Monday, August 04, 2014

Valor de la Memoria

Valor de la Memoria
El rescate de la Historia no debe tener como objetivo la venganza, sino
el conocimiento que impida incurrir en los excesos que otros cometieron.
Pedro Corzo
agosto 02, 2014

La memoria histórica es un concepto de relativa actualidad y por cierto,
muy debatido, porque sin dudas los que se esfuerzan en su investigación,
están influenciados por experiencias en las que están presentes actos
de violencia política, represión gubernamental, persecuciones y otros
acontecimientos contrarios a los de una sociedad democrática y en paz.

La Memoria Histórica es individual y colectiva. Es esa parte de la
historia que ejerce una influencia directa y que algunos pueden recordar
porque la vivieron o conocieron sus actores.

El rescate de esa Memoria es el esfuerzo por conservar una visión de
conjunto de lo experimentado por la comunidad, un análisis de lo
acaecido, sus motivaciones y consecuencias.

Los testimonios de los actores y/o testigos, son la base de la memoria
histórica, una fuente invaluable de conocimientos que aproxima al
investigador a los acontecimientos.

Por supuesto, que conocer el pasado no es un antídoto contra los errores
ni bálsamo para la necesaria tolerancia entre las partes que
participaron en un conflicto, pero la ignorancia es una condición que
favorece una conducta irreflexiva que arrastra al abuso y en
consecuencia nuevas víctimas y victimarios.

La acción devastadora de una dictadura, particularmente la ideológica,
penetra los puntos más recónditos de la sociedad y del ser humano, por
eso es tan abarcadora la memoria que genera.

Las acciones por remotas que hayan sido, y sus consecuencias, inciden
constantemente en el quehacer de todos los días, porque al igual que los
factores genéticos que en cierta medida determinan el estado de salud de
los ejemplares de la especie, los actos del pasado ejercen una
influencia definida sobre la sociedad.

El rescate de la Historia no debe tener como objetivo la venganza, sino
el conocimiento que impida incurrir en los excesos que otros cometieron.
Debe tener como objetivo una especie de ejemplo-advertencia de lo que
puede suceder cuando el hombre pierde la capacidad de respetar la
dignidad de otro ser humano.

El conocimiento de la historia es un justo y conveniente instrumento que
debe formar parte del arsenal intelectual que posee el individuo, y
factor vital en la gestión de los que se dediquen a la cosa pública.

Para lograr esto, la Memoria Histórica es el instrumento adecuado
porque las personas que han sido sometidas a un régimen de fuerza,
en el que la conciencia individual y colectiva ha sido manipulada y
usada para estructurar una verdad oficial, necesitan conocer la realidad
de todos y no la de una de las partes.

Hay que evitar que la amnesia impuesta se convierta en voluntaria. Se
debe recobrar la memoria. No una evocación adulterada. Si se decide
enfrentar el pasado debe ser con el compromiso de respirarlo todo,
airear lo que conviene y lo que perjudica.

La memoria es necesaria porque hay que descartar la impunidad. Los
victimarios están obligados al menos a ofrecer una reparación moral a
sus víctimas, ya sea por público arrepentimiento de sus actos o por la
abjuración de los principios que defendían.

Los abusos, los crímenes, deben ser aclarados porque el mejor mensaje
para el presente y el futuro, es que ningún ciudadano está al margen de
la justicia, que no hay impunidad.

Después de aceptar las responsabilidades se está en capacidad para
enfrentar asuntos vitales como la reconciliación y el perdón, pero
ningún argumento debe ser usado para someter al silencio al que no
quiera callar.

Es un derecho de la víctima denunciar y acusar a sus victimarios, si esa
es su voluntad. Ningún ciudadano debe dictarle a otro lo que debe hacer
con el pasado que le tocó vivir. Esa es una decisión individual que la
sociedad debe respetar. Hay un derecho inalienable a la memoria personal
y familiar que todos debemos honrar.

No debe haber espacio para lo que se denomina políticamente correcto,
sino para lo que es justo. Hay un vínculo indisoluble entre el pasado y
el presente y por eso el futuro a construirse debe sustentarse sobre la
voluntad del ciudadano y no por la decisión de grupos poderosos o
corrientes oportunistas.

Siempre habrá personas e instituciones que pongan reparos a la memoria
histórica planteando que lo importante es mirar al futuro y no hacia
atrás, porque hurgar el pasado abre heridas y puede motivar exigencias
legales y hasta personales, lo que es cierto, pero es un riesgo que
vale la pena correr si se quiere evitar cometer los errores que se
quieren sepultar.

Hay quienes opinan que sacrificar aspiraciones de justicia en
beneficio de la convivencia de todos, es lo más prudente, pero el
silencio es potestativo de la víctima y nadie debe abrogarse el derecho
de imponer silencio a los que padecieron los abusos de los déspotas.

Source: Valor de la Memoria -
http://www.martinoticias.com/content/valor-de-la-memoria/39227.html

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