Tuesday, February 10, 2009

Cuba: cincuenta años de soledad

JOSÉ LUIS BOUZA ÁLVAREZ CATEDRÁTICO DE ARTE
el análisis
Cuba: cincuenta años de soledad

Visto desde hoy, el año 1959 queda muy lejos porque el mundo cambió
mucho desde entonces. La humanidad no progresa linealmente, al modo de
la continua adaptación tecnológica. La expansión económica hace posible
la creciente inclusión social y la ampliación democrática de conciencia,
aunque la barbarie de la era técnica sea más peligrosa. Lo que hace al
mundo más habitable es la ampliación de formas de vida y conciencia. En
1959 una anciana negra debía ceder su asiento al adolescente blanco en
uno de los países más civilizados del mundo, la mayoría de mujeres eran
mera intendencia de necesidades masculinas, y la mayoría de países vivía
bajo sistemas policiales en que el Estado permitía acceder a bienes y
servicios básicos a cambio de la sumisión de la actividad y conciencia a
un poder político que no autorizaba nada que pudiese amenazar la
mitología en que asentaba su dominio.

La dispersión y bajo nivel técnico del Antiguo Régimen o la libre
iniciativa capitalista hacen posible que aún a sus modos más despóticos
de dominación les sea difícil asfixiar el pensamiento, lo que permite
oponerles una cierta resistencia. Pero en un mundo técnico y
centralizado, si el Gran Hermano estatal controla la economía, la vida
se convierte en una terrible pesadilla, máxime si pretende legitimarse
en el secular sometimiento social de las capas más atrasadas y pobres,
que, por ignorancia, respaldan la supresión de la libertad de expresión
de acción y económica -que crean las riquezas y el estatuto moral de la
persona-, porque tenían pocas expectativas en sus condiciones de vida.
Es como si un cojo creyese caminar más aprisa cortándole una pierna a
sus acompañantes en vez de dejarse ayudar por ellos.

En 1959 "el mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre y
para mencionarlas había que señalarlas con el dedo", que diría García
Márquez. Cuando se cumplen 50 años de soledad cubana, los Castro quizá
no acaben como el coronel Aureliano Buendía, ante un pelotón, pero la
historia no los absolverá. Contra lo que se cree, la libertad no
acostumbra a ser una irrenunciable aspiración general. Si lo sabremos
aquí. Esa gente de IU, y otros, que se manifiestan por Madrid en apoyo
de la dictadura cubana, lo hacen en favor de algo tan dudoso como que
siempre será mejor vivir de rodillas que morir de pie.

http://www.elcorreogallego.es/opinion/firmas/ecg/cuba-cincuenta-anos-soledad/idNoticia-394114/

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