René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Desde hace semanas, la opinión
pública mundial se ha pronunciado sobre la Ley SB 1070, dictada a fines
de abril en el estado norteamericano de Arizona.
La mayoría de los criterios son hostiles al documento, que ha sido
calificado como "anti inmigrantes". Las protestas han resultado
especialmente significativas en los Estados Unidos, donde el pasado
primero de mayo hubo manifestaciones en varias ciudades.
No es mucho lo que puedo comentar al respecto, pues se trata de un país
democrático, y es perfectamente normal que los ciudadanos que se
consideran afectados injustamente —en especial inmigrantes y familiares—
expresen su inconformidad con la medida.
Son los comentarios sobre el tema realizados en Cuba los que provocan mi
reacción. Ya se sabe que el sistema totalitario no desperdicia una
oportunidad de atacar al vecino, pero si se trata de este tema, el
castrismo no tiene un ápice de fuerza moral para criticar.
Primero, escribieron sobre el particular los propagandistas del régimen,
pero se trataba de simples opiniones personales. Sin embargo, el jueves
de la pasada semana se publicó una declaración de la Comisión de
Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Ante esto no puedo quedarme callado, porque resulta inaudito que el
régimen critique a otros por lo mismo que hace constantemente.
El documento oficial cubano afirma que la ley en cuestión tiene carácter
racista, y critica que permita a la policía "usar el perfil racial para
detener a cualquier persona si tiene sospecha razonable de que es un
ilegal".
¡Las cosas que hay que leer! ¿Será posible que los señores diputados que
integran la Comisión no sepan que los agentes represivos de Cuba, cada
vez que se les ocurre, detienen en la vía pública y demandan el carné de
identidad a cualquier ciudadano, y sin que exista sospecha razonable?
Esa actuación arbitraria no está basada en disposición legal alguna
contra los jóvenes negros; por consiguiente, se trata de una práctica
viciosa de carácter racista. Acto seguido, la Declaración pasa a
criticar la citada SB 1070 actúe "criminalizando de hecho a los
inmigrantes sin papeles". Eso es cierto, ¡pero es el colmo que esa
crítica parta de los diputados cubanos, cuando en nuestro Código Penal
aparece plasmado lo mismo que ahora se reprocha a la ley de Arizona! En
Cuba se criminaliza, a través del artículo 215 del vigente código
represivo, el hecho de penetrar ilícitamente al país. Ese precepto prevé
sanciones de hasta tres años de privación de libertad.
Los funcionarios y los publicistas cubanos parecen empeñados en aplicar
el conocido refrán: Haz lo que digo, y no lo que hago.
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