En un año marcado por el proceso de actualización económica, las
reformas del régimen cubano no han conseguido aún disipar las dudas e
interrogantes sobre el futuro de la isla bajo el castrismo.
Isaac Risco/ DPA, La Habana | Actualizado 29.12.2011 - 13:57
El gobierno de Raúl Castro puso en marcha en 2011 profundas reformas
tras el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en abril.
Descritas como "inéditas" en la propia prensa cubana, alentadoras para
algunos observadores y únicamente cosméticas para la oposición, las
medidas impulsan una amplia reestructuración económica con elementos de
mercado.
El cónclave, el primero desde 1997, institucionalizó el paulatino
proceso de ajustes iniciado en los últimos años por el menor de los
Castro, que empieza a remover los cimientos del monopolio económico
estatal a similitud de lo ocurrido en China o Vietnam en décadas anteriores.
"Nuestra Revolución ha llegado a su mayoría de edad", explica Joaquín
Ventura Infante, de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba,
las aparentes contradicciones con antiguas medidas como la masiva
nacionalización de negocios de finales de los 60. Enmarcadas en un
modelo "irreversiblemente" socialista, las reformas aspiran a
rectificar los "errores de 50 años", según Raúl Castro, sin renunciar a
logros como la salud y la educación gratuitas. "Es un proceso de
perfeccionamiento", lo secunda Ventura Infante.
A medidas previas como la entrega en usufructo de tierras ociosas a
pequeños agricultores, se unieron en 2011 otras de gran calado. La
autorización de la compraventa de casas y automóviles -medio siglo
después de que se suprimiera el mercado libre-, la flexibilización de
los créditos bancarios para el sector privado y la construcción de
viviendas, son las reformas más significativas de la segunda mitad del año.
Las medidas para fomentar el trabajo por cuenta propia duplicaron la
cifra de pequeños emprendedores en los últimos 12 meses. Además de
aumentar la recaudación fiscal, el gobierno aspira a que el sector
privado absorba a unos 1,8 millones de trabajadores estatales hasta 2015.
Las reformas "tienen mucho sentido y tendrían un impacto importante si
fueran implementadas de manera eficiente", considera Michael Shifter,
presidente del Diálogo Interamericano, un think tank de referencia en
Estados Unidos para asuntos latinoamericanos. Voces críticas desde
dentro de la isla reclaman también una apertura del trabajo por cuenta
propia a profesionales de alta cualificación para dar un impulso
decisivo a la economía.
Óscar Espinosa Chepe, un ex funcionario encarcelado en 2003 como parte
del llamado Grupo de los 75 y liberado por motivos de salud, cree que
el actual modelo está diseñado para maniatar a la iniciativa privada,
en lo que califica de "empresas bonsai'". Las restricciones a los
negocios y los altos impuestos progresivos evitan que las pequeñas
empresas crezcan mucho, dice el economista. "Bien controladas, bien
pequeñas".
Y 2012 plantea más interrogantes para Cuba. Con una economía
fuertemente dependiente de la Venezuela de Hugo Chávez, la isla sigue
muy de cerca la evolución de la salud del presidente venezolano.
Asimismo, se espera que la visita de Benedicto XVI en marzo dé un
importante impulso al proceso cubano. La única visita de un Papa, la de
Juan Pablo II en 1998, alentó considerablemente el debate político y
devolvió la fe católica a la isla tras décadas de prohibición.
La atención se centró al final de año en la esperada reforma migratoria,
uno de los cambios más anhelados por la población. Aunque la mencionó
explícitamente en agosto, Raúl Castro aplazó sin fecha la reforma en su
último discurso.
Las miradas apuntan en 2012 ya a la Primera Conferencia del PCC a
finales de enero, que analizará la aplicación de los nuevos lineamientos
económicos. La conferencia, un instrumento previsto en la Constitución
pero no utilizado hasta ahora nunca, plantea incógnitas. Por ejemplo
respecto a posibles pugnas entre reformistas y tradicionalistas en el
seno del propio PCC, según Espinosa Chepe. "Hay una serie de
privilegios que esa gente está tratando de salvar", dice sobre las
posibles resistencias dentro de la burocracia estatal.
El presidente de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos
Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, ve en cambio un
panorama sombrío en la mayor de las Antillas. "Seguimos teniendo la
peor distorsión de derechos civiles, políticos, económicos y culturales
en todo el hemisferio occidental y buena parte del mundo", señala el
disidente, que en su último informe habló de al menos 66 presos
políticos en la isla.
http://www.diariodesevilla.es/article/mundo/1148558/ano/las/reformas/hacia/donde/va/cuba.html
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