[27-12-2011]
Joisy García Martínez
(www.miscelaneasdecuba.net).- Después de atiborrarse de novelas de
caballería, que lo llevaron a creerse que él era un caballero andante,
un hidalgo justiciero superior, se lanzó a sus aventuras. Se expresaba
tan profunda y conocedoramente que no era posible detectar lo que dicen
que padecía, una obsesión o locura a secas.
¿Cuál era la enfermedad de Don Quijote?
Tenía la sabiduría pícara, y a la vez malvada, de no sólo conocer la
debilidad humana, de arrastrarse por lo material de este mundo, sino
además la osadía mentirosa de ofrecer lo que no tenía, para así
engatusar a Sancho, que ni tardo ni perezoso, decidió seguirlo en su
aventura, a cambio de una ínsula, (Fig.; un pequeño gobierno o su
equivalente, un cargo de poder), que apareció después falsamente, para
su propia burla, por medio de ricos Duques con deseos de reír. Sancho
cambió su relativa tranquilidad, por la capacidad y rara inteligencia de
un loco aventurero, que en realidad padecía de una rara ensoñación
atípica del trastorno mental, que lo desconectaba de la realidad,
permitiéndole de esta forma soñar despierto.
Simbólicamente Don Quijote representa una especie de conquistador
errante, con pretensión de dominio e imposición de su voluntad (tirano),
y Sancho Panza (pueblo insatisfecho), que sin saber de su ambición y
vanidad, tenía implícito una subordinación incondicional de ser fiel y
obediente, pues de lo contrario no recibiría su ansiada ínsula
Barataria, que apareció después, con todo lo que soñó despierto en su
fantasía.
Don Quijote no se autodestruye, porque unos vecinos lo salvan,
metiéndolo en una jaula y trasladándolo a su casa, donde recupera la
razón y muere. De caballero andante pasó a ser de triste figura, dejando
al pobre Sancho Panza, peor, sin ínsula y burlado. Aunque se ha dicho
que no se sabe bien si este tipo de ensoñación que denota una
desconexión entre realidad y frenesí sucede en los tiranos desde que
inician sus apocalípticas odiseas, a la que arrastran a sus pueblos a
fuerza de teques, promesas, miedos, etc.
Lo cierto es que se creen un especie de dios pagano, muy apegados a lo
material y como dijo un aprendiz de dictadorcito "se mojan, pero
salpican", a sus más fieles claro está, dando ínsulas y sembrando
miedos. Así crean los tiranos a sus Sancho Panzas, Sanchos oportunistas,
Sanchos mentirosos, Sanchos corruptos, Sanchos miedosos, Sanchos
extranjeros, Sanchos ignorantes, creando de esta forma una combinación
de Sanchos increíblemente útiles, llegando a asegurarse, que algunos se
enferman del mismo síndrome que el amo, y que mueren en su fantasía
propia junto al tirano, como queriéndolos seguir al más allá.
Estúdiese a Hitler 1889-1945, su extraviada mirada de odio, sus ademanes
exagerados, pero sobre todo sus ideales erráticos de dominio mundial,
cuya puesta en práctica era la confusión de atacar a verdaderos
Gigantes, creyendo en sus fantasías, que eran molinos de viento.
¡Cuánto daño a su propio pueblo y a la humanidad!
Benito Mussolini 1883-1945, un verdadero Sancho de Adolf Hitler, quien
apostó por su amo por ambiciones desmedidas y que lo acompañó a mejor
vida, al parecer también turulato en su desconexión de la realidad.
Saddan Hussein 1937- 2006, endiosado, lleno de palacios y riquezas
robadas a su pueblo, ocupando abusivamente al pequeño Kuwait, acción,
que para cualquier aficionado analista, por su costo político y
material, era muy superior a su empresa. Una verdadera ensoñación
absurda y malvada.
Muammar al-Gaddafi,1942-2011 quien después de 42 largos años, cuando
hasta los tontos, podían, no sólo darse cuenta de que su cansado pueblo
lo despreciaba, sentado sobre fusiles, soberbia y terror, sino, ya en
plena confrontación, en su desconexión de la razón, no abandonó el poder
tambaleante, provocando una guerra fratricida evitable. Se dice, que
apresado y próximo a su muerte, dijo a quien vio la intención de
dispararle "sabes el límite entre lo correcto y lo incorrecto", cosa que
él no tuvo en cuenta, cuando semanas antes, había mandado a masacrar a
más de 1200 opositores presos e indefensos.
Hay muchos más ejemplos, pero nuestra madrastra tiranía de más de medio
siglo, la cual ahora pretende dedicarse otro medio siglo a deshacer todo
lo deficiente que antes hizo, merece mención, el mismo poder disfrazado,
muestra el mismo síntoma de no comprensión del cansancio, la frustración
y la desesperación del pueblo, forzándonos a vivir en cadenas, en el
pozo negro de las múltiples necesidades, en una verdadera desconexión de
la realidad actual.
Tal vez, y que bueno sería, se percatara y contribuyera, sin sofismas, y
pacíficamente a cambiar el modelo económico, político y social, que nos
ha llevado a la bancarrota. Qué bueno para todos sería, que el Quijote
caribeño y sus Sanchos, recobren la razón, porque es la paz lo que el
pueblo quiere y necesita, no conculcada, no mediatizada, con libertad.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34694
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