Friday, June 01, 2012

Ni carismáticos ni fotogénicos

Ni carismáticos ni fotogénicos
Viernes, Junio 1, 2012 | Por Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Los disidentes cubanos, ante la
sordera y la indiferencia mundial, vamos a terminar aquejados con el
síndrome del patito feo. Nos falta una belleza como Camila Vallejo. No
somos espectaculares ni carismáticos como Hugo Chávez. Tampoco lo
suficientemente exóticos para llamar la atención.

En Cuba, el carisma lo tiene Fidel Castro y lo verdaderamente exótico e
insólito es su casi macondiana revolución convertida en dictadura de más
de medio siglo, que sigue siendo de él, aunque ahora sólo escriba
reflexiones que firma como Compañero Fidel.

Los disidentes tenemos que admitir que no hemos sido capaces de
despertar el interés mundial como las tribus indígenas de la Amazonia,
el Dalai Lama, las Madres de la Plaza de Mayo o las ballenas que
amenazan a la vuelta de unos años en quedar convertidas "en imágenes de
archivo de un programa vespertino de televisión", según dijera un cantante.

A propósito de cantantes, no hay uno de fama internacional que dedique
una canción a las Damas de Blanco, como hizo Sting, un tipo sensible e
identificado con las causas nobles, cuando vio bailar solas a las
esposas y las hijas de los asesinados por las dictaduras militares
sudamericanas.

¿Será la insistencia de la prensa internacional en repetir el
estribillo de "la fragmentada oposición, penetrada por Seguridad del
Estado" el motivo por el cual ningún director ha dedicado a la vida de
nosotros una película como "La vida de los otros"? Y con tantas
historias como hay, uno se pregunta si de veras creerán que la Stassi
era más aterradora que el G-2.

El día que un disidente cubano se canse de redactar documentos y para
protestar, se dé candela en la vía pública, como los bonzos de Saigón de
los años 60, dirán que sólo un perturbado mental optaría por el suicidio
en medio de tanta maravilla. Adicionalmente, le reprocharán el feo
manchón que dejó en la calle –que es de Fidel- y haber utilizado para
su propósito suicida el petróleo que solidariamente envía Hugo Chávez.

Estropeando la nostalgia revolucionaria y romántica de los eternos
izquierdistas con boinas guerrilleras y camisetas de Che Guevara,
enfrentamos a una dictadura parlanchina, que se precia de desafiar a
los Estados Unidos y que alguna vez encarnó la utopía. No importa si ya
no es para nada fotogénica, sino todo lo contrario. Pero no importa.
Quedan aquellas fotos hermosas de 1959. Con ellas basta para mantener el
espejismo.

Así y todo, con lo poco fotogénicos e inconvenientes que somos los
disidentes, cuando la prensa internacional repara en nosotros, porque
algún preso político murió en huelga de hambre o porque alguien logró
retratar a porristas que golpean mujeres en la calle, el régimen pone
cara de víctima y asegura que se trata de "una nueva campaña mediática
contra la revolución".

Debemos ser comprensivos con los visitantes extranjeros que acuden a lo
que creen el paraíso revolucionario. Si los cubanos no logramos
construirlo, se supone que al menos debemos simularlo. ¿Qué derecho
tenemos los disidentes a estropear las vacaciones en Cuba de tantos
camaradas solidarios, compañeros de viaje, académicos zurdos y viejos
verdes? ¿Por qué arruinar los negocitos en Cuba de Repsol y Meliá? ¿Cómo
vamos a privarlos de las cultas e instruidas jineteras, los esbeltos
pingueros y la mano de obra barata y sin derecho?

Tan mal como anda el mundo, con tanto indignado como hay -y con razón-,
es de pésimo gusto hablar a los visitantes extranjeros de las Damas de
Blanco, los presos políticos, las cárceles dantescas que no permiten
inspeccionar y los opositores asediados por las brigadas de respuesta
rápida y la Seguridad del Estado. Una verdadera impertinencia nuestra
majadería de reclamar democracia en vez de ponernos a bailar salsa.

¡Cuán desconsiderados somos en negarnos a sonreír a los lentes de sus
cámaras, parados ante los pintorescos escombros de La Habana, y repetir
todo lo que ellos esperan escuchar acerca de nuestra felicidad!

luicino2012@gmail.com

http://www.cubanet.org/articulos/ni-carismaticos-ni-fotogenicos/

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