02.10.10 - 00:12
ELENA SIERRA
En 'El todo cotidiano' recupera a su personaje Yocandra como homenaje a
su madre muerta en el destierro
«Coral, pantagruélica, gargantuesca, con muchas historias en una
historia, una escena sola ya daría para toda una novela. Enriquecida por
el humor, y con una búsqueda permanente del amor porque el exiliado lo
que busca son asideros y eso son la amistad y el amor». Así describe Zoé
Valdés (La Habana, 1959; exiliada en París desde 1995) 'El todo
cotidiano', su última novela. En ella recupera a Yocandra, el personaje
de 'La nada cotidiana' que la hizo famosa poco después de llegar a
Europa. Es un homenaje a su madre, a quien el exilio de su hija, dice la
autora, le quitó años de vida. «Cuando llegó a París se relajó y comenzó
a enfermar. Y cuando ella murió, yo empecé a hacer memoria».
- ¿Por qué una segunda parte?
- Quería escribir sobre una madre cubana que viaja ya mayor al exilio y
cómo tiene que aprender todo de nuevo, como una niñita pequeña.
Introduje a los demás personajes en el exilio y todos ellos han
cambiado, han pasado 15 años, son personas de más experiencia, con
puntos de vista más amplios.
- ¿Cómo es ese aprendizaje del exiliado?
- El exiliado está tan inmerso en poder sobrevivir que ni siquiera se da
cuenta de los detalles. Es el caso de la madre, que llega a París
queriendo ponerse al día rápido y con la ventaja de que todo le gusta.
Hace lo que hace cualquier ser humano para salvarse: borra todo lo malo
y quiere vivir en positivo.
- Tiene, por lo que veo, una doble vertiente: la literaria y la
personal, ¿no?
- Sí, el crecimiento de los personajes y el mío propio. 'La nada...' es
una novela de catarsis, caótica. En 'El todo...', el caos forma parte
del interés a la hora de contarla, de la estructura, es más reflexionada
y más acorde la narración con el tiempo en el que ocurre. Porque en la
primera el personaje no se preocupa de su tiempo, vive su historia, se
confiesa. De forma terapéutica incluso.
Otras realidades
-¿Cuánto hay de biográfico?
- Tiene mucho de mi experiencia, pero Yocandra es un personaje recreado.
Tiene mis cosas, y de algunas me doy cuenta que ahora son más suyas que
mías.
- La primera parte la escribió en la isla, la segunda en el exilio. ¿Eso
influye?
- 'La nada...' la escribí en Cuba, la mandé fuera por diferentes correos
e incluso se la llevó un balsero. Los lugares son muy importantes en
todo el proceso y en la propia novela. Aquí no está presente la cerrazón
de la isla como único lugar; aquí se viven otros.
- ¿Qué hubiera sido de Yocandra sin escapar a este 'todo'?
- Hubiera sido muy complejo para ella. En Cuba hay dos posibilidades, o
el exilio o la cárcel, si uno tiene sangre en las venas, cuando uno
tiene el carácter que ella tiene.
- Cambia todo menos la isla, ha dicho en alguna entrevista.
- Cierto. Los personajes cambian porque viven otras realidades, se
comprometen con otras situaciones ajenas al problema cubano y eso les da
otra amplitud de análisis.
- ¿Es su caso?
- El exilio y Cuba siguen doliendo lo mismo, pero se añaden otros
dolores y por supuesto muchísimos descubrimientos positivos y alegres.
El aprendizaje es indudable, conocer cómo viven los otros y a qué aspira
el ser humano en otros lugares del mundo.
http://www.hoy.es/v/20101002/sociedad/cuba-opciones-exilio-carcel-20101002.html
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