Thursday, April 02, 2015

Ingenuos o cómplices?

¿Ingenuos o cómplices?
La llamada "izquierda democrática" planea convertirse en una alternativa
de gobierno para los cubanos. Si pretenden llevarlo adelante con la
bendición del actual régimen, entonces no están hablando en serio, por
más seriamente que lo proclamen
jueves, abril 2, 2015 | José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba -La llamada "izquierda democrática" planea convertirse
en una alternativa de gobierno para los cubanos, distante en la práctica
aunque fiel emocionalmente al régimen. Es lo que se desprende del
comunicado que lanzó hace pocos días, a través del sitio digital
Kaosenlared, donde explicita su apuesta por la formación de "un amplio y
potente movimiento político" para luchar pacíficamente contra el sistema
totalitarista y la crisis que imperan hoy en la Isla.

No está mal del todo. Pero mucho menos mal estaría si los grupos que
hasta hoy se han integrado en este movimiento (Socialismo Participativo
y Democrático (SPD), Izquierda Democrática y Socialista (IDyS), y Nuevo
Proyecto Socialista (NPS)), no incurrieran en la doble torpeza de seguir
llamándole Revolución a nuestra aberrante dictadura y de reconocerse
como parte de ella.

Uno se resiste a mostrarse desconfiado sólo porque se trata de un
proyecto de izquierda. Pero sus gestores tendrían que ser muy ingenios
para creer de verdad que con el visto bueno, e incluso con la
participación de los viejos caciques de la revolución, pueden avanzar en
firme hacia una "Cuba desarrollada, moderna y socializada, donde todas
las personas vivan de su trabajo, con justicia y libertad plenas", tal y
como prometen en su entusiasta programa.

La ingenuidad no mezcla con la política, son aceite y vinagre. De modo
que en este ámbito los ingenuos o no son competitivos o no son sinceros,
lo que significa, en cualquiera de los dos casos, que no resultan de
fiar. Por supuesto que no está en mi intención descalificar a priori
este movimiento que recién se estrena y que ciertamente expone más de un
precepto de interés en su enunciado.

Pero como la ocasión la pintan calva, uno tampoco puede evitar las
perspicacias.

Nunca como ahora le vendría tan bien al régimen la eclosión de un
movimiento político amplio y potente, que le rinda pleitesía a su
historia "revolucionaria" y que esté dispuesto a pasar página no sólo
sin enjuiciar los daños (materiales, culturales, humanos) que ocasionó
al país durante medio siglo de dominio, sino además a compartir con él
las responsabilidades en un hipotético nuevo gobierno.

Así que quienes resuelvan hacerle la pala en tal sentido, sea por
ingenuos o por cómplices, debieran admitir ante su conciencia que están
intentando hipotecar el futuro de Cuba y que a la corta o a la larga no
conseguirán otra cosa que no sea seguir lacerando la llaga en el
espíritu y la moral de un pueblo cuyas esperanzas fueron ya sobradamente
burladas durante demasiado tiempo.

Por lo demás, resultan merecedores de elogio algunos de los postulados
de esta coalición de partidos que ahora se califica como "nueva
izquierda", sin tener presente que a estas alturas no hay nada nuevo
bajo el sol, excluyendo una cierta frivolidad a la hora de bautizar las
opciones ideológicas, cada vez más imprecisas -irremediable y quizás
afortunadamente- entre izquierda y derecha.

El reconocimiento de las libertades fundamentales para todos los
individuos, la redacción de una más justa y desprejuiciada Constitución
y de una nueva ley electoral en verdad democrática, así como la
generalización inmediata de Internet, o la eliminación por ley de
cualquier discriminación, incluida la de carácter político, alinean
entre los presupuestos por los que dice apostar este movimiento de la
"nueva" izquierda. Son valores universales ante los que no caben reparos.

Al menos según aparecen pregonados en blanco y negro. Luego estaría por
ver cómo se materializan en la concreta. Pero de algo sí estamos seguros
de antemano: sea por ingenuos o por cómplices, si los gestores de este
programa político pretenden llevarlo adelante con la bendición y el
concurso del actual régimen, entonces no están hablando en serio, por
más seriamente que lo proclamen.

Source: ¿Ingenuos o cómplices? | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/ingenuos-o-complices/

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