Friday, January 01, 2016

El ultimo judío de Palma Soriano

El ultimo judío de Palma Soriano
La familia de Jaime Ganz llegó a Cuba luego de sobrevivir el Holocausto,
pero los atrapó la revolución
jueves, diciembre 31, 2015 | Frank Correa

LA HABANA, Cuba.- Esta historia estuvo pendiente de contarse a petición
de su protagonista, el judío Jaime Ganz Grin: "tengo miedo a represalias
del gobierno y los nuevos rabinos cubanos, pero ahora que mi vida se
acaba quiero revelar lo que ha sido mi vida judía en Cuba".

Hijo de un sobreviviente de los campos de concentración nazis durante la
Segunda Guerra Mundial, llegó a Cuba con su familia en 1949 y todos se
asentaron en Palma Soriano, municipio de la provincia Santiago de Cuba,
donde pusieron una tienda de ropa que prosperó y gracias a la cual
lograron buena solvencia por aquellos años.

"Es cierto lo que dicen de los judíos: somos ahorrativos. Para nosotros
un centavo es un peso y un dólar mil. Crecimos con la tienda porque
gastábamos lo justo. Además prestábamos con interés; un riesgo, pero mi
padre decía que el valor del judío es oro y siempre nos fue bien",
cuenta Ganz Grin.

En su casa grande y de puntales altos, carcomida por el tiempo y el
abandono, Jaime tiene muchos libros, entre ellos uno de su coautoría
llamado "Atlas del judaísmo en Cuba", que me obsequia. Lo escribió junto
a Eugenia Farín Levy y Conrado Pérez Maletá, y fue publicado por la
Editorial Oriente en 2009. Cuenta la historia de la comunidad judía en
Cuba, comenzando con la ayuda recibida por Colón de sus amigos judíos,
que le ofrecieron fondos, mapas y cartas marinas para su viaje de
descubrimiento. En la expedición transoceánica vinieron varios judíos,
entre ellos Luis Torres, a quien se le atribuye el mérito de dar a
conocer en Europa el uso del tabaco.

"Los primeros judíos que llegaron a Cuba huían de la Inquisición,
fomentaron el cultivo de la caña de azúcar y el tabaco. Durante los
siglos XVII y XVIII sostuvieron vínculos con el comercio de contrabando.
Incluso el obispo de Cuba Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, falleció
en 1768 volteado hacia la pared (actitud que adoptan los fieles de la fe
mosaica en su último momento), recitando el Shemá Israel Adonay
Elojheinu Ehad: Oye pueblo de Israel".

También la incidencia judía en las guerras independentistas cubanas es
notable. Ahí está el ejemplo del comandante Luis Schelsinger, un judío
húngaro que desembarcó en 1851 con Narciso López; el mayor general
Carlos Roloff, jefe de las tropas cubanas en Las Villas, el capitán
Schwartz, ayudante del general Calixto García, o la comunidad hebrea de
Cayo Hueso, que recaudó fondos para ayudar a José Martí en su Guerra
Necesaria.

Con la independencia de Cuba del gobierno colonial español, comienzan a
llegar a la Isla muchos judíos procedentes de Estados Unidos y fundan en
La Habana la primera comunidad judía: United Hebrew Congregation, en
1906. Posteriormente arriban judíos desde Turquía y otros países
balcánicos y en 1914 fundan la Hebrea Chevet Ahim. Durante los años
treinta otros judíos procedentes de Alemania, Bélgica y Austria
encuentran refugio en la Isla, del terror nazifacista en el viejo
continente.

En los años siguiente a la Segunda Guerra Mundial se estableció en Cuba
el mayor número de judíos de toda la historia: 16 500. Entre ellos Jaime
y su familia. Numerosas sinagogas se establecieron a todo lo largo del
país y se organizaron instituciones de carácter benéfico y de ayuda
mutua entre sus asociados hebreos, para desarrollar su vida social y
cultural.

A finales de 1959, los judíos se hallaban establecidos ampliamente en
todo el país, en más de noventa ciudades y pueblos del territorio
nacional. En La Habana radicaba el 75 %, con una actividad periodística
y literaria notable.

Los cambios radicales ocurridos luego del triunfo de la Revolución en
1959 afectaron duramente en el aspecto económico a la mayoría de los
judíos. Su nivel de vida por entonces era considerado de clase media,
algunos se contaban entre las personas más adineradas. Las primeras
medidas implantadas, desmonetización del circulante y la nacionalización
de la empresa privada, perjudicaron severamente a los judíos, por tal
razón comienza un éxodo progresivo hacia países de Latinoamérica, Israel
y Estados Unidos.

"Este éxodo provocó que en los años noventa quedara sólo un 10 por
ciento de la comunidad judía, y en 2009 se estimó en 1200 judíos el
total del país. A partir de 1991 comenzó un proceso de reanimación para
acercar a los fieles que se habían alejado. Se abrieron nuevos espacios
de estudio, seminarios, cursos. Demasiado tarde: el daño infligido era
muy grande".

Jaime cultiva calabazas, plátanos y maíz en un pequeño patio interior.
Con eso se sustenta. Tiene escrito un testimonio, "El Tzadir de
Kishinev", la historia de su abuelo en Polonia, contra las violentas
manifestaciones antisemitas que culpaban a los judíos de los desastres
naturales, las epidemias y las agudas crisis económicas en el vasto
imperio zarista.

"Mi abuelo sufrió una brutal golpiza que casi lo mata. Sobrevivió junto
a mi padre tres inviernos en un campo de concentración nazi. Cuando
logramos llegar a Cuba, en 1949, compramos esta casa y montamos la
tienda. Nuestros sueños judíos comenzaban a materializarse, pero
apareció la revolución, nos cerró la tienda y nos hundimos en el miedo
de volver al terror del que habíamos escapado. Terminamos hundidos en la
marginalidad, la turbación, la locura. Esta casa era todo lujo. La
tienda siempre estaba concurrida. Hoy es desolación y hastío".

Jaime nunca tuvo descendencia, ocupado en sobrevivir como pudiera,
apuntalar la casona que se desmoronaba y enterrar a sus muertos en el
cementerio judío de Santiago. "De la tienda solo queda el espacio vacío.
Hasta los anaqueles de madera tuve que utilizarlos como leña en el fogón".

"Tenía miedo de hacer pública mi historia, ahora que el gobierno y los
nuevos rabinos intentan borrar el pasado, pero en estas navidades lo vi
todo claro. Voy a morir pronto y he decidido hacerlo como un judío:
trabajando hasta mi último instante. Revisando el testimonio,
corrigiendo, sintetizando, para dejar una obra auténtica. Un alegato de
lo que hemos sufrido los judíos, para que no se olvide".

Source: El ultimo judío de Palma Soriano | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/el-ultimo-judio-de-palma-soriano/

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