A: Su Santidad Benedicto XVI
Dámaso Antonio Fernández Canales
30 de abril de 2012
Holguín Cuba – www.PayoLibre.com – Santísimo Padre, cumplido un mes de
su visita a nuestra querida y sufrida patria me encuentro aún
desconcertado, junto a muchos otros.
El mes anterior nos habíamos creado una expectativa de usted como fiel
pastor que Nuestro Señor Jesucristo traería.
Nuestro pueblo sufre mucho, sufre la despersonalización, la doble moral
-o inmoralidad-, la corrupción en todas sus formas y maneras, la
represión y el acoso constante del régimen imperante contra aquellos que
alzan su voz en desacuerdo.
Casi tres millones de cubanos viven en la diáspora y quizás otros tres
piensen emigrar hacia cualquier parte. Dicen: "no me importa hacia donde
me voy, sino de donde me voy".
Muchas personas carecen de alimentos, viviendas y otras cosas
materiales; muchos sufren de prisión injusta por leyes penales
inadmisibles en otros países, como son la libertad de expresión y de
movimiento, la sanción impuesta por "peligrosidad social pre-delictiva",
y tantas que sería interminable enumerarlas; hay muchos desempleados por
"falta de idoneidad" y los dirigentes que casi todos pasan de veinte
años en edad de jubilación, esos sí son imprescindibles.
Santidad, aquí los opositores somos mirados como asalariados del
imperio, apátridas, mercenarios, satánicos, ya que los gobernantes los
designa Dios y el que se le oponga está contra el Señor y entonces me
encuentro en Eclesiastés 4.13 que dice y cito: "por otra parte más vale
el joven pobre pero sabio que el rey viejo pero necio, porque este ya no
admite consejo".
En el mismo libro antes mencionado en 5.8: "No te sorprendas si en algún
país ves que se oprime al pobre y que se hace violencia a la justicia y
al derecho, porque a un alto oficial le encubre otro más alto, y
oficiales aún más altos encubren a los otros dos".
Cuando su esperada visita estaba a punto de realizarse un halo de
esperanza cubría nuestro ensombrecido país. Todos esperábamos alguna
mejoría y algún espacio para que el pueblo pudiera elegir su destino.
¡No!, no esperábamos que el milagro lo hiciera usted, pero al venir como
peregrino de La Caridad entendíamos que ayudaría a nuestro necesitado
pueblo, pero ¿conoció usted a los cubanos que han sufrido en la carne y
el espíritu las maldades de sus opresores?, ¿sabe usted beatísimo Padre
del dolor de las familias?, ¿le han contado la realidad sobre nuestra
patria?, ¿ha valorado que al excluir un grupo de personas ha
potencializado al opresor ante el mundo?
Santidad, el siervo de Dios Félix Varela dijo: "No hay patria sin virtud
ni virtud con impiedad".
¿Y qué reina en Cuba?, por mi parte sigo pensando que el Señor
Jesucristo es el camino hacia la verdad y la vida, y rogándole a nuestra
virgen mambisa que nos mantenga la fe en la construcción de un país
donde reine la justicia, la paz, el amor y la libertad.
Una patria como la quería nuestro prócer José Martí: "con todos y para
el bien de todos, la patria es de todos".
Atentamente en Cristo Nuestro Señor.
Dámaso Antonio Fernández Canales
William Aguilera No. 80 entre José Mendoza y Calixto García
San Andrés, Holguín, Cuba CP 84200
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