Saturday, October 23, 2010

Sajarov en el Gulag de Castro

Publicado el sábado, 10.23.10
Sajarov en el Gulag de Castro
By MIGUEL COSSIO

ALa Habana le quedan tres caminos frente a Guillermo Fariñas: o le
impide viajar a Estrasburgo a recibir el Premio Sajarov; o le permite
salir pero no regresar; o aprueba el viaje redondo: ida y vuelta, en un
inusual acto de resignación.

Si niega la salida estaría aplicando su tradicional política de castigo
y cerrazón, como ha hecho con Yoani Sánchez y las Damas de Blanco, con
lo cual apostaría al control interno de la repercusión que ya tiene el
premio.

Apelaría así a su convicción de que en éste, como en otros casos, la
alharaca disidente será efímera, a la espera de un acontecimiento que
apague el festejo opositor, como China hizo con el Premio Nobel de la
Paz 2010, concedido al activista Liu Xiaobo.

Este sería el camino más probable, me comentó Fariñas por teléfono desde
Santa Clara, e implicaría un nuevo proceso de desgaste mediático, con
una oposición fortalecida, a pesar de los destierros, a raíz de las
excarcelaciones.

Si el régimen se decide por la segunda opción, esto es, conceder el
permiso de salida, para luego negar el regreso, se enfrentaría a un
escándalo internacional y a la probabilidad de que Fariñas reproduzca el
episodio protagonizado en el 2009 por la defensora de derechos humanos
saharaui, Aminatou Haidar, quien estuvo 32 días en huelga de hambre en
España ante la negativa de Marruecos de permitirle el regreso a Sahara
Occidental. ¿Jugaría una carta así?

La opción más inteligente sería dejar salir y regresar a Fariñas, y
restarle importancia al hecho, nacional e internacionalmente. Pero las
señales no apuntan hacia esa dirección. En twitters y blogs
oficialistas, los peones de turno se han encargado de atacar a Fariñas,
llamándolo ``delincuente local que recibe el Sajarov'' o exigiéndole que
con el dinero del premio pague la cuenta del hospital donde fue atendido
en Santa Clara durante su huelga de hambre de 135 días.

Cualquiera de los tres caminos que el régimen escoja termina en pared y
suma nuevas pérdidas al deterioro de imagen internacional que ha tenido
con el caso, a lo largo del año.

Recuerdo la noche del 8 de marzo cuando, en medio de su huelga, Fariñas
afirmó a Oscar Haza en el programa A Mano Limpia, del canal 41, que ni
se rendía, ni se iba de Cuba y que se moría si el gobierno no liberaba a
los presos políticos más enfermos. No se rindió, ni dejó el país.
Tampoco murió.

Conocemos el efecto de su acto: las excarcelaciones. De ahí que el
Sajarov a Fariñas ratifica el hecho de que la Unión Europea no buscará
vías de diálogo con Cuba alejadas de la decisión de su Parlamento, que
acaba de otorgar este premio.

Porque lo que está quedando cada vez más claro para el mundo es que no
puede seguir apostándole a las magras concesiones que hace el régimen,
obligado por las circunstancias.

e lo que se trata no es de que Cuba realice cambios menores o
cosméticos, insuficientes, como los llamó esta semana el presidente
Barack Obama, sino de que haya un cambio de gobierno, de sistema
político. Un salto hacia la democracia.

¿Cuánto influyeron en la destitución del ahora ex canciller español
Miguel Angel Moratinos los garrafales errores de cálculo político en las
relaciones con Cuba y Venezuela, sin juzgar las simpatías ideológicas o
de otro tipo? Errores que se convirtieron en asuntos de política
doméstica en España, como el caso ETA-FARC-Caracas.

Fariñas ha arrinconado al gobierno cubano. Esta vez no hay siquiera la
cuarta pared de escape con que siempre Cuba contó: la imagen
internacional. Esa se la arrancaron Zapata, Fariñas, las Damas de Blanco
y Sigler Amaya.

Mi opinión es que Castro no va a tomar una decisión todavía respecto al
camino a elegir. Las señales apuntan a la cerrazón. Pero, como la novela
de William Irish, el plazo expira al amanecer del 15 de diciembre. No
recuerdo en ella a cardenal alguno.

http://www.elnuevoherald.com/2010/10/23/824675/miguel-cossio-sajarov-en-el-gulag.html

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