2009-08-25.
José Alberto Álvarez Bravo, Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- El mundo de hoy, testigo y protagonista de
hechos que se yuxtaponen a velocidad de vértigo, debe haber perdido la
capacidad de asombro.
De ahí que para muchos que vivimos pendientes de la situación cubana,
las palabras de Raúl Castro en su intervención del pasado sábado no
hayan provocado una trepidación telúrica.
-"A mi no me eligieron presidente para restaurar el capitalismo en Cuba,
ni para entregar la revolución. Fui elegido para defender, mantener y
continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo", dijo
tranquilamente el llamado presidente de Cuba.
Puede asumirse que para este caballero, después de pronunciadas estas
treinta palabras, hayan quedado evacuadas todas las interrogantes.
Todo, todo, todo, ha sido debidamente esclarecido.
Por consiguiente, sentirse sumergido en un mar de dudas lo debe
convertir a uno en un bicho raro, en un animal extragaláctico.
¡Qué se le va a hacer, cada uno tiene que aceptar su destino!
Démosle, pues, rienda suelta a ese insaciable preguntón que llevamos dentro:
-¿Quiénes eligieron a Raúl Castro como presidente?
-¿Esta "presidencia" se refiere, por casualidad, a la de la república?
-¿Adónde fue a parar la primera ley que sería promulgada al triunfar la
revolución, tal como fuera prometido en La Historia me Absolverá?
-¿Cuántos candidatos se presentaron a estas "elecciones"?
-¿Qué cuantía y porcentaje de votos recibió cada uno de los candidatos?
-¿Qué programa de gobierno presentó el candidato "elegido"?
-¿Qué diferencia ostensible hay entre esta "elección", y la sucesión
dinástica que el mundo conoce desde tiempos muy antiguos?
-¿Cuándo se efectuarán las próximas elecciones?
-¿Qué garantías habrá para la presentación de candidatos alternativos?
-¿Cuándo se realizará en nuestro país un verdadero plebiscito que
constate la aceptación popular del actual modelo socio-político?
-¿Qué otro canal estarían dispuestas las autoridades a propiciar para
que el cubano de a pie pueda exponer, sin temores ni restricciones, su
verdadera opinión?
-¿Será esta la última vez que oigamos hablar de elecciones sin electores?
Demasiado extensa sería la relación de las interrogantes que embargan a
los cubanos, a una y otra orilla de las playas del exilio. No
ignorarlas debiera ser lo primero que acometerían las autoridades
establecidas, si realmente les interesara el destino de nuestra nación,
y no sólo la perpetuación de su permanencia en el poder.
ELECCIONES SIN ELECTORES - Misceláneas de Cuba (25 August 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22463
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