En Cuba, talleres de género arrojan "índices elevados de violencia"
"Percibimos que en general hay más conocimiento sobre género y violencia
contra la mujer, al menos en el discurso, pero de ahí a tener un
comportamiento más equitativo y justo no estamos tan seguros de que así
sea", señala psicóloga del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de la
ciudad de Cárdenas
Redacción CE, Madrid | 28/02/2012 7:05 am
La psicóloga Janet María García Cubas, del Centro Cristiano de Reflexión
y Diálogo, con sede en la ciudad cubana de Cárdenas, 150 kilómetros al
este de La Habana, ha señalado que la sensibilización sobre la violencia
contra la mujer en Cuba y hacer de este un problema de todas las
personas pueden ser pasos efectivos para su eliminación y hasta para
evitar muertes.
Según el Rotativo de Querétaro, el Centro realiza talleres que incluyen
el tema de género y, aunque algunos de ellos no tratan directamente la
violencia hacia la mujer, "sí abordan los vínculos inequitativos de
poder, como parte de las relaciones entre mujeres y hombres", indica la
psicóloga, que atiende su programa académico.
Estos encuentros "están dirigidos a sensibilizar y crear espacios de
debate y reflexión sobre temáticas sociales", añade García Cubas.
"Los temas de los talleres parten de las necesidades de la gente. Las
consejerías que realizan los especialistas en el centro arrojan índices
elevados de violencia, de familias disfuncionales y de maltrato contra
las mujeres, incluidas embarazadas, víctimas de sus parejas", añade.
Según el diario, el Centro Cristiano además de los talleres, a los que
acuden no solo personas de las comunidades religiosas, realiza cada
noviembre una jornada anual contra la violencia.
"Percibimos que en general hay más conocimiento sobre género y violencia
contra la mujer, al menos en el discurso, pero de ahí a tener un
comportamiento más equitativo y justo no estamos tan seguros de que así
sea", indica García Cubas.
"Hay que pasar más allá del nivel de información", sostiene la psicóloga.
La sensibilización persigue entonces propiciar una toma de partido,
hacer sentir que el maltrato —tanto al interior de los hogares como en
la calle— compete a todos y todas para, de ahí, propiciar un cambio en
la manera de actuar.
En Cuba, "lamentablemente" la violencia hacia la mujer continúa siendo
un problema social que no se asume como tal. "No todas" las mujeres que
viven situaciones de violencia "lo identifican, pues vienen buscando
ayuda por otros motivos", según la psicóloga Valia Solís Peraza, quien
brinda consejería en la mesa de orientación y ayuda del Centro Cristiano
de Reflexión y Diálogo.
Por eso, insiste García Cubas, hay que romper el mito de que es un
asunto privado. "No lo es desde el momento en que los gritos y golpes
que recibe mi vecina afectan a mi hijo", cita como ejemplo. "Es también
un asunto de política, porque se trata de una violación de un derecho
humano. Esto quiere decir que nos compete a todas y todos", agrega.
"Trabajamos para que, a nivel de la subjetividad, se produzca un cambio:
el de intentar que la gente empiece a cuestionarse el fenómeno de una
manera diferente, que empiece a percibir otras aristas y se comprometa,
porque hasta entonces era ajena", subraya.
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