Friday, December 01, 2006

El preso politico vasco

Opinión
El 'preso político' vasco

¿Qué puede decirse de un hombre que ha matado a 25 personas y cometido
11 atentados terroristas?

Michel Suárez, Madrid

martes 28 de noviembre de 2006 6:00:00

Iñaki de Juana Chaos ha enviado al otro mundo a 25 personas. ¿Qué
adjetivos luciría mejor un ciudadano como este? ¿Cuáles términos le
retratan? El 30 de enero de 1998 disparó por la espalda al político
Alberto Jiménez Becerril y a su esposa, Ascensión García Ortiz.
Indetenible, participó después en la colocación de un coche bomba que
hizo perder la vida a 12 policías y dejó heridas a sesenta personas. Son
sólo dos ejemplos en una larga lista: este hombre cometió otros nueve
atentados hasta llegar al terrible récord antes mencionado.

En una carta enviada desde la cárcel, en el año 1998, De Juana Chaos
—condenado a 3.000 años y de los cuales sólo cumplió 12 por las
ineficiencias del antiguo código penal español— se refería así al
asesinato del matrimonio sevillano: "Me encanta ver las caras
desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus
lloros son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta
última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella, ya he comido para
todo el mes…".

Juan Ignacio de Juana Chaos (Iñaki) pertenece a ETA, una organización
surgida para oponerse por las armas a la dictadura de Francisco Franco,
pero que ha continuado matando treinta años después de llegar la
democracia a España. Ahora reivindica, en la era de la Europa
globalizada, el derecho a la "nación vasca" y otras posiciones
extemporáneas. Todo esto, con la pistola tras la nuca de quienes no
piensan igual.

Intoxicación habanera

Los hechos presentados son incontestables, aunque las opiniones, como es
previsible, tienen el don de ilustrar la catadura democrática de cada cual.

Así, el diario oficialista Granma, tan dado a ocultar los atentados
terroristas de los "amigos de Cuba" (entre ellos, palestinos y etarras
vascos) y a justificar el terrorismo internacional con criterios
ideológicos, ha pretendido "informar" a los lectores de la Isla sobre un
nuevo juicio contra el asesino múltiple antes mencionado, con un escueto
y manipulado párrafo: "El preso político vasco Iñaki de Juana Chaos
inició de nuevo una huelga de hambre en protesta por una condena a más
de 12 años de prisión por escribir dos artículos en el diario Gara…".

En principio, para el lector no informado sobre el problema vasco,
probablemente haya suficientes dudas en la nota de Granma. ¿Condenado
por escribir dos artículos? ¿Condenado por escribir? ¿No es raro que La
Habana se preocupe por los condenados por escribir?

Más allá de la incoherencia en sí, Granma se refiere, sin situar en
contexto los hechos, a que la Fiscalía denunció al etarra por dos
artículos publicados en el periódico Gara, tribuna habitual de la banda
armada —que ningún gobierno ha clausurado, por cierto—, en los que
profería amenazas terroristas contra jueces y directores de prisiones.

De Juana Chaos, juzgado por sus 25 muertos bajo el Código Penal de 1973,
ni siquiera cumplió seis meses por cada asesinado y estaba a punto de
abandonar la cárcel cuando se le imputaron los nuevos delitos.

Esta condena no se relaciona con sus crímenes pasados —ya juzgados y
cumplidos (aunque suene severo decirlo), según las leyes de aquel
momento. Ahora se le encarcela por las amenazas proferidas a través de
la prensa en 2004. Todo ajustado a hecho y derecho, cuidadosamente
instruido para no confundir la plena libertad de expresión que garantiza
la Constitución de España con el uso de ésta para intimidar a las personas.

El Código Penal español prevé penas de entre 10 y 15 años para el delito
de "amenazas terroristas"; pero incluso así existen periódicos
proetarras, independentistas, comunistas, neoliberales, socialdemócratas
y conservadores, a los que nadie molesta siempre y cuando no exalten la
violencia terrorista.

¿Comunismo contra cárcel?

No es la primera vez que Granma desinforma e intoxica al abordar el tema
del terrorismo vasco. Los medios cubanos utilizan el término "grupo
separatista" para referirse a las acciones de quienes han asesinado a
900 ciudadanos como macabro "método" para intentar independizarse de
España. Como en tantas otras cosas, para La Habana unas bombas son
buenas y otras malas, y de algunas ni habla.

Granma y Prensa Latina (agencia cuyo corresponsal en España prioriza la
información relacionada con ETA y su entorno, y la presenta como
reivindicaciones políticas) no están solos en su intento de presentar la
batalla del Estado de derecho contra el terrorismo como "acciones
represivas" de los gobiernos español y francés.

El órgano de la izquierda radical internacional, Rebelión, publicó
recientemente que "…la lucha de Iñaki de Juana (…) es sólo un peldaño
más en la terrible escalera de destrucción y exterminio que padecen los
y las prisioneras vascas, y en general todo el colectivo de presos
políticos existente en los Estados español y francés".

Dice a sus colegas el articulista Iñaki Gil de San Vicente: "como
revolucionarios, nuestra alternativa no es otra que acabar con el
sistema represivo pero no como causa directa y única, sino como parte de
un Estado que le hace funcionar y que le dota de sentido (…) y es aquí
en donde radica el problema verdadero. Contra la cárcel, comunismo".
¿Comunismo contra cárcel? ¿Dónde?

Gil de San Vicente es un conocido defensor del régimen de La Habana y de
sus dislates represivos. Recientemente describió en el diario Gara uno
de sus encuentros con el dictador cubano: "Fidel escucha activamente la
realidad vasca, la situación de las prisioneras y prisioneros, de sus
familiares, la práctica de torturas, los datos socioeconómicos, las
experiencias históricas, las luchas de clases en nuestra nación vasca,
etc. La escucha activa no es otra cosa que la dialéctica de la pregunta
y de la crítica, de la petición de más datos…".

La relación entre La Habana y el radicalismo vasco es tan discreta como
ambigua. En el documental La pelota vasca, Arnaldo Otegui, líder de un
partido considerado por la justicia como brazo político de ETA, menciona
que sus "amigos cubanos" (no dice quiénes) creen que el vasco es el
único "pueblo esclavo" de Europa.

En ese cruce de favores todo es válido para Castro y ETA, aunque mueran
inocentes por la obstinación ideológica de ambos. Y como si no fuera
suficiente la desinformación del cubano de a pie al respecto, el diario
digital Cubanet, editado en Miami, publicó recientemente un artículo en
el que se exalta el término "Euskal Herria" —nombre utilizado por ETA y
el nacionalismo más radical para señalar a los "territorios vascos" de
España y Francia—, para referirse a la participación de esa comunidad
autónoma (País Vasco) en la Feria de La Habana.

"Una presencia tan vasta para un país tan pequeño (Euskal Herria sólo
posee 20.640 kilómetros, incluyendo las dos provincias en el sur de
Francia y las cuatros anexadas por Castilla), obedece a los nexos
históricos y culturales establecidos por sus inmigrantes con la mayor de
las Antillas desde el primer viaje de Colón (1492) hasta la década del
sesenta del siglo XX…", afirma el artículo en cuestión. No pasa
inadvertido, además de lo dicho, que se utilice la retórica típica de
los más radicales (terroristas o no) para defender la "diferencia
vasca", así como el lenguaje victimista de la "anexión".

Ni el País Vasco es un Estado propio, ni permanece secuestrado por el
resto de España, ni el terrorismo justifica ninguna pretensión
ideológica, ni los que ponen bombas son presos políticos. Euskadi (su
nombre en el idioma local) es una de las regiones autónomas más
desarrolladas de la península ibérica, con singularidades identitarias y
una especie de carta magna (estatuto) que le dota de competencias
gubernamentales nunca antes soñadas por ninguna otra región europea, ni
mucho menos cubana. A ver si nos aclaramos.

Dirección URL:
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/opinion/articulos/el-preso-politico-vasco

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