión
Oswaldo Payá Sardiñas

Recientemente en el Congreso de los Diputados español, el voto de los
socialistas y comunistas impidió que se aprobara una moción en la que se
expresaba el apoyo a la liberación de los prisioneros políticos
pacíficos cubanos, que están en prisión sólo por defender los derechos
humanos.

La moción apoyaba también la declaración «Unidad por la Libertad», que
contiene los principios y objetivos básicos de toda la oposición
democrática pacífica cubana. «Unidad por la Libertad» es positiva toda y
tiene su motivación, solamente, en la voluntad de la mayoría de la
oposición democrática y pacífica cubana de explicar al pueblo de Cuba y
al mundo que estamos unidos en la solidaridad y en los objetivos de
democracia, soberanía, reconciliación y libertad. Los ciudadanos,
representados en el Congreso de los Diputados, pueden consultar esta
declaración en www.oswaldopaya.com

Agradecemos al Partido Popular, que propuso la moción de solidaridad con
Cuba y que aceptó las modificaciones en aras de beneficiar a nuestro
pueblo. A Convergencia i Unió, que trabajó positivamente en su
modificación, buscando el consenso. Al PNV, que, con tanta
transparencia, defendió los indiscutibles derechos de los cubanos, y a
todos los diputados que se tomaron interés o hablaron con respeto de
nuestro pueblo y de nuestros derechos, cualquiera haya sido su voto.

Respetamos el derecho y la facultad de los diputados españoles a votar
como en conciencia crean que deben hacerlo, aunque sea para negarse a sí
mismos la oportunidad de ser solidarios con sus hermanos cubanos, eso no
tiene discusión. Pero cuando un estado que se dice democrático mantiene
relaciones políticas, culturales y económicas con otro estado, tiene la
obligación de ser consecuente en esas relaciones, con los valores y
principios de la democracia y con los Derechos Humanos universalmente
reconocidos. Si España no es solidaria con el pueblo cubano en estos
aspectos, esas relaciones se convierten en complicidad con la exclusión
que sufren los cubanos en su propio país.

En esta solidaridad se debe buscar el consenso y no la confrontación. Un
consenso entre los que consideran que «los cubanos tenemos derecho a los
derechos porque somos seres humanos». Creemos que este consenso, en la
solidaridad, existe entre la inmensa mayoría o casi totalidad de los
ciudadanos españoles, por lo que su Gobierno, su Parlamento y todos los
partidos políticos deberían ser expresión de ese sentir. No beneficia la
causa de los derechos humanos en Cuba que las expresiones de solidaridad
con Cuba se empleen para atacar al Gobierno, ni trasladar a ese terreno
las rivalidades entre partidos.

Pero también es escandaloso que algunos se sientan agredidos sólo porque
se propone demandar el respeto de los derechos de los cubanos y la
liberación de los prisioneros políticos pacíficos. Es como una confesión
de identificación con la opresión. Reaccionan así por definición,
acusando a los proponentes y reafirmando su adhesión al régimen que
viola nuestros derechos con gritos de «viva la revolución». ¿Por qué
contraponen «la revolución» a los derechos humanos? Es como gritar:
«viva la tiranía que niega los derechos humanos y así los ideales de la
revolución».

Parece que han traslado al Congreso español las tácticas y argumentos
utilizados por el Gobierno cubano contra las familias que defienden los
derechos humanos en Cuba. Ocurre cuando acusan a los que desde España
promueven el apoyo a los derechos fundamentales de los cubanos de ser
instrumentos de los Estados Unidos. Eso mismo, es decir, acusar de
instrumentos del extranjero a los opositores, lo han hecho todas las
dictaduras, incluyendo la de Franco. Las dictaduras no son de izquierda,
ni de derecha, son dictaduras, y en Cuba lo mismo da que alguien sea de
derecha o de izquierda para ser reprimido, siempre que éste apoye la
libertad y los derechos de los cubanos.

Creemos que los muchos hombres y mujeres de izquierda y de otras
corrientes políticas que aman la democracia y al pueblo cubano deben
tomar su propia voz y enviar mensajes clarificadores al pueblo de Cuba.
Porque, sinceramente, en el caso de la izquierda, su voz, tal como está
llegando a Cuba sistemáticamente, parece haber sido usurpada por los que
apoyan el régimen de no derechos para los cubanos siempre y en cualquier
circunstancia.

No creemos que ése sea el espíritu del Gobierno de España. No quisiera
que estas palabras sean usadas para más confrontación. Tenemos la
esperanza de que, por amor a sus hermanos cubanos, se pueda llegar al
consenso en la solidaridad. Nuestra propuesta para todos los ciudadanos
españoles y para su Parlamento es que inicien un «diálogo de buena
voluntad, por la solidaridad con Cuba». Un diálogo que tenga como guía
la declaración «Unidad por la Libertad». Las iniciativas ciudadanas en
esa dirección serán un gran apoyo moral para el pueblo cubano y la causa
de los derechos humanos, que es la causa de la paz. Más que
interminables polémicas que no ayudan a Cuba, sugerimos, ya que se trata
de nosotros los cubanos, que creen una comisión parlamentaria plural
para el diálogo con Cuba, recordando que Cuba somos todos los cubanos y
todos los sectores de la sociedad.

El diálogo con Cuba es bueno: si no es excluyente, si busca el respeto a
los derechos de los cubanos y la liberación de los prisioneros políticos
pacíficos y si se propone como meta transparente apoyar el diálogo entre
cubanos. La solución pacífica entre cubanos la seguimos buscando aquí,
demandando la liberación de los prisioneros políticos pacíficos y
promoviendo el diálogo nacional, la reconciliación, el reconocimiento
legal de los derechos y la consulta en un Referendo sobre el Proyecto
Varela, para que el pueblo tenga voz y pueda decidir.

(*) Movimiento Cristiano Liberación. Premio Sajarov 2002 a la a Libertad
de Conciencia del Parlamento Europeo.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=10271

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