Para el blogger y periodista alternativo, el mérito indiscutido de Laura
Pollán Toledo fue erguirse sobre el lodo y la maldad imperante y abrir
una nueva brecha.
Rolando Cartaya, especial para martinoticias.com 26 de octubre de 2011
A fines de los años 90 y principios de los 2000 eran raros en la
oposición cubana los actos de calle, salvo las protestas relámpago que
organizaba la Fundación Lawton de Derechos Humanos encabezada por el
doctor Oscar Elías Biscet. Le secundaban en ello otros valientes
activistas como Angel Moya y Rogelio Menéndez.
Por esto Biscet y sus compañeros sufrieron fuertes golpizas y varias
reclusiones en centros penitenciarios, hasta que el gobierno aprovechó
la ola represiva del 2003 para sacar por largo tiempo al doctor Biscet y
otros de la Fundación, como Moya, de las calles. Desde entonces su muy
escasa tolerancia a la oposición se guió por una política de sol o
sombra. Mientras estuvieran dentro de sus viviendas no habría un
enfrentamiento directo, pero si intentaban salir a la calle, podían
esperar lo peor. La calle era sólo para los revolucionarios.
Sin embargo, el mes pasado, en el video de un acto convocado por la
oposición cubana en Río Verde, el pasado 24 de Septiembre, escuché por
primera vez esta nueva consigna: "Las calles son del pueblo". Y no es
puro farol. La estaban coreando los activistas en las calles de esa
localidad del municipio Boyeros.
Finalizando la primera década del siglo XXI los actos de calle de la
oposición han venido multiplicándose en Cuba, sobre todo gracias al
empuje del indoblegable Frente Nacional de Resistencia Cívica y
Desobediencia Civil Orlando Zapata Tamayo.
Este lunes 24 de octubre el Frente llevó a cabo actividades en memoria
de la fallecida líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán, en Pinar del
Río, Ciudad de La Habana, Placetas, Cienfuegos, Holguín, Bayamo y
Guantánamo. Al menos en cuatro de las ciudades los activistas salieron a
las calles, donde fueron interceptados, y muchos, detenidos, por la
Seguridad del Estado, entre ellos líderes como "Antúnez" y Sara Marta
Fonseca.
Pero hace bien el Frente en rendir tributo a Laura, porque si alguien
defendió con su propia integridad física el principio de que las calles
son del pueblo, esa fue ella.
En su blog Infierno de Palo, el director del semanario Primavera
Digital, Juan González Febles, dice que esta mujer fuera de serie y sus
Damas de Blanco escribieron una página indeleble y tallaron una fisura
que aún permanece abierta, Esa fisura, agrega el autor, fue tan
preocupante para la élite gobernante que ésta, en opinión de muchos,
tomó la decisión de eliminar sus causas. Pero eliminar a estas valientes
mujeres de las calles, requería privarlas del liderazgo indiscutido de
Laura Pollán Toledo. No vacilaron en hacerlo --asevera González Febles--
y la conducta sinuosa tomada por las autoridades a lo largo de toda la
agonía de Laura, valida con creces este criterio.
Para el blogger y periodista alternativo, el mérito indiscutido de Laura
Pollán Toledo fue erguirse sobre el lodo y la maldad imperante y abrir
una nueva brecha.
González Febles repara en la respuesta indirecta que dieron las
autoridades a la embajadora del Reino Unido en Cuba, Diana Melrose,
cuando pidió en una declaración que el gobierno cubano permitiera a los
disidentes y opositores manifestarse de forma pública, sin la amenaza y
la aprensión de ser arrestados o reprimidos con violencia. Le
respondieron cerrando una o más firmas inversoras inglesas que operaban
en la Isla.
El caso es que la posición del gobierno cubano en este sentido es
insostenible, afirma el autor. ¿Cómo se explica que no permita a sus
ciudadanos manifestarse pacíficamente en las calles y apoye las
manifestaciones de los "indignados" en Europa y, Estados Unidos o de
majaderos estudiantes en Chile?
Laura Pollán -dice-- puso al régimen militar en tres y dos: o se peinan
o se hacen papelillos. A fin de cuentas-señala el comunicador-los
cubanos tienen sobradas razones para estar muy indignados. En un país en
que generales ventrudos, añosos e ignorantes viajan en autos con aire
acondicionado, viven en mansiones que nadie sabe por qué disfrutan,
tienen conexión a Internet y ven TV por cable, se pregunta el autor,
¿cómo alguien puede pensar que no exista al menos un ciudadano cubano
que no esté indignado?
Le dejo con el texto completo de "Una mujer fuera de serie", de Juan
González Febles, en su bitácora, Infierno de Palo.
http://www.martinoticias.com/noticias/La-brecha-que-Laura-Pollan-abrio-en-las-calles-132609393.html
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