autoridades
[30-11-2011]
Eriberto Liranza Romero
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- La familia Arzuaga Anaya se encuentra
atravesando por un verdadero calvario, tener a uno de los miembros del
hogar tras las rejas y la posibilidad real de ser desalojados por
resolución de la Dirección Nacional de la Vivienda, les ha robado la paz
que brindaría en momentos difíciles, la tranquilidad del hogar.
Todo comenzó en el momento que Adán Lorenzo Arzuaga Anaya, -vecino de
Cortés, #151, entre Esperanza y San Agustín, reparto Callejas, municipio
Arroyo Naranjo, La Habana- fue detenido en diciembre de 2010, por un
supuesto delito de "tráfico de drogas"; una de las consecuencias
directas de este delito, es el decomiso de la vivienda del acusado si se
prueba su culpabilidad y si la vivienda se adquiere con dinero sucio
producto de tan horrendo negocio.
Pero como las leyes cubanas se manejan por caminos escabrosos, los
moradores de la vivienda antes mencionada se encuentran en un callejón
sin salida, la familia posee documentos que demuestran que su vivienda
fue adquirida mediante Contrato De Compraventa De La Vivienda con el
Banco Popular de Ahorro, -entidad representada por el Sr. Juan Antonio
Sánchez Amable, director de la Agencia de Población # 3322-, pago que
inició la señora Pura Anaya Tamayo, antigua propietaria de la casa y
madre de Adán.
En la cláusula segunda de dicho contrato reza, "El Banco, en
representación del Estado, por medio del presente contrato, vende, cede,
renuncia y traspasa a favor de El Comprador – Pura Anaya Arzuaga- la
vivienda descrita en la cláusula anterior, de acuerdo con las
disposiciones de la Ley General de La Vivienda, Ley No. 48 de 27 de
diciembre de 1984".
La señora Pura, el día 13 de noviembre de 1995, decide donar su casa a
favor de su hijo menor, Adán Lorenzo Arzuaga Anaya, recibiendo este el
Título de Propiedad el día 7 de marzo de 1996, ante la notaria de Arroyo
Naranjo, Licenciada Lidia Ana Méndez Chacón.
Ante estas pruebas, la familia denuncia la injusticia cometida por la
Dirección Nacional de la Vivienda y declaran que no abandonarán la casa
bajo ninguna circunstancia, "yo vivo en esta casa desde niña,
exactamente 35 años, mi hija nació aquí, en este hogar están todos mis
recuerdos, ellos ni siquiera han podido probar el delito de mi tío y aun
así nos quieren desalojar , nosotros somos inocentes y vamos a defender
nuestro derecho a conservar nuestra vivienda", declaró Mariela Jiménez
Anaya, sobrina de Adán.
Mariela Jiménez y su tía Belén Arzuaga Anaya, presentaron una "queja" al
Director Nacional de la Vivienda, representadas por la licenciada Rufina
Isabel Fernández Tomasen, abogada del Bufete Colectivo de Mantilla, en
Arroyo Naranjo, solicitándole se realice un "PROCEDIMIENTO DE REVISION
de la resolución 3132 de 28 de julio del 2011", y presentando las mismas
pruebas documentales. Otras de las pruebas presentada por la familia, es
el hecho de que la Policía no encontró ni una sola evidencia de droga en
la casa, ni vínculos de la familia con este negocio.
Mariela y Belén denuncian el mal trato ofrecido por la recepcionista de
dicha entidad y de Sandra, jefa de Vivienda en Arroyo Naranjo, quien les
dijo que "nada de eso iba a proceder, porque si la orden dice decomiso,
lo que obtendrán será el decomiso de la vivienda y el desalojo".
La casa de la familia Arzuaga Anaya, se encuentra en uno de los mejores
repartos de Arroyo Naranjo, posee una construcción y extensión de
terreno codiciable ante los ojos de cualquier funcionario corrupto. Los
moradores de la vivienda, declararon que tanto la Policía como Sandra,
tienen marcado interés en hacerse de los documentos de propiedad de la
Sra. Pura y del Sr. Adán.
Algo insólito en este caso, es que la señora Pura, madre de 12 hijos,
tenía uno llamado Eddy Arzuaga Anaya, quien fue soldado del Ejército
Rebelde comandado por Fidel Castro, el padre de Adán, Lorenzo Arzuaga
Reyes, fue torturado y asesinado por la Guardia Rural del ejercito de
Fulgencio Batista, como represalia ante la elección de su hijo de
rebelarse contra la dictadura.
Después del triunfo revolucionario, la familia se benefició con ser
trasladada a la capital en el año 1975, por la necesidad de uno de los
hijos de la Sra. Pura de ser ingresado en el hospital Psiquiátrico
Mazorra para recibir atención especializada, desde ese instante pasan a
ser ocupantes legales del inmueble.
De ser decomisada la vivienda en la que ha vivido esta familia por
tantos años, las autoridades cubanas procederán solo ante la codicia de
robar a tres ancianos, una madre y su pequeña hija, la casa que los vio
crecer.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34471
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