Inventarla o trabajar para mal comer una semana
Con 17.69 dólares al mes, eliminación de gratuidades y altos precios, la
miseria es la pandemia de los cubanos
jueves, febrero 27, 2014 | Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba. – Durante el gobierno de Raúl Castro los salarios no
han experimentado la menor mejoría: el salario promedio mensual, entre
2008 y 2013, fue 17.69 dólares. Los salarios en las diferentes
provincias no fueron uniformes. Las provincias que reportaron los
salarios promedios más altos son Ciego de Ávila (19,44 dólares), La
Habana (17,92) y Camaguey (17.80).Las provincias de menores salarios
promedios en esos cinco años fueron Santiago de Cuba (16,80 dólares), el
municipio especial Isla de la Juventud (16, 56) y Guantánamo (16.48).
Aquellos en el mundo que devengan dos dólares diarios de salario (serían
unos 60 dólares mensuales) y que se encuentran ubicados por debajo del
nivel de la pobreza, se preguntarán cómo se las ingenian los
trabajadores cubanos con tan misérrimos salarios para asumir la atención
de sus familias los 30 días del mes.
A los expertos en microeconomía se les hace el cerebro agua, porque no
encuentran una forma de explicar esa crítica realidad. La organización
sindical oficialista, la Central de los Trabajadores de Cuba (CTC) y la
Asamblea Nacional del Poder Popular, por órdenes recibidas del Partido
Comunista, eluden abordar el asunto de los bajos salarios. La
responsabilidad de que no se hayan aplicados medidas dirigidas a la
solución definitiva de tan espinoso asunto, recae enteramente en el
gobierno.
Cuando comentan el tema, los dirigentes sindicales y los parlamentarios
argumentan para que lleguen los añorados aumentos salariales,
primeramente tienen que cumplirse un grupo de condiciones, tales como el
aumento de la productividad y la modernización tecnológica. El salario
promedio de 17,69 dólares mensuales, dados los altos precios de los
productos de primera necesidad, solo alcanza a un trabajador y su
familia para mal comer, cuando más una semana.
Tal situación ha llevado a la desesperación, principalmente a aquellos
trabajadores que no tienen entradas adicionales como las remesas, que
son la mayoría, y que como resultado de la despiadada política de
precios que aplica el gobierno a los productos de primera a necesidad,
tienen que destinar más del 80% de sus haberes a la compra de alimentos.
Es escandalosa la complicidad de la CTC con el régimen. Ulises Guilarte
De Nacimiento, el nuevo Secretario General de la oficial y verticalista
organización obrera, será "elegido" por el voto directo y secreto de los
delegados al XX Congreso, los cuales tienen la orientación de votar
obligatoriamente por él.
Sobre el asunto de los bajos salarios, en una entrevista publicada en el
semanario Trabajadores el 17 de febrero, Guilarte reconoció que "eso hoy
es insatisfactorio, ante el crecimiento que han tenido los precios de
los productos básicos". Pero más adelante, advirtió que "en las
condiciones actuales de nuestra economía no es posible ir a una reforma
general de salarios". A modo de justificación, señaló: "Primero tiene
que haber producción, eficiencia, generar riqueza, porque que si no,
¿qué repartimos?
Ulises Guilarte explicó que "el sindicato tiene que promover la
eficiencia en las empresas" y se quejó de que "todavía no se avanza con
la suficiente celeridad en el perfeccionamiento empresarial". Con esos
criterios del responsable de la máxima organización obrera cubana,
quedan despejadas todas las dudas: el aumento de los salarios es algo
que todavía tardará bastante para que se materialice.
Guilarte, el flamante nuevo mandamás de la CTC, tiene que decir lo que
le orienta el Partido Comunista, que es en definitiva quien lo dirige y
al cual tiene que responder y no a los millones de trabajadores que dice
él que dirige por medio de los 25 sindicatos nacionales.
La vertical y oficialista CTC podrá esquivar los temas espinosos, pero
no puede rehuir las grandes tensiones existentes en estos momentos
dentro de la clase obrera cubana, motivadas por los bajísimos salarios.
Estos misérrimos salarios, las políticas de ajuste que aplica el
gobierno con la eliminación de los subsidios y gratuidades, y la
imparable subida en los precios de los alimentos y los productos que
venden las redes de Tiendas Recuperadoras de Divisas (TRD), se traducen
en mayor pobreza y desigualdad para la mayoría de los cubanos.
ramsetgandhi@yahoo.com
Source: Inventarla o trabajar para mal comer una semana | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/inventarla-o-trabajar-para-mal-comer-una-semana/
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