Publicado el jueves, 06.26.14
Ningún cubano puede tirar la primera piedra
OSCAR PEÑA
En estos días he escuchado y leído acusaciones calificando de inmorales
a cubanos que están tratando de rectificar errores con planteamientos y
propuestas innovadoras para salirse de viejos esquemas establecidos para
tratar el caso cubano.
Honestamente, son acusaciones profundamente exageradas e
incomprensibles. Acaso ¿no es más inmoral apoyar y pedir libertad y
soluciones para Cuba basándose en leyes extranjeras como es la del
embargo a Cuba y otras?
Los cubanos navegamos todos en un mal de inmoralidades y pecados. Ahí
esta en el suelo la mitológica piedra para que cubanos sin pecados con
la patria arrojen a otros cubanos y nadie en una parte, ni en la otra,
puede tomarla y tirarla. Algunos han tenido el atrevimiento de hacerlo y
el pedrusco rebota contra sus caras.
Cómo podría la dirección histórica del gobierno cubano lanzar piedras a
otros si lucharon para quitar un dictador blando que llevaba siete años
en el poder -y estaba buscando su salida electoral- para después
implantar ellos una dura tiranía que va a cumplir 55 eneros con el poder
absoluto.
¿Cómo podría explicar el gobierno cubano a la población que el boniato,
la papa, la malanga, la calabaza, el pan y el huevo cubano escasean en
la isla porque solo se da en los Estados Unidos? ¿Cómo explicar que
antes el cubano no emigraba y hoy existen alrededor de tres millones que
le han dicho adiós al país? ¿Cómo explica qué en Cuba no hay libertades
civiles por culpa de leyes de otros países? Indudablemente el principal
problema de Cuba es nacional y su "bloqueo" ha sido interno.
Por su parte la dirección histórica del exilio sin quererlo ha sido la
mejor aliada del gobierno de Cuba efectuando en estas cinco largas
décadas varias acciones contraproducentes que han servido al régimen
para atrincherarse, confundir y venderse ante el mundo como víctimas.
También en los últimos tiempos los norteamericanos han querido levantar
viejas sanciones económicas a la isla que son mal vistas por el resto
del planeta y los primeros exiliados junto con Fidel Castro han
obstruido ese proceso. Lamentablemente los desterrados han tenido buenas
intenciones pero pésima proyección y presentación ante la comunidad
internacional y el pueblo cubano. No han sido efectivos tampoco en otras
políticas que han estado a favor de la Habana, como estimular e
implementar desde 1959 las salidas y deserciones del país.
Lamentablemente tampoco el movimiento de la disidencia interna puede
tirar la piedra. Fue algo que comenzó como algo muy puro iluminando
caminos cubanos. No dependían de nadie y hacían la diferencia en el
terreno cubano haciendo denuncias serias y proponiendo soluciones
nacionales viables para todos. En sus inicios el pueblo comenzaba a
percibirlos como abogados de sus problemas, pero la mayoría de esos
opositores han ido subordinando sus proyecciones a un discurso radical y
extraño para el pueblo cubano de estos tiempos y han perdido aquel
impacto y efectividad ante los nacionales. Solo llaman la atención de
extranjeros.
¿Y el pueblo cubano? Ni el mas simple de los ciudadanos tampoco puede
recoger la piedra y lanzarla. Desde 1959 la mayor parte del pueblo se
cortó su cabeza y dejó que pensaran por él. Después con los desengaños y
los miedos reales se ajustó una careta que no se ha quitado del todo
hasta hoy y solo ha optado por la resignación, el acomodo individual o
la salida del país.
¿Quién tira la primera piedra cubana? Nadie. Absolutamente nadie. Todos
de una forma u otra somos culpables. ¿Qué se puede hacer entonces?
Entender todas las partes que es entre todos que tenemos que arreglar el
país. Pedir esto y buscar las formas entre nacionales es lo mas ético
para todos.
Source: OSCAR PEÑA: Ningún cubano puede tirar la primera piedra -
Columnas de Opinión sobre Cuba - ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/06/26/1783535/oscar-pena-ningun-cubano-puede.html
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