Wikileaks: EE UU tiene fichadas a 25 empresas españolas por invertir en Cuba
DDC
Madrid 18-12-2010 - 12:19 am.
La Embajada de Estados Unidos en Madrid remite periódicamente al
Departamento de Estado informes sobre las inversiones de las empresas
españolas en Cuba, informa el diario español El País.
En su lista negra de empresas que serían susceptibles de ser sancionadas
figuran firmas turísticas como Sol Meliá, Iberostar, Barceló, Riu o NH
Hoteles, pero también compañías de otros sectores como Aguas de
Barcelona, Altadis, Freixenet, Repsol o Iberia hasta un total de 25
compañías.
Estados Unidos ha evitado por ahora imponer sanciones, aunque llegó a
planteárselo tras la vuelta de los socialistas al Gobierno y el cambio
de la política española hacia la Isla. Solo la pertenencia de España a
la UE evitó que prosperase la idea de tomar represalias.
Los diplomáticos estadounidenses han vigilado con mucha atención la
política española hacia La Habana desde que Zapatero llegó al Gobierno.
Los papeles de la Embajada se deshacen en elogios con el Gobierno de
Aznar que, con su línea dura de "crítica estridente", "hizo mucho para
impulsar la democracia, los derechos humanos y las libertades
fundamentales en Cuba", según la versión estadounidense.
Llegado Zapatero al poder, la Embajada se planteó en julio de 2004 si
era conveniente mantener la moratoria a la imposición de sanciones a las
empresas españolas con inversiones en la Isla. En esa fecha, la idea era
que aunque Zapatero no sería en sus planteamientos tan cercano a EE UU
como Aznar, no había hecho aún nada para suavizar la línea dura.
El análisis de la Embajada concluía que imponer sanciones daría al
Gobierno de España la excusa para la normalización del diálogo con La
Habana. Además, España alegaría que con ello se rompía el acuerdo entre
la UE y EE UU para dejar en suspenso las sanciones.
"El Gobierno de EE UU tiene poco que ganar y mucho que perder en sus
objetivos de política exterior no renovando la moratoria", concluía la
comunicación del embajador George L. Argyros al Departamento de Estado.
Pronto, sin embargo, los tímidos gestos de apertura al diálogo con La
Habana del Gobierno español hicieron a EE UU replantearse esa política.
En un despacho fechado el 1 de diciembre de 2004, EE UU volvía a
plantearse la posibilidad de establecer sanciones ante ese giro. "En
materia de derechos humanos, el Gobierno ha roto con el énfasis de la
Administración de Aznar en apoyar a los activistas democráticos para
buscar en su lugar un mayor diálogo con el régimen de Castro".
A continuación, sin embargo, la Embajada dudaba de la eficacia de
imponer sanciones. "Pese a nuestro disgusto sobre la dirección de la
política española con Cuba, debemos analizar si nos interesa ahondar
nuestras diferencias con la UE autorizando sanciones contra entidades
españolas", decía el cable. "Incluso los países que se han resistido a
los esfuerzos españoles por debilitar las posiciones de la UE sobre Cuba
podrían sentirse obligados a apoyar a un socio de la UE ante las
acciones legales de EE UU" contra empresas españolas.
No obstante, ese despacho, a diferencia del anterior, incluía ya
información sobre qué empresas españolas tienen inversiones en Cuba, con
la localización de sus inversiones y, en unos pocos casos, una
cuantificación de las mismas.
Las empresas identificadas por EE UU en esa comunicación como
susceptibles de potenciales sanciones eran las siguientes: Sol Meliá,
Inversiones Ibersuizas, Occidental Hoteles, Grupo Piñero, Iberostar,
Barceló, NH Hoteles, Grupo Riu, Hotetur, Aguas de Barcelona, Altadis,
Freixenet, Repsol e Iberia. No obstante, la Embajada se justificaba por
la parquedad de sus datos diciendo que las compañías procuraban ser
opacas en relación con Cuba ante la amenaza de sanciones.
Esa misma información se incluye en las comunicaciones del año 2005, con
algunos añadidos sobre la evolución de las relaciones España-Cuba y con
una consideración de política interna: aunque el Partido Popular (PP,
derecha) está en desacuerdo con la política de Zapatero hacia la Isla,
rechazaría que las compañías españolas recibiesen sanciones.
En 2006, el Consejo de Seguridad Nacional pidió a la Embajada en Madrid
que ampliase la información sobre las relaciones económicas entre España
y Cuba. En las respuestas, junto a las compañías antes citadas se
menciona la presencia pasada de Iberdrola, Banesto y BBVA en Cuba.
El informe del año 2007 explicaba las dificultades que para inversores
estadounidenses habían supuesto las inversiones en empresas españolas
presentes en Cuba. Así, por ejemplo, Pullmantur trasladó su base en el
Caribe de Cuba a República Dominicana tras ser adquirida por la
estadounidense Royal Caribbean. La agencia de viajes digital eDreams
dejó de ofrecer Cuba como destino tras ser adquirida por TA Associates,
de Boston. En cambio, agencias de viajes de Orizonia han seguido
ofreciendo Cuba como destino, pese a que la compañía pasó a estar
controlada por la estadounidense Carlyle.
En paralelo, la Comisión del Mercado de Valores de EE UU (la SEC)
remitió a Repsol una carta inquisitorial pidiendo explicaciones sobre
sus operaciones tanto en Cuba como en Irán en la que pedía toda clase de
datos así como una valoración del "potencial impacto de las actividades
sobre la reputación de la compañía y el valor de sus acciones".
Con respecto a Cuba, Repsol contestó que tenía desde 2000 un acuerdo con
la petrolera estatal para buscar petróleo en siete bloques de sus aguas
territoriales, sin haber logrado resultados. Los activos en la Isla son
mínimos y los pagos al Estado cubano, en concepto de impuestos, casi
testimoniales.
La petrolera, eso sí, logró ingresos de 18 millones de dólares (cerca de
14 millones de euros) al ceder participaciones en sus derechos de
exploración a otras dos compañías.
En el informe sobre inversiones españolas en Cuba de 2008, aparecen
citadas nuevas compañías, aunque ya en forma de listado y sin
especificar el grado de presencia. Junto a las anteriores, también se
menciona a Marsans, Iberostar, Globalia, Endesa, Iberdrola, Peñasanta, y
a las entidades financieras BBVA, Banco Sabadell, CAM, Caja Madrid (de
las que se precisa que solo tienen pequeñas oficinas de representación
para finanzas comerciales).
En 2009 fue la Administración Obama la que dio pasos para retirar
restricciones a envío de remesas y viajes de familiares a Cuba y la
comunicación de la Embajada refleja la felicitación del Gobierno español
por esos pasos. Los telegramas de los últimos años no reabren el debate
sobre imposición de sanciones a las empresas españolas, pero la Embajada
sigue vigilante.
En el último despacho sobre inversiones españolas en Cuba, por ejemplo,
se hace eco del interés manifestado por Telefónica por entrar en la Isla.
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