Cuba quiere atraer el capital del exilio
La nueva Ley de Inversión Extranjera está pensada para facilitar que los
cubanos residentes en el extranjero inviertan en la isla, a pesar del
temor que provoca la entrada de inversión anticastrista
FERNANDO RAVSBERG / CARLOS DEL CASTILLO La Habana (Cuba) / Madrid
27/04/2014 07:00 Actualizado: 27/04/2014 08:41
Alfonso Fanjul, conocido como el rey del azúcar, pasea por los campos de
su antigua isla. 55 años separan este momento de aquella noche en la que
lo perdió todo: el gran consorcio azucarero de su familia, sus vastas
fincas y la ostentosa mansión donde creció, típica de la élite criolla,
que vivía en una burbuja comparable a la de la aristocracia francesa del
siglo XVIII. El amanecer confirmó el paso de príncipe a mendigo con la
obligación de reconstruir un imperio. Tras salir de Cuba con 23 años,
Fanjul, el mayor magnate del azúcar del Caribe vuelve a recorrer los
fértiles campos de la isla confiando en que pronto pueda volver a hacer
negocios con ellos. Olvidando el pasado, ni él ni el Gobierno castrista
se enemigos ya como enemigos, sino como una oportunidad.
Fanjul es el ejemplo de lo que busca Cuba con su nueva Ley de
Inversiones Extranjeras. El parlamento de la isla aprobó la norma este
mes, dirigida a atraer capitales, tecnologías y mercados hacia la
economía nacional, que necesita imperiosamente de esos tres elementos
para despegar. Las únicas excepciones son el sistema de salud, la
educación y las fuerzas armadas. Además la inversión no tendrá
porcentajes límite, pudiendo ser incluso 100% extranjera, y estarán
exentas del pago de impuestos aquellas que se consideren de interés
nacional como la promoción de sistemas de energía renovable.
La nueva ley contempla dos aspectos clave: permite que personas físicas
inviertan directamente en Cuba, a la vez que considera inversión
extranjera cualquier capital de origen exterior, con independencia de la
nacionalidad del titular de ese capital. "Es una ley claramente dirigida
a que los cubanos residentes en el exterior inviertan en Cuba" afirma
Hermenegildo Altozano, abogado internacional experto en asesorar a
inversores extranjeros para entrar en los negocios de la isla. La
regulación permitirá a Fanjul, conocido por financiar desde Miami el
movimiento anticastrista, volver a establecerse en la Cuba que los
guerrilleros le obligaron a abandonar hace 55 años. Los diputados y el
gobierno repiten una y otra vez que "el país no se pondrá en venta", sin
embargo, algunos cubanos creen que en la solución están presentes los
riesgos.
Un paso más en el proceso de reformas
Esta acción se encuadra dentro de la estrategia del Gobierno de la isla
de reformar el régimen castrista y normalizar las relaciones con el
exterior, incluidos los cubanos en el exilio. Las relaciones
diplomáticas con la comunidad internacional, incluida la Unión Europea,
van abriendo vías de diálogo, mientras que el ministerio de Relaciones
Exteriores creó una Dirección General para conectar con la comunidad
cubana en el exterior. Además, con el paso de los años, "los sectores
más radicales, aquellos que salieron de Cuba huyendo del triunfo de la
revolución, van desapareciendo y ahora gran parte de los emigrantes
cubanos que salen de la isla es por motivos puramente económicos", añade
Altozano. Muchos de ellos han prosperado en otros países, y es ellos a
los que se dirige la invitación de invertir en su país natal.
No obstante, el proceso de reformas puede producir paradojas difíciles
de entender. Por ejemplo, con la nueva norma para la inversión
extranjera, se dará la contradicción de que los cubanos residentes en el
exterior podrán invertir en la isla, algo que los locales no podrán
hacer. Silvio Rodríguez, el más conocido cantautor de la revolución,
afirmaba en su blog que esto "significa un avance" pero se preguntaba
también "¿cuándo tendremos los mismos derechos los que nos quedamos en
Cuba defendiendo la Revolución?". Realmente resultará difícil de
explicar por qué se les prohíbe invertir a los cubanos de Cuba,
justamente a los que sufrieron el Embargo Económico apoyado desde Miami.
El Ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, aseguró que "lejos
de significar un retroceso, ofrece mayores garantías e incentivos a la
inversión extranjera y asegura que la atracción de capital contribuya de
manera eficaz a los objetivos del desarrollo sostenible y a la
recuperación de la economía nacional, lo cual tiene hoy una connotación
estratégica para el país". El principal centro de atracción de
inversiones extranjeras será sin duda la Zona Especial de Desarrollo de
Mariel, una especie de HongKong caribeño de 450 km2, donde ya se planea
crear laboratorios mixtos con empresas brasileñas para la producción y
exportación de medicinas cubanas y genéricas con destino a los 190
millones de habitantes delgigante sudamericano.
De la medicina a la necesidad
El objetivo es recaudar entre 2.500 y 3.000 millones de dólares y
conseguir duplicar el PIB en cinco años. "Necesitamos inversión
extranjera productiva para que la economía despegue, sin eso es
imposible", explicó a Público un economista cubano. Solo la necesidad de
desarrollar fuentes de energía renovable se lleva ya casi todo ese
dinero y es un asunto clave para un país carente de petróleo, pero para
el que el oro negro supone el 90% de su matriz energética.
Sin embargo, "no basta una ley de inversión extranjera para atraer
capital foráneo. Se trata de un avance, pero hace falta cambiar la
cultura. Hasta ahora la inversión extranjera en cuba se había
considerado como un mal necesario, como una medicina amarga que había
que tomar porque no hay más remedio. No se le veían bondades por sí
misma, sino que era un agarradero en una situación de crisis económica y
del bloqueo económico de EEUU", explica Altozano. Esto explica el poco
éxito de la ley de 1995, que si bien provocó cierta expansión, pasados
algunos años volvieron las restricciones y lo que algunos han denominado
una "caza de brujas" contra determinados empresarios extranjeros que,
con el pretexto de lucha contra la corrupción, fueron encarcelados tras
procesos que no gozaron de todas las garantías.
Pese a todo, el potencial de la isla sigue ahí. "Si liberarán aún más,
no solo duplicarían el PIB, sino que lo triplicarían", opina Altozano.
"Cuba podría tener dígitos de crecimiento dobles". De momento, la nueva
ley tiene el objetivo de destrabar un sinnúmero de reglas que frenan la
economía cubana, ralentizan su capacidad de respuesta e impiden su
desarrollo. Entre ellas está el monopolio de las importaciones, la
contratación del personal a través de empresas del Estado y el entramado
burocrático que se debe recorrer
para tomar cualquier decisión.
De cara al futuro, los capitalistas extranjeros esperan que Cuba siga
con las reformas. Entre otras, reforzar la independencia de los
tribunales de justicia que transmita una estabilidad jurídica y evitar
la distorsión producida por la convivencia de dos monedas están en lo
más alto de la lista de prioridades.
Source: Cuba quiere atraer el capital del exilio - Público.es -
http://www.publico.es/internacional/516769/cuba-quiere-atraer-el-capital-del-exilio
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