Thursday, December 08, 2005

Carta a los que aman los derechos humanos

Carta a los que aman los derechos humanos

Elsa Morejon, El Nuevo Herald, 6 de diciembre de 2005.

La Habana -- Soy Elsa Morejon Hernández, ciudadana cubana, miembro de la Iglesia bautista, de profesión licenciada en enfermería, madre, y esposa del Dr. Oscar Elías Biscet González, prisionero de conciencia reconocido por Amnistía Internacional.

En el aniversario 57 de la Declaración Universal de Derechos Humanos a celebrarse el 10 de diciembre deseo expresarles mis más sinceras felicitaciones a todos los hombres y mujeres que en el mundo llevan en su corazón y su quehacer diario el noble deseo de que la humanidad viva en un mundo civilizado y saludable, a todos ustedes que día a día nos devuelven un rostro y una sonrisa de felicidad y amor. Sus sentimientos de justicia por la humanidad que sufre viven hoy más que nunca. Muchos gobernantes han olvidado que los intereses más preciados de sus pueblos son el respeto por la vida, la dignidad y los derechos humanos, defenderlos y ponerlos en práctica es expresión altruista que enaltece la conciencia humana.

En esta fecha magna el mundo civilizado deber saber que en Cuba hay cientos de cubanos en prisión por defender la noble causa de los derechos humanos y las libertades cívicas y políticas: 75 cubanos fueron sancionados en el 2003 a más de 25 años de cárcel por expresar públicamente sus desacuerdos con las injusticias, 61 permanecen en prisión en celdas en condiciones mínimas de supervivencia, con los castigos adicionales de restricciones a visitas familiares, alimentos, comunicación telefónica con sus familiares, literatura, radio, correspondencia con amistades, entre otros, como es el caso de mi esposo el Dr. Biscet, medico provida y activista de derechos humanos que este 6 de diciembre cumple 6 seis años en prisión.

Este fue, es y será su pensamiento: Deseo, madre mía, que este mundo salvaje acabe, y surja un mundo civilizado, un imperio de la ley y el derecho, este es el sueño que va camino a la realidad y que nunca se aparta de mi mente. Enero 2005. Prisión Combinado del Este. La Habana, Cuba.

Todos nuestros prisioneros políticos y de conciencia serán recordados este día de una manera especial; ellos exhiben con dignidad y valentía el orgullo de sentirse los hombres mas libres del mundo, la conciencia humana no se puede condenar y encarcelar cuando se ha escogido el camino del bien: La no violencia para defender la causa mas justa del mundo. La de los derechos humanos, a todos los hombres y mujeres que realizan el ejercicio honesto del derecho. A ti hombre, mujer o niño que sientes en tu corazón el deseo de amar a tu prójimo y quieres vivir y deseas para ellos un mundo mejor, te felicito. Porque eres humano, porque eres la voz de los que no tienen voces porque la impiedad, el odio, la violencia y la arbitrariedad se apoderó de ellos, pero sabemos que hay muchas voces en el mundo como las de ustedes que no cesan de cantar melodías de amor y de justicia.

Atodos les pido el mejor regalo que se le puede ofrecer a los discriminados, marginados, desposeídos, perseguidos y presos. Acuérdate de un viejo proverbio del rey Salomón: El caballo se alista para el día de la batalla; mas Jehová es el que da la victoria. Proverbio 21. Versículo 31. Esa victoria ya la tienen todos ustedes sembrada en sus corazones, cultívenla con sus oraciones para que el amor por la justicia, la paz y la felicidad lleguen a todos nuestro coterráneos. Elijamos la justicia compensativa que premia la dignidad humana: si alguien arrebata una vida, es preciso estimularle a que salve otra; si alguien sustrae dinero, es preciso enseñarle no sólo a ganar y restituir la cantidad que sustrajo, sino a ganar otro tanto y donarlo a quien lo robó; si alguien hace sufrir a alguien, es preciso darle los medios para que pueda darle una alegría a alguien equivalente al sufrimiento que le provocó. En tanto la humanidad no consiga estas doctrinas filosóficas que premian a la dignidad humana el mundo seguirá con la enorme carga de injusticias sociales y económicas. Difícil, pero no imposible. Ustedes y nosotros defendemos seres humanos y no maquinarias. Pensemos como el gran filósofo Alemán Gottfried Wilhelm Leibniz: Es preciso destruir el mal con la superabundancia del bien.

Activista de derechos humanos.

http://www.cubanet.org/CNews/y05/dec05/07o6.htm

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