Miércoles, Enero 11, 2012 | Por Reinaldo Emilio Cosano Alén
LA HABANA, Cuba, enero, www.cubanet.org -La oficialista Central de
Trabajadores de Cuba (CTC), tras la apertura de unos ciento ochenta
oficios como trabajo independiente, se obstina en sindicalizar a miles
de cuentapropistas, que no muestran el menor interés en el asunto.
Esta persistencia se evidenció hace poco en la reunión del Comité
Nacional del Sindicato del Comercio, Gastronomía y Servicios, realizada
en La Habana.
Demasiado sospechosa resultó la "sutileza" de las palabras de una
peluquera independiente, Yusleidis Gutiérrez, quien pidió a las
instancias oficiales no diferenciar a los cuentapropistas de quienes
laboran en centros estatales, "porque todos somos trabajadores cubanos".
Mientras, por otro lado, los sindicatos del régimen andaban a la "caza"
de aquellos que rehúsan sindicalizarse. Y para ello, esgrimían el
pretexto de "el contacto directo en sus áreas laborales, para escuchar
preocupaciones, dudas y explicar las funciones del sindicato y la ayuda
que puede ofrecer".
También fueron expuestos en el cónclave, como elementos de atracción,
algunos ejemplos de los buenos oficios del sindicalismo estatal, sobre
todo a la hora de "solucionar problemas", principalmente trabas
burocráticas.
Nada de esto, por supuesto, consigue influir en el criterio de los
trabajadores. Y no sólo de los independientes, sino también de los
estatales y sindicalizados, entre los que rueda desde hace mucho tiempo
un burlón dicharacho, según el cual "el sindicato es como una suegra
entrometida: no resuelve nada pero hay que mantenerla".
Lo cierto es que ya están hartos de abonar al sindicato 10% de su
salario mensual, además de realizar trabajos voluntarios y guardias
obreras no remuneradas, y de participar de las tediosas e inútiles
reuniones de análisis del trabajo sindical y administrativo.
Generalmente el sindicato oficialista no resuelve los problemas de
obreros que entran en contradicción frente a las administraciones,
porque lo guía el falso dogma de que los intereses del gobierno son los
mismos que los de los trabajadores. De modo que se limita a funcionar
como útil palanca de la administración.
No por casualidad es cada vez más creciente el número de obreros, sean
estatales o particulares, que toman distancia de este sindicato único.
En teoría, no es obligatorio pertenecer al sindicato oficialista, pero
los mecanismos de compulsión social revierten la teoría para convertirla
en imperativo.
Según fuentes oficiales, del total de 358 000 trabajadores no estatales,
unos 102 000 cuentapropistas está afiliados a la CTC. Es una cifra baja,
a pesar de todas las presiones. Y más notoria aún resultará cuando el
gobierno dé acceso, tal como prevé, a otros 240 000 trabajadores por
cuenta propia, durante el año en curso.
Por eso les preocupa la lenta afiliación de los cuentapropistas al
sindicato único. Incluso, existe un número no revelado de trabajadores
en activo, y otros que han perdido el trabajo por discrepancias con las
administraciones, junto a muchos jubilados, que están afiliándose a
sindicatos independientes. A pesar de que el gobierno niega a éstos el
registro legal, para mantenerlos en la semi-clandestinidad, con lo cual
quedan a merced de la represión.
http://www.cubanet.org/articulos/empenos-por-sindicalizar-a-independientes/
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