Fidel, ese enemigo
Martes, 28 de Agosto de 2012 00:51
Escrito por Tania Díaz Castro
Cuba actualidad, Santa Fe, La Habana, (PD) Mi familia me enseñó siempre
que se debía respetar a todo anciano que pasara por la acera, no
importaba si estaba bien vestido o si era un mendigo que pedía limosnas.
La cantidad de años que había vivido ese anciano nos inspiraba
admiración y amor.
Pero, ¿ocurre lo mismo con un anciano dictador, como por ejemplo, con
Fidel Castro, quien cumplió 86 años el pasado 13 de agosto?
¿Qué cubano hoy en su casa, sin bulla alguna, de forma espontánea,
individual, es capaz de brindar por un dictador que le ha amargado la
vida con leyes draconianas contra el pueblo, con medidas austeras y
obsoletas que no existen en el mundo libre, con un salario humillante y
sobre todo, con una libreta de racionamiento de productos alimenticios
que no son otra cosa que limosnas dolorosas?
¿Qué cubano de la isla o del exilio no le guarda rencor por una prisión
injusta, un interrogatorio policiaco denigrante, un familiar muerto en
el mar y sobre todo, en guerras inútiles, donde este señor, por su odio
a los Estados Unidos, invirtió una fortuna que podía servir para
desarrollar el país?
¿Cómo juzgar a un hombre que ha endeudado al pueblo hasta la médula, que
ha malgastado el producto del sacrificio de los trabajadores en acciones
revolucionarias y terroristas en el extranjero, que está viendo desde un
principio el fracaso de su endemoniado modelo económico y ha preferido
continuar disfrutando de la miel del poder a reconocerlo, a erradicarlo,
a cambiarlo radicalmente para que el país comience a prosperar?
Los pocos que lo siguen, por conveniencia y miedo, le dicen sabio porque
se ha mantenido firme en sus ideas. Es precisamente el sabio quien
cambia de opinión. El necio, el terco, como han sido todos los
dictadores de la historia, nunca.
Se ha valido, es cierto, de que el pueblo no haga nada contra él de
forma violenta. Es así como triunfa el mal, cuando los buenos no hacen
nada. Tampoco nada hicieron contra Batista, el dictador anterior, y él
lo supo muy bien. Conoció entonces la psicología de las masas. El sabía
que los pueblos se adormecen con los traumas que se producen ante la
violencia de unos pocos, violencia que el poeta Jorge Luis Borges
definió como ¨ el último refugio de los débiles ¨.
El dictador cubano cumplió 86 años. Lo celebró en el seno de una familia
que el pueblo cubano desconoce, porque la ha mantenido oculta en su
lujosa madriguera, un bello y antiguo reparto de la aristocracia
criolla, hoy convertido en un escondrijo de políticos corrompidos,
familiares e íntimos, todos bajo las órdenes de quien ha sabido ser
zorra para conocer bien las trampas y león para hacer huir a los lobos,
como aconsejó Maquiavelo.
Como yo, son millones los que no lo perdonan. Ni aunque sea un anciano
enfermo y fracasado lo perdonaremos. Tampoco lo perdonaremos después de
muerto, porque los malos, hasta muertos, no dejan de ser enemigos.
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/5047-fidel-ese-enemigo.html
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