Monday, October 03, 2011

Los Cinco ya no serán cinco

Los Cinco ya no serán cinco
Lunes, Octubre 3, 2011 | Por Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Según se ha informado, el
próximo 7 de octubre saldrá de la cárcel René González, uno de los cinco
cubanos que guardan prisión en Estados Unidos acusados de espionaje.

Los gobernantes cubanos, a pesar de una campaña propagandística sin
precedentes, y que ha llegado a convertirse en una política de Estado,
no han conseguido su objetivo: obtener la liberación simultánea de los
cinco. En consecuencia, a partir de ahora tendrán que modificar, con el
consiguiente gasto material, gran parte de los medios que les han
servido para armar la algarabía internacional en torno al caso, pues
pancartas, fotos, afiches y otros aditamentos fueron confeccionados para
reclamar la liberación de cinco prisioneros, y no de cuatro.

Además, existe otro elemento que pudiera preocupar a las autoridades de
la isla. Me refiero al estatus de René González a partir del 7 de
octubre. Se dice que tendrá que permanecer tres años en territorio
norteamericano como parte de su libertad condicional, y ese hecho podría
ser tomado por el castrismo para continuar el show, en este caso
reclamando que se le permita el regreso a Cuba. No obstante, sea como
fuere, no es lo mismo estar en la calle que tras las rejas.

Para nadie es un secreto que episodios como este de los cinco son usados
por el gobierno cubano para mantener latente el diferendo con Estados
Unidos; un diferendo que, a falta de otros discursos y ante una crisis
general en la vida de la nación, posibilita que los ciudadanos den vivas
a la revolución al evocarse su fibra patriótica. Y en ese contexto, las
personas son útiles solo cuando sirven para avivar el referido conflicto.

El caso de un diplomático cubano de apellido Imperatori, ocurrido hace
algunos años, ejemplifica lo anterior. El hombre en cuestión estaba
destacado en Washington, y allí incurrió en actividades incompatibles
con su labor. Ante la posibilidad de que fuera encarcelado por las
autoridades norteamericanas, la prensa oficial de la isla lo cubrió de
honores. En dos o tres días pasó de ser un desconocido para convertirse
en un héroe de la revolución. Pero el castrismo salió trasquilado, ya
que Imperatori únicamente fue deportado a Canadá. De pronto se habían
quedado sin tribuna para orquestar el discurso antiimperialista.

Pasaron los días y ni una palabra más acerca de Imperatori. Algunos
ciudadanos en la isla, curiosos, escribieron a los medios de prensa para
saber qué había pasado con ese hombre. Entonces a los gobernantes,
cogidos en su propia trampa, no les quedó más remedio que poner fin al
circo: fletaron un avión con artistas e intelectuales que se habían
destacado al reclamar el regreso del niño Elián, y lo enviaron a Canadá
a buscar al "héroe". Después del recibimiento en el aeropuerto, nada más
se supo de Imperatori. La cancillería debe de haber recibido
instrucciones precisas, mandarlo lejos, que se lo trague la tierra:
cónsul en Siberia o encargado de negocios en la isla de Tonga.

Pero bueno, tal vez René tenga mejor suerte. A lo mejor termina como el
hoy coronel Orlando Cardoso Villavicencio, el ex prisionero en Somalia,
una figura decorativa al que le publican algún que otro libro de
memorias, y lo invitan a ciertos actos oficiales.

http://www.cubanet.org/articulos/los-cinco-ya-no-seran-cinco/

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