Martes, Octubre 25, 2011 | Por José Hugo Fernández
Clarias, posibles protagonistas de la próxima película sobre Aliens.
Fueron capturadas en el río Almendares, de La Habana. Por suerte los
cazadores les cayeron en pandilla, y no había niños cerca.
Clarias, posibles protagonistas de la próxima película sobre Aliens.
Fueron capturadas en el río Almendares, de La Habana. Por suerte los
cazadores les cayeron en pandilla, y no había niños cerca.
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Ya que es de rigor tratarlo
con delicadeza, por el organismo que representa, podríamos calificar
como magnificación del esperpento las recientes declaraciones de Marcio
Porto, representante en La Habana de la Organización de Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quien dijo, entre otras
memeces, que Cuba avanza hoy hacia la independencia alimentaria.
No es la primera vez que algún representante de organismos con
reconocida incidencia internacional elogia públicamente el desempeño de
nuestro régimen, emitiendo juicios que se contradicen in fraganti con la
realidad concreta de la Isla.
Si descartamos de inicio, por respeto a los preceptos de la honradez
profesional -o de la simple honradez-, que tales juicios estén lastrados
por simpatías ideológicas o, aún peor, por algún tipo de connivencia
secreta, no nos queda sino suponer que quienes los han emitido se
basaron exclusivamente en los informes amañados que les entregó el
régimen, y que si fueron llevados a ver aquello sobre lo que opinan, en
realidad no lo vieron con mirada propia, sino mediante la escenografía
manipuladora que les montaron para la ocasión.
Es ya proverbial la historia o la leyenda relacionada con Catalina II,
Emperatriz de Rusia, a quien cierta vez se le ocurrió viajar por los
campos para ver con sus propios ojos cómo vivían los campesinos del
país. Entonces su primer ministro y amante, Potemkin, mandó a construir
aldeas especiales (falsas, claro) a orillas de toda la ruta que él
mismo diseñó para la inspección de la emperatriz. Y ella, que nunca
llegaría a bajarse del carruaje (a las emperatrices no le da tan
fuerte), quedó muy satisfecha al comprobar lo bien que vivían los
campesinos.
Con muchos menos recursos y aparatosidad que Potemkin, aunque al parecer
con éxito similar, pudo haber diseñado el régimen un espectáculo
exclusivo para las representaciones de la FAO acerca del actual panorama
de la agricultura cubana. De lo contrario, no se entendería que este
organismo pretenda expandir a otros países la cuasi extinción de la
malanga o la venta restringida y a precio de oro de la calabaza en
nuestros agromercados, llamándoles "proyectos y experiencias inéditas en
la agricultura urbana y suburbana".
Que nadie se ría, por favor, que esto es serio. Y más serio aún podría
ser si al elogiar la producción de alevines en Cuba, el representante
de la FAO se refería a esos bichos de agua dulce a los que llaman
Clarias, traídos desde Asia por algún sesudo del régimen, debido a su
abundante carne y a la asombrosa rapidez con que se reproducen, pero sin
tener en cuenta su monstruosa voracidad, la cual los ha impulsado a
ocasionar graves daños en nuestra flora y fauna. Hasta el momento,
siempre que mantengamos a los niños prudentemente alejados del entorno
de las presas y ríos donde prosperan.
Ojalá que la FAO no se lance a exportar hacia otros países la fatal
experiencia cubana en la cría de Clarias. Daría argumento para la
filmación de una de esas películas de monstruos, Aliens devoradores de
todo lo que camina, nada y vuela en el planeta.
http://www.cubanet.org/articulos/otra-pelicula-de-monstruos/
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