La segunda semana del mes de junio estuvo llena de malas noticias,
aunque ya esto se ha vuelto común en Cuba. Algunas noticias suelen
molestar más que otras y traen consigo comentarios callejeros, en
particular en las paradas de ómnibus y en las colas para comprar pan y
otros productos alimenticios. Aunque no todo el mundo lee la prensa, por
su circulación en pocas cantidades, las personas oyen la radio y la
televisión y se transmiten las situaciones de boca en boca.
Pero la noticia más comentado de esa semana tenía que ver con el amor
que siente la gente por su terruño. Todavía muchos cubanos no se han
recuperado de los disgustos que costó la división
político-administrativa, y que en 1976 convirtió al país en la sumatoria
de 14 provincias y un municipio especial, y ahora los capitalinos y
habaneros, son sometidos a una nueva restructuración geográfica.
El Partido Comunista de Cuba, en sesiones plenarias extraordinarias, en
las actuales provincias Ciudad de La Habana y Habana, ha anunciado que
la próxima reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que debe
celebrarse en el mes de julio, aprobará una nueva estructura provincial
que dividirá la actual provincia Habana en dos: Mayabeque y Artemisa. La
primera con capital en San José de las Lajas y la segunda con su mismo
nombre.
La vigente provincia Habana tiene 19 municipios y se dice que las dos
nuevas tendrán 11 cada una, por lo que la futura provincia de Mayabeque
recibirá de la capital "porciones limítrofes" de los municipios Habana
del Este, Guanabacoa y Cotorro. Las superficies capitalinas que se
cederán son eminentemente agrícolas y en algunos casos pertenecieron a
la región donde volverán a integrarse, lo que implica una marcha atrás a
lo dispuesto en 1976. Aún no se ha hecho pública la nueva estructura.
Los primeros límites territoriales en Cuba fueron establecidos por la
Real Cédula del 8 de octubre de 1607, que dispuso la división de la Isla
en dos grandes departamentos, uno en el Occidente y otro en el Oriente,
con administración independiente.
En 1827 se instauraron tres departamentos: Occidental, Central y
Oriental y según el censo demográfico efectuado en 1841, en el
archipiélago cubano habían 12 ciudades, 8 villas, 88 pueblos y 154
aldeas, dirigidas por 25 ayuntamientos.
La instauración de las provincias en el territorio nacional se remonta a
1878, cuando un Real Decreto estableció las provincias civiles de Pinar
del Río, La Habana, Matanzas, Santa Clara, Puerto Príncipe y Santiago de
Cuba. Tiempo después, Santa Clara recibió el nombre de Las Villas,
Puerto Príncipe el de Camagüey y Santiago de Cuba el de Oriente.
A esa distribución territorial, el gobierno cubano le achacó
arbitrariedades y desconocimiento de realidades geográficas, históricas,
económicas y sociales del país. Pero la realidad estaba vinculada al
poder, mientras algunas provincias contaban con pequeñas superficies
como Matanzas con 8, 444 kilómetros cuadrados, otras tenían gran
extensión como Oriente con 36,602 kilómetros, lo que se convertía en
peligroso, por la gran influencia que tenían los que las dirigían.
Con ligeras modificaciones, esta estructura territorial se mantuvo
hasta 1959, cuando se comenzaron a producir, arbitrariamente, cambios
significativos.
Ya en 1963, el gobierno creó las regiones como instancias intermedias
entre las provincias y los municipios. Algo que resultó totalmente
inoperante, ya que complicó la línea de mando, pero indiscutiblemente
era una solución de Fidel Castro para restar dominio a las provincias
grandes.
A finales de 1973, existían 58 regiones y 407 municipios y seccionales
dentro de los límites de las provincias tradicionales, en una estructura
totalmente incoherente, propia de las cosas caprichosas que se han hecho
durante estos 51 años.
La división político-administrativa que dio origen a las provincias de
Ciudad de La Habana y Habana, antes integradas en una sola, trajo como
consecuencia que frecuentemente existieran confusiones e inexactitudes a
la hora de referirse a ellas.
Por ejemplo, La Habana es la capital de la República de Cuba, pero
también es la capital de las provincias de Ciudad de La Habana y de La
Habana, o sea que es capital tres veces. Producto de esta increíble
situación, se han usado varios apelativos erróneos para designar la
ciudad capital, cuyo nombre oficial es La Habana.
La Ciudad de La Habana, como provincia es la de menor extensión del país
(723,9 kilómetros cuadrados) y cuenta con el mayor número de habitantes,
aproximadamente 2,2 millones.
Quizás esta modificación, que indiscutiblemente descentralizará la
agricultura en la provincia Habana, totalmente incontrolable, resuelva
el entuerto que se creó con las tres Habanas. Y también traerá un nuevo
gentilicio: mayabequense o mayabequero.
Martha Beatriz Roque Cabello
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