LA PERNADA CARCELARIA
Guillermo Fariñas Hernández
La Chirusa, Santa Clara, 30 de julio de 2009, (SDP) La amoralidad forma
parte de la cotidianeidad del conjunto de sujetos sociales que se ven
obligados a convivir en Cuba. De estos, la peor parte la llevan aquellos
que se encuentran en prisión. Aunque también, los familiares cercanos de
los presos sufren esta situación.
El sistema penitenciario cubano tiene un reglamento oficial. Más
importante aun que el formalismo burocrático de esta reglamentación, es
el hecho que estas reglamentaciones estén formalizadas en un documento.
Dentro de las cárceles cubanas existe un reglamento no escrito
inviolable. Estas son las pautas auténticas por las que se rigen, tanto
encarcelados como carceleros. Son la sustancia nutriente de las
condiciones carcelarias imperantes en Cuba.
En las ergástulas castristas, se impone generalmente un derecho sobre
otro. Manda quien sea más fuerte. Poco importa si se trata de un guardia
o de un preso. Se trata de que apliquen con prontitud la violencia. Los
miembros del Ministerio del Interior que alcanzan una cuota de autoridad
mayor frente a los encarcelados, son aquellos capaces de superar las
mayores cotas de crueldad contra los presos.
Por lo general, la mayoría del personal militar en las prisiones, está
conformado por jóvenes provenientes de las provincias orientales. Esto
genera que por la dinámica de su trabajo, no tengan una pareja estable a
su lado, en una edad en que las necesidades sexuales se acrecientan.
Estos guardias están investidos de poder legal y no escrito sobre los
penados que de ellos dependen. Los miembros de la Dirección de
Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior, pueden
golpear, enviar a celdas de castigo, cercenar el derecho a visitas
regulares y conyugales, además pueden incitar a presos violentos para
que golpeen a los menos violentos o definitivamente pacíficos.
Entre los presos existen los que son más vulnerables que otros. Esto se
da por reblandecidos cánones éticos o por personalidades blandas. Esto
los hace víctimas de extorsión o chantaje, por parte de reos con mayor
agresividad y acometividad. Esto no pasa inadvertido a los uniformados
de verdeolivo.
Esos mismos condenados, son visitados con la regularidad que establece
el reglamento por sus familiares. En esas visitas, acuden ocasionalmente
jóvenes de buen ver capaces de despertar apetitos eróticos. Entre estas,
pueden haber casadas, comprometidas o libres. Estas jóvenes, llaman la
atención de los desolados guardias que de inmediato emprenden una
exploración tentativa sobre ellas.
Aquí el punto a descubrir por parte de los uniformados, es el grado de
compasión o de amor que puedan sentir por el preso a quien visitan. De
inmediato, averiguan el grado de 'liberalidad' de la fémina. Entonces,
se ofrecen a servir de correos y a llevar cartas a la familia del
recluso o para decirlo mejor, de la joven seleccionada.
Este es el medio sutil que regularmente se usa para acercarse a la
familia del encarcelado o para decirlo más directamente, a la joven
elegida. Cuando llegan a la casa, buscan la forma de abordar a la mujer
que pretenden poseer. Si no se puede, esperan la próxima visita o la
próxima carta para plantear sus aspiraciones.
Casi siempre, el pedido es rechazado. Entonces, sale a flote la
bestialidad y la falta total de escrúpulos de los miembros del
Ministerio del Interior destacados en las cárceles cubanas. La próxima
visita, la familia conoce que su familiar está con carácter 'indefinido'
en una celda de castigo. Luego conocen, que quien único puede sacar al
preso de su difícil situación, es el rechazado galán…
A partir de este momento, comienzan las negociaciones entre la hembra
civil acosada y el militar del Ministerio del Interior, acosador. Cuando
ella ceda, su familiar será sacado de aislamiento o simplemente, dejarán
de maltratarlo.
En las cárceles cubanas se conocen matrimonios nacidos luego del primer
chantaje. Hay que garantizar el bienestar del familiar en apuros. Lo
inmoral en la Cuba de hoy tiene límites imprecisos. Este tipo de abuso
con connotaciones feudales, es la pernada carcelaria.
Asociación Pro Libertad de Prensa: LA PERNADA CARCELARIA, Guillermo
Fariñas Hernández (30 July 2009)
http://prolibertadprensa.blogspot.com/2009/07/la-pernada-carcelaria-guillermo-farinas.html
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