Lunes, Diciembre 26, 2011 | Por Francisco Chaviano González
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -El presidente Raúl Castro
declaró en su discurso ante el VIII período ordinario de sesiones de la
Asamblea Nacional del Poder Popular, que el Consejo de Estado concederá
indulto por razones humanitarias a dos mil novecientos prisioneros, de
los más de cien mil que componen la población penal cubana. Serán
beneficiados fundamentalmente reclusos comunes, entre ellos mujeres,
ancianos, enfermos y jóvenes "reeducados". No obstante también serán
liberados algunos sancionados por delitos políticos que ya han
extinguido buena parte de su pena.
Aseguró que las conmutaciones de sanción se realizarán atendiendo a
peticiones familiares, del Consejo de Iglesias de Cuba y la Conferencia
de Obispos Católicos de Cuba, así como por los cuatrocientos años de
aparición de La Virgen de la Caridad del Cobre y la próxima visita a
Cuba del Papa Benedicto XVI.
Será la excarcelación más grande de los últimos veinte años, y la
segunda con motivo de la visita de un Papa. A pesar de que el mundo ha
clamado por la liberación de prisioneros políticos, el gobierno de La
Habana sólo libera fundamentalmente a presos comunes y unos pocos políticos.
Recuerdo la visita de Su Santidad Juan Pablo II, en 1998. Yo me
encontraba cumpliendo una condena de 15 años por razones políticas,
cuando el gobierno anunció las tipificaciones de sancionados que serían
excluidas. Puedo imaginarme entones, como se sentirán mis compatriotas:
son momentos de expectación, ansiedad, alegría para unos pocos y
frustración para la mayoría.
Mi amigo el Dr. Omar del Pozo Marrero y yo teníamos la misma sanción de
15 años por delitos similares, Revelación de secretos concernientes a
la Seguridad del Estado, que no figuraba entre las exceptuadas. El había
extinguido seis años de condena y yo cuatro. Mi compatriota aseguraba
que nos liberarían juntos, apuntalándose en razones obvias. Yo le
reconvenía que a él lo liberarían, pero a mí no, porque el gobierno aún
no había saciado el rencor que me profesaba. Hubiera querido perder la
apuesta, pero no fue así, tuve que cumplir mi sanción completa.
Hoy se repite la misma historia. Las liberaciones no se ceñirán a una
regla, sino al libre albedrío gubernamental. Nos imaginamos que algunos
casos, como Rafael Ibarra Roque, a punto de cumplir su sanción en
febrero, debe salir, pero nos preguntamos si estará incluido Ernesto
Borges Pérez, quien lleva catorce años en prisión y desde hace cuatro
le corresponde la libertad condicional, por tanto liberarlo sería
cumplir con lo dispuesto. ¿Y cuál será la consideración para los cuatro
jóvenes encarcelados por enarbolar unos carteles frente al Consejo de
Estado?.
¿Terminará el martirio para Elías Pérez Bocourt, quien lleva veinte
años de prisión política bajo hostigamiento vejaminoso de los
carceleros, por complicidad de asesinato, por estar en el momento y
lugar equivocado, ya que no participó en los hechos y se enteró por la
prensa al día siguiente?
¿Qué tratamiento darán a los casos de Tráfico de Personas, clasificados
como delitos comunes, pero cuya connotación política y el ensañamiento
de su sanción exagerada son por todos conocidos? Entre ellos distingo
el caso de Rolando García, que lleva más de diez años de cárcel, a
pesar de que Medicina Legal lo declarara no apto para estar en una
celda. Así como Raúl Rodríguez Soto, y muchos más.
¿Nos preguntamos si entre los extranjeros que serán liberados estará
Alan Gross, el menos justificado de los extranjeros para tener en
prisión? ¿Y si ante que los nobles defensores del progreso y la
libertad, el estado preferirá primero soltar a Barrabás, como cuentan
las sagradas escrituras?
No comments:
Post a Comment