Monday, February 09, 2009

Leyendo el dato

Economía
Leyendo el dato

¿Son favorables para Cuba las cifras del turismo en 2008?

Elías Amor Bravo, Valencia | 09/02/2009

Acaban de conocerse las cifras globales del turismo en Cuba durante
2008. El ministro del ramo, Manuel Marrero, apoyándose en datos de la
Oficina Nacional de Estadística (ONE), anunció que el número total de
visitantes alcanzó un total de 2,35 millones, con un crecimiento de 9,3%
con respecto a 2007.

Los ingresos totales generados por la actividad turística alcanzaron un
total de 2.538 millones de pesos convertibles, o su equivalente a 2,74
millones de dólares. En términos comparativos, los ingresos obtenidos
por el turismo vienen a representar el 69% del valor total de las
exportaciones cubanas y alrededor del 25% de las importaciones.

Sin embargo, lamento, como en otras ocasiones, tener que ser menos
optimista con unos resultados que se lanzan a "bombo y platillo" por los
burócratas del régimen, por cuanto, el análisis, lejos de recibir una
valoración positiva, hay que situarlo en términos de lo que ha sido la
evolución de los últimos años.
Gráfico de la actividad turística

Como se observa en el gráfico de la izquierda, la actividad turística en
Cuba experimentó un crecimiento sostenido entre 2002 y 2005, año en el
que se produjo un brusco frenazo en las cifras de visitantes,
registrándose en los dos años siguientes —2006 y 2007— un significativo
descenso. Tan sólo ha habido alguna recuperación en 2008, de forma
parcial, con las "magníficas" cifras que ha ofrecido el ministro Marrero.

Es decir, si nos atenemos a los datos disponibles, el sector ha
atravesado una "crisis", cuya salida en los próximos años está por ver
si se consolida, ya que los resultados de 2008 son ligeramente más
elevados que los alcanzados en 2005.

Cabe preguntarse qué es lo que ha sucedido en los últimos tres años para
que el turismo cubano haya entrado en una crisis tan destacada.

Los dos principales mercados de emisión, América, con un papel destacado
por parte de Canadá, y Europa, con el dinamismo de Inglaterra, España y
Alemania como países de procedencia más destacados, han evolucionado de
forma significativa a la baja. Posiblemente, la competencia de otros
destinos turísticos, el agotamiento del modelo cubano y sus elevados
precios, la falta de oferta alternativa y, en suma, la dificultad para
mantener niveles de calidad y de eficacia, han desplazado a los
visitantes hacia destinos alternativos, como República Dominicana,
Cancún o, en menor medida, Costa Rica.

Por idéntica razón, la recuperación de las cifras en 2008 apunta a que
se ha producido precisamente como consecuencia de una nueva oleada de
canadienses, que representan más del 80% del turismo total procedente de
las Américas. México o Argentina siguen siendo países con escaso volumen
de turismo hacia la Isla, ya que entre los dos apenas superan 130.000
viajeros al año. Los países europeos también parecen haber participado
de esa mejoría en las cifras globales, pero en menor medida.

Y la crisis mundial…

La situación del turismo en la Isla no parece demasiado halagüeña, ante
el horizonte de crisis económica actual. Los principales países emisores
no atraviesan su mejor momento, y cabe esperar que la reducción del
consumo y el aumento del desempleo reduzcan notablemente la demanda de
turismo durante 2009.

A la vista de ello, la modesta recuperación que había experimentado la
actividad de este sector en la Isla desde 2006, puede volver a
resentirse de forma drástica. No cabe duda de que las empresas hoteleras
establecidas en Cuba están reaccionando con rapidez para afrontar la
grave crisis que se avecina.

A comienzos de este año, se han anunciado paquetes turísticos a unos
precios muy competitivos, basados en el transporte aéreo y dos noches,
con opción de estancia adicional, que en un enfoque de marketing van
dirigidos a estimular una decisión de compra que otros destinos
turísticos más desarrollados están intentando capear por otras vías.

La conclusión que cabe extraer de la experiencia de estos últimos años
es que, al igual que en el resto de la economía, las autoridades del
régimen vuelven a equivocarse en su estrategia de política turística. En
vez de aprovechar la experiencia de los últimos años y tratar de
reconducir el producto que ofrece la Isla hacia los segmentos de demanda
más elevados, la apuesta por precios bajos supone una huida hacia
adelante en el intento de ofrecer cifras en aumento de año en año, que,
a la larga, van a resultar muy perjudiciales para la economía nacional.

Crecer con el turismo es positivo y, como ya he destacado en otros
trabajos, España ha sido un buen ejemplo. Crecer a costa del turismo,
como pretenden las autoridades del régimen, puede ser un fracaso si las
cosas no se hacen de forma correcta. Y mucho me temo que no existen
motivos para creer que ha sido así.

http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/articulos/leyendo-el-dato-154068

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