02-06-2010.
José Alberto Álvarez Bravo
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).-Odalis González Naya es miembro del Grupo
de Apoyo a las Damas de Blanco. Pertenecer a este grupo es uno de sus
orgullos confesos. El otro, ser madre de dos varones: José Manuel y Andrik.
La policía política castrista ha probado diversos métodos para obligar a
Odalis a separarse de las Damas de Blanco. La ha sometido a diversas
variantes de acoso, consistentes en citaciones, visitas a su domicilio,
amenazas de encierro en prisión, -tanto a ella como a su hijo José
Manuel, de 23 años de edad- y mítines de repudio frente a su residencia.
Todas las cobardes acciones emprendidas por el régimen contra Odalis, se
han estrellado frente a su firme determinación de participar en las
actividades de las Damas de Blanco, algo que considera su más patriótico
deber.
Pero los malos cubanos que dedican su vida, su tesón, su inteligencia y
su capacidad de trabajo a mantener en el poder a un desprestigiado y
anacrónico grupo de ancianos reaccionarios, tampoco cejan en su nefasta
tarea. Cual discípulos de Maquiavelo, Hitler y Stalin, no han tenido
reparos en manipular a niños en su ruin empresa.
Según cuenta Odalis, su hijo Andrik, de 7 años de edad, ha sido objeto
de un acto de repudio, instigado por un sujeto nombrado Mario Cedeño
Escalona, -residente en la misma cuadra- quien cumplió una condena por
un delito de Robo con Fuerza. En este acto, al niño lo golpearon y le
gritaron que su mamá era mala y asesina y la iban a meter presa. Andrik
es miope y astigmático, y en la agresión sus espejuelos resultaron rotos.
Cedeño Escalona manipuló a cuatro niños para agredir a Andrik. Siempre
según González Naya, los niños utilizados para esta despreciable acción
se nombran Adriana, -11 años-, David -11 años-, Brayan, -9 años- y
Jorge, de 7 años.
Es ostensible la mezquina intención de este sujeto al aceptar tan
indigna encomienda: hacer méritos ante las autoridades castristas, para
tratar de lavar su historia criminal. También es claro el interés de las
autoridades: pasar por encima de cualquier escrúpulo para lograr su
antipatriótico propósito.
Cedeño Escalona, incapaz de contención en su descenso moral, llegó al
colmo de atacar él mismo, verbalmente, al pequeño hijo de Odalis.
Buscado por el padre de Andrik, se ocultó en su madriguera, como
corresponde a esta alimaña emblemática de la fauna castrista.
Si la seguridad del estado cubana no estuviera detrás de estos
vituperables hechos, Cedeño Escalona sería procesado por un delito
consumado de Ejercicio arbitrario del derecho y Amenaza, y condenado a 1
año y 8 meses de privación de libertad.
Mientras tanto, Odalis Zurma González Naya llora por el dolor que esta
situación le provoca, y por la impotencia de no poder impedir el daño
psicológico y antropológico perdurable a que está sometido su pequeño
Andrik, de solo 7 años de edad.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=28139
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