* · Cuenta cómo fue su fuga y cuándo la planearon · Niega haber
participado en un discurso en favor del Régimen en el Primero de Mayo ·
Afirma que en 2005 lo quisieron probar los Lakers "pero Cuba no me dejó
ir" ·
Por QUIQUE PEINADO 01/09/09 - 22:50.
Geoffrei Silvestre es un hombre moderadamente feliz. Tras fugarse en Las
Palmas y entrenar en secreto en Tenerife como reveló MARCA.com, labra su
sueño baloncestístico con la infinita pena de haber dejado atrás a su
esposa y a dos niñas de 10 meses y cinco años.
Silvestre, de 30 años, se había refugiado en Vecindario (Gran Canaria)
hasta que un amigo con el que estudió en Cuba con él y que, "por una
increíble casualidad", lo llamó paraqbue se cambiara de isla a entrenar
con el Tenerife Rural de LEB Oro. Tras hacerlo en secreto, MARCA.com
consigue la primera entrevista que concede el mejor jugador de Cuba y
uno de los mejores de América Latina.
Parece increíble que fuera a encontrarse con un conocido de la infancia
en otra isla y a tantos miles de kilómetros...
Sí, es una gran casualidad. Por suerte estoy viviendo con él en Tenerife
y el entrenador [Iván] Déniz me ha permitido entrenar con estos atletas.
Practicamos a gran nivel y así no pierdo el tirmo.
¿Cuándo decidió que debía irse de Cuba?
Este año, tras jugar un torneo en las Islas Vírgenes Británicas en el
que acabé segundo máximo anotador [promedió 21,2 puntos y 7,4 rebotes en
el Campeonato del Caribe], me di cuenta de que tenía que salir para
progresar. En Cuba ya no lo conseguía.
"En Puerto Rico nos íbamos a escapar. Nos querían un par de equipos"
La Federación no les dejó ir al Torneo de las Américas en Puerto Rico
porque dijeron que no daban el nivel. Parece evidente que lo hicieron
por miedo a las fugas...
Allá nos íbamos a escapar, sí. Había dos o tres equipos que nos querían.
No nos dejaron, así que decidimos que a la siguiente oportunidad lo
haríamos.
¿Cómo lo planearon?
Fuimos [Georvys] Elías y yo [compañeros de equipo en el Ciego de Ávila y
de la selección]. Los otros dos son más jóvenes y se unieron después.
Nadie más lo sabía. Cuando salimos de jugar contra España, una amiga que
nos ayudó nos recogió y ya decidimos no volver al hotel. Cuando salimos
del pabellón realmente no sabíamos cómo iba a ser la manera de irnos.
Nos escondimos en casa de amigos cubanos de Vecindario.
¿Pasó miedo?
Sí, pero ya no lo tengo. Éste es un país libre.
Si dejo a mi familia, la gente se puede imaginar las ganas que tenía de
salir
¿Y pena?
Por la gente que dejo atrás. Mi mujer y mis hijas, Ana Paula, de 10
meses, y Cheli Cristi, de cinco años. Es muy duro dejarlas ahí. También
a mi padre y mi hermano. La gente se puede imaginar las ganas que tenía
de salir. Y dejar a mis compañeros de la selección, porque sé que nunca
volveré a jugar con mi país.
La teoría dice que si vuelve a Cuba serán siete años en la cárcel...
En la práctica no es tanto así. Sé que no volveré a ejercer mi
profesión, eso sí, pero quién sabe.
¿Cómo era su vida en Cuba?
Muy rutinaria: entrenar, jugar con mi equipo y luego ir con la
selección. Me pagaban 10 dólares al mes. No creo que sea un sueldo digno
para un jugador de calidad. Mire, en 2005, en el Centrobasket, se me
acercó un emisario de los Lakers y con un traductor me dijo que me
querían probar. Cuba no me dejó ir. Las cosas allí deberían ir mejor,
especialmente para los deportistas. No los cuidan nada.
En el Primero de Mayo usted juró lealtad a la Revolución en un acto
público. Así lo publicó el web de Radio Surco...
Eso no es verdad. Yo nunca dije nada de eso. Allá si no querías hablar
de esos temas no pasaba nada, pero nunca lo dije, de verdad.
¿O sea que alguien del Régimen lo inventó?
No lo sé. Sólo sé que yo no dije eso.
"Nunca me metí mucho en política, pero sí, a veces te sentías vigilado"
¿Trataban de controlar sus opiniones políticas?
Yo nunca me metí mucho, pero sí, a veces te sentías vigilado.
¿Teme represalias contra su familia?
Aunque es un país socialista, a veces sí que las toman, pero yo creo que
no las va a haber. Hablo con mi mujer a menudo y no les ha pasado nada.
¿Cómo se comunican?
Yo le dejé un teléfono móvil que había conseguido allí 'a puro valor'
[con mucho trabajo]. A través de él la llamo y creo que nadie nos escucha.
¿Cuál es su sueño ahora mismo?
Tener a mi familia conmigo. Y en lo deportivo, conseguir probarme. El
sueño es la NBA, pero ojalá pueda jugar en España y prosperar para que
reunir a la familia.
Geoffrei Silvestre: "Es muy duro dejar en Cuba a mi mujer y mis dos
niñas" - MARCA.com (1 September 2009)
http://www.marca.com/2009/09/01/baloncesto/1251838255.html
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