Sunday, April 04, 2010

DESDE PUERTO RICO DENUNCIAMOS AL CASTRISMO

DESDE PUERTO RICO DENUNCIAMOS AL CASTRISMO
2010-04-04.
Difundido por: Eduardo Rodríguez

(www.miscelaneasdecuba.net).- San Juan, 3 de abril de 2010.- Hace más de
medio siglo triunfó la Revolución Cubana en medio de la Tercera Guerra
Mundial, conocida como la Guerra Fría. La humanidad vivía la asfixiante
atmósfera de la paz del miedo nuclear.

Ello condicionó el alineamiento de la "Perla de las Antillas" al Campo
Socialista, el cual tenía una concepción totalitaria del poder y
consideraba al derecho un instrumento –y por tanto, sin valores propios–
de la clase (mejor casta) dominante.

El Campo Socialista, fundado y liderado por la entonces Unión Soviética,
tenía su base en la Rusia de la Revolución de Octubre. La Rusia feudal
en pleno siglo XX, que comenzaba abrirse al modernismo, cuando ya
Occidente se estaba despidiendo de él.

Rusia no había recibido aún, de manera eficaz, las influencias del
derecho romano, del renacimiento, del iluminismo, del movimiento
enciclopédico, de la revolución industrial inglesa, y mucho menos de las
revoluciones norteamericana y francesa, así como de la concepción de
independencia de los poderes del estado, que éstas le legaron al mundo,
a no ser la creación de la Duma, especie de parlamento sometido,
legalizador por unanimidad viciada de la muchas veces ilegítima voluntad
del Zar, antecedente histórico de las mal llamadas asambleas populares.

La edad moderna, cuya obertura fue el renacimiento, vivió desde la época
de la palabra impresa hasta la era del lenguaje digital, desde el Siglo
de las Luces hasta el Socialismo, desde el positivismo hasta el
cientificismo, desde la revolución industrial hasta la revolución
informática, bajo el signo del hombre que, en tanto cumbre de todo lo
existente, era capaz de descubrir, definir, explicar y dominarlo todo y
de convertirse en el único propietario de la verdad respecto al mundo.

El Bloque Socialista, última expresión del modernismo como era, donde se
creía que el universo y el Ser representaban un sistema capaz de ser
explorado por completo, era, además, dirigido por una suma de reglas,
directrices o sistemas que, se pensaba, el hombre iría dominando y
orientando a su beneficio. Eran los tiempos del propósito de la sociedad
ideal: el comunismo, en virtud de una doctrina (el marxismo-leninismo)
que se consideraba la verdad científica, según la cual se debía
organizar la vida.

En consecuencia, la Constitución Socialista de la Republica de Cuba, en
su artículo cinco, consagró la subordinación de todos los poderes del
estado, la sociedad y los individuos particulares a las decisiones del
Partido Comunista, lo que de hecho y derecho ha significado la
eliminación de los más elementales derechos del ciudadano y la
aniquilación del individuo.

"Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras -había
advertido ya José Martí desde el siglo XIX-: el de las lecturas
extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y rabia
disimuladas de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo
empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos
defensores de los desamparados."

Hoy esa soberbia y rabia arremeten con saña contra mujeres como las
Damas de Blanco que se levantan en defensa de la dignidad humana y le
imponen encarcelamientos prolongados, injustos y crueles, hasta la
muerte, a hombres humildes y valerosos como Don Orlando Zapata Tamayo y
Don Guillermo Fariñas.

Porque el Pueblo cubano aspira a y merece vivir en libertad democrática
y el régimen castrista lo impide;

Desde Puerto Rico, antilla hermana de la encarcelada Cuba, los firmantes
de esta carta –hombres y mujeres de distintas perspectivas ideológicas-
denunciamos al Gobierno de los hermanos Castro y exigimos la inmediata e
incondicional excarcelación de todos los Presos Políticos, así como su
respeto intelectual, jurídico, político y físico, convencidos de que se
hace impostergable la liberación de cada hombre – "Patria es humanidad"
- para que la Nación Cubana logre su plenitud y pueda al fin contribuir
al equilibrio, aun vacilante, de las Américas y del Mundo.

1. Dr. Héctor Ríos Maury, Catedrático Universidad de Puerto Rico
2. Lcdo. Faisel Iglesias, Abogado y Escritor
3. Leonardo Soreano, Escrritor
4. Rafael Luis San Miguel, Ingeniero
5. Orestes Ramos, Senador
6. Mario Ramos Méndez, Historiador
7. Manuel Reyes González
8. Pedro Subirats, Catedrático Universidad de Puerto Rico
9. José A Rivdera García
10. Miriam Solainne, Actriz
11. Eduardo Rodríguez, Bloguero (www.cubanoticiasdisidentes)

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=26953

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