Wednesday, April 05, 2006

Crisis de la cultura laboral socialista

Posted on Wed, Apr. 05, 2006

Crisis de la ``cultura laboral socialista''
PABLO ALFONSO

La ''cultura laboral socialista'' está en crisis en Cuba. Lo reconoce
Granma, el órgano oficial del Partido Comunista y lo admite quejumbroso
Alfredo Morales Cartaya, ministro de Trabajo y Seguridad Social.

''Tenemos una asignatura pendiente y es cómo hacer que la gente trabaje
con conciencia y eficiencia'', declaró Morales en una entrevista
publicada el lunes por Granma.

¡Candorosa afirmación de un ministro que representa a un régimen que,
tras 47 años en el poder, no ha logrado que los trabajadores cubanos
trabajen con ``conciencia y eficiencia''!

''Hay que fortalecer la cultura del trabajo socialista, pues sólo
laborando diariamente con eficiencia podremos salir adelante'', añadió.

Claro que eso no es lo que la prensa oficial decía el año pasado cuando
el dictador Fidel Castro anunció el 21 de abril --por primera vez en más
de una década--, un aumento del salario mínimo para ''estimular'' a los
trabajadores. Entonces Granma elogiaba ``la paulatina recuperación
económica y el alentador crecimiento del producto interno bruto, debido
al esfuerzo y la inteligencia de nuestros trabajadores y dirigentes''.

¿En qué quedamos? Estuve leyendo con toda atención la entrevista de
Morales y el extenso reportaje de Granma sobre la indisciplina laboral y
administrativa que la motivó, pero no encontré ninguna explicación
razonable de por qué los trabajadores cubanos no se interesan por
cumplir con sus obligaciones laborales.

Granma atribuyó el problema a ``la falta de agresividad del movimiento
sindical y, peor aún, la poca utilización por los gobiernos locales de
los mecanismos de control del Poder Popular en los territorios para
tener en jaque permanente esta dañina desidia''.

Quizás las causas más comprensibles son las explicaciones que ofrecieron
algunos de los trabajadores entrevistados para el reportaje: La
enfermera que dejó su consultorio porque salió a comprar algunos
productos deficitarios que estaban en oferta; o quienes dejan su puesto
de trabajo para ir a pagar la electricidad, multas, el teléfono, y
resolver imperiosos problemas de sus hogares.

Esas ''razones'' hablan por sí mismas de la falta de funcionalidad de la
sociedad cubana bajo el castrismo, de lo difícil que se le hace al
cubano la vida cotidiana.

Sin embargo, para un régimen dictatorial, con mentalidad policíaca, la
solución a esta falta de ''conciencia laboral'' es dictar más normas y
leyes represivas, mayores medidas de control, como el Reglamento General
de Relaciones Laborales, aprobado en junio del 2005.

Por supuesto que los trabajadores cubanos, agobiados por sus problemas
cotidianos y desalentados por un presente sin aparente solución de
futuro, han hecho caso omiso de tal Reglamento. Una investigación de la
Oficina Nacional de Inspección del Trabajo, realizada a fines del pasado
año en 3,500 centros de todo el país, reveló serias deficiencias y
violaciones de dicho Reglamento en el 76% de las entidades investigadas.

Parece que el ministro Morales no recordó esas cifras publicadas en su
momento en la prensa oficial, ya que ahora ``calificó de promisorio el
nuevo reglamento aplicado, pues además de concebirse para rescatar el
orden y la disciplina laboral, contribuirá a combatir de forma más
enérgica las manifestaciones de ilegalidad y corrupción''.

''La oreja peluda del desorden y el desaprovechamiento de la jornada de
trabajo, por ejemplo, asoma cada día en centros de producción y
servicios del país'', subrayó Granma en el reportaje que ocupó dos de
sus ocho páginas.

Quizás el tema sea un anticipo del discurso que prepara el dictador
cubano para el Primero de Mayo. ¡Quién sabe!

palfonso@herald.com
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/columnists/pablo_alfonso/14263658.htm

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