Una mirada al virus de VIH/SIDA en Cuba
[03-03-2014 11:39:55]
Alma Francis
Hablemos Press
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana.- A pesar de que Cuba muestra la
más baja tasa de incidencia de la infección por VIH del continente y que
existe un Programa Nacional para la Prevención de las ITS/VIH/SIDA, la
epidemia aumenta cada día, alcanzando la cifra de más de 20.000 personas
diagnosticadas.
Independientemente de que el virus no distingue condición social, género
ni orientación sexual, el peso de la epidemia recae en personas de baja
instrucción y hogares disfuncionales. Los homosexuales masculinos
representan el 80 por ciento, pero la cifra de mujeres también se
incrementa.
No obstante las campañas por la aceptación de la diversidad, que realiza
la Comunidad LGTB (seropositivos en su mayoría), persisten fuertes
manifestaciones de homofobia. Tampoco han logrado ser efectivas las
campañas publicitarias de prevención contra el VIH. Estas poblaciones
vulnerables presentan dificultades para enfrentar su diagnóstico y
aprender a vivir con su nueva condición serológica. Disímiles son las
muestras de discriminación hacia las personas con VIH/SIDA (reconocidas
internacionalmente con el término PVV).
El Sector de la Salud, a pesar de ser el que más contribuye al control
de la epidemia y tratamiento de las enfermedades, es el que más
discrimina, existiendo mala atención y malos tratos por parte de médicos
y enfermeras, fundamentalmente.
Los cursos "Aprendiendo a vivir con VIH" resultan deficientes en calidad
y tiempo requerido, por lo que los temas de Legalidad y SIDA no son
debidamente abordados. A estas y otras dificultades se suma la falta de
especialistas en psicología que ayuden al paciente a lidiar con los
efectos psicológicos asociados con este tipo de enfermedades, y se
dificulta el aprendizaje que se requiere para que el paciente conozca
sus deberes y derechos.
Como todos los programas de salud emprendidos por el gobierno cubano, el
Programa Nacional para la Prevención y Tratamiento de Enfermedades de
Trasmisión Sexual, se ha deteriorado considerablemente; en consecuencia,
los desaciertos del Programa de Descentralización son cada vez mayores,
confrontándose serios problemas para la atención médica y el suministro
de medicamentos.
Existen Regulaciones que prohíben a los médicos seropositivos el
cumplimiento de misiones en el extranjero; también se niega el acceso a
carreras universitarias en especialidades de Ciencias Médicas, Química y
Elaboración de Alimentos.
Por su parte, las fuerzas militares establecen que no puede haber en sus
filas personas portadoras de epidemias. Evidentemente, estas son
muestras de discriminación.
Según el testimonio de numerosos reclusos que reportan las incidencias a
diferentes medios de prensa alternativo independientes, los pacientes
seropositivos que se encuentran en régimen de Prisiones no reciben la
debida atención médica regular ni los medicamentos requeridos; ni
siquiera los condones gratuitos para PVV que asigna el Fondo Global.
Existe un número considerable de PVV que trabaja en el Programa, y de
funcionarios del sector de la Salud que especulan con las necesidades de
los enfermos con VIH; es decir, lucran con los pocos recursos que asigna
el régimen para estos pacientes; fundamentalmente, los del Fondo Global,
destinados para las PVV y otros Proyectos, desviando su utilización en
beneficio de personas que dicen trabajar en favor de la disminución de
la epidemia y por la calidad de vida de los infectados.
En teoría, las personas con VIH tienen los mismos derechos
constitucionales que el resto de los ciudadanos, pero en la práctica son
estigmatizados, y discriminados, lo cual resulta anticonstitucional.
Existe un espacio en el Centro Nacional de Prevención para atender las
quejas por acciones discriminatorias, pero muchas de las quejas que
llegan al Centro se quedan sin solución.
Para garantizar calidad de vida a las personas seropositivas al VIH y
disminuir la incidencia de la epidemia se precisa, entre otros aspectos,
el cumplimiento de los deberes y derechos de los infectados y/o afectados.
Se impone entonces que estas víctimas del estigma y la discriminación
por VIH, que han sido marginadas por la sociedad e instituciones, y que
en la mayoría de las ocasiones, al poseer baja autoestima temen revelar
su diagnóstico y encarar el problema, aprendan a exigir y hagan valer
sus derechos realizando las denuncias pertinentes, lo cual pondría en
crisis la imagen que el régimen proyecta al mundo en materia de atención
médica y derechos al trabajo y estudio de las personas seropositivas al VIH.
Source: Una mirada al virus de VIH/SIDA en Cuba - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53145bfb3a682e083868add9#.UxRrr_ldUx4
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