[02-02-2012]
Julio César Soler Baró
Redactor de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Lo cortés no quita lo valiente. Creo que
todos los demócratas cubanos merecen premios, hasta nosotros los
Internéticos de Todos los Países Unidos, luchando aunque lejísimo de
Cuba y apestados por el vulgo profano, sin llave ni permiso para
regresar a casa, merecemos premios.
El solo hecho de no hacer la guerra llevando tanta soledad rabiosa por
dentro nos hace merecedores, a todos, de un Nobel de la Paz.
Pero a alguien hay que darle el objeto en cuestión y el partido español
Unión Progreso y Democracia propuso a Yoani y Oswaldo, otros a las Damas
de Blanco y otros a Biscet y así sucesivamente quizás hasta a mí me
proponga alguien, débil a mis letras con menos filo que las de Zóe o que
las de Rivero.
Yo creo que el Nobel de hoy aunque nos parezca ya no ser "lo mismo" es
sin embargo el mismo de siempre, solo que ahora con la adultez de todo y
de nosotros, este se nos ha vuelto menos trascendente, y también porque
somos lo suficientemente mayores para darnos cuenta de que el caso de
los Nobel, como el de cualquier otra creación humana antes de que se nos
vaya de las manos propias y comience a fastidiarnos, tiene el objetivo
de asegurar nuestra estancia sobre las piernas, que fuera de un sistema
jamás lograrían mantener al cuerpo erecto.
Y a esta práctica humana de sistematizar las existencias colectivas es a
lo que llamamos además: Política.
El premio Nobel es político siempre y en Humanidades, quiero decir:
Literatura y Paz, la marca es más evidente que en los otros. Porque la
palabra, colgada en el aire y los gestos en el tiempo, son irrepetibles,
absolutos o lo que es lo mismo incuestionables y NO sistemáticos.
Los Nobel en humanidades no son científicos sino especulativos, y por
ende sujetos a la capacidad lógicamente nada equivalente de organizar el
entorno común a favor de unos y en detrimento obligado de otros, es
decir: al PODER. Y entonces netamente premios políticos, modistas,
estrategias que garanticen una temporada más en las vidrieras del salón.
En cuanto a los Nobel en ciencias exactas: repetibles, nada absolutos y
por lo tanto cuestionables y sistemáticos; de todos modos también son
políticos, ya que a pesar de la importancia y verdad indiscutibles que
encierra el 2 + 2, merecedor también de un Nobel en matemáticas, se lo
damos a 2 x 2 porque las multiplicaciones están de moda, aunque 4 sea la
resultante en ambos casos.
¿Qué cosas están de moda y qué ha tenido una relevancia evidente durante
las últimas horas del planeta? ¿Qué ayuda a reforzar el sistema
evidentemente liberal que otorga el premio, a la parte del mundo que
define y decide desde hace rato?
Pues el activismo en las redes sociales independientes, atómicas y la
cristiandad. Lo cual quiere decir cristianos contra moros, y la
descentralización del poder tradicionalmente concentrado en los estados.
Algo equivalente a la esencia liberal o neoliberal, con el mercado como
su único regulador, contrapartida al Keynesianismo o modelo
socialdemócrata en la era Pos-Westfaliana.
La socialdemocracia tiene tendencias izquierdistas y la izquierda
socialistas y el socialismo y la renta base del capital, son
incompatibles. Así como los imperios geográficos y Google también son
incompatibles.
Por eso no me sorprende que sean justamente Payá y Yoani los que entre
todos los con méritos al Nobel de la paz 2012, incluyéndolos por
supuesto a ellos dos, sean precisamente ellos y no otros los nominados
esta vez.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35051
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