Monday, December 05, 2005

Ollas, canasta y gastos

SOCIEDAD
Ollas, canasta y gastos

Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba - Diciembre (www.cubanet.org) - Diciembre es un mes que termina en fiesta y comilona. Con repetido asombro pronunciamos las mismas expresiones para recalcar que este año pasó más rápido que el anterior, mientras se aprestan las ollas, se vacían las despensas y se exilan los billetes de los bolsillos.

Este inicio de diciembre, la venta de las anunciadas ollas de presión animó el barrio del suburbio donde vivo. La fila de compradores se organizó temprano al fondo del supermercado, y las flamantes cajas rojas y blancas en manos de sus propietarios produjeron un desfile punteado por comentarios acerca del costo del utensilio y hasta propuesta de venta inmediata por veinte pesos convertibles.

Al mismo tiempo esta semana, en la olla con capacidad de 7 litros cupo un rumor que sacudió La Habana. Llegó a manos de muchos habitantes una lista de 19 productos que serían vendidos como canasta de fin de año. En ella detallan los precios del conjunto de productos desde una persona hasta cinco. Mas la causa del alboroto aparece en el primer renglón donde promete dos libras de carne de res por persona.

Para la incrédula mayoría, desde ahí se revela la broma difundida por Internet. ¡Tú sabes lo que es vender dos libras de carne de res por persona! Qué va, eso es un juego, alegan muchos. La carne de res ha pasado a ser parte del imaginario colectivo del cubano.

A todo lo anterior se une la espera de la cuenta de la electricidad, luego de la imposición de las nuevas tarifas, también a partir de diciembre. ¡Cuánto subirá el costo de la electricidad!, exclaman otros muchos que ya ni piensan en alimentos.

Contrasta con este panorama el hecho que los aumentos salariales y de pensiones no son suficientes, según la mayoría afirma, para llenar el pozo de profundidad que se abrió en sus bolsillos.

Ahora mismo, la pregunta en boca de todos es cuánto hará falta para sobrevivir a partir de este momento dado el hecho real de que los gastos mínimos ascienden a varios cientos de pesos por cada habitante.

Por otro lado, la ola de opiniones acerca del costo de la vida que en estos días barre la ciudad revela la contradicción entre el deseo de cambio de los habitantes y la poca disposición a la implementación de los mismos. Solamente la anunciada desaparición de la tarjeta de racionamiento despierta más temor en muchos que el júbilo debido.

http://cubanet.org/CNews/y05/dec05/02a8.htm

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